Lección 20: ¡Recuerda!

Lección 20: ¡Recuerda!

Pasaje Bíblico: Tito 3:3
Aunque es importante dejar el pasado atrás, el Cristiano debe de recordar su pasado antes de conocer a Cristo – ya que el creyente que nunca olvida por completo su pasado nunca dejará de apreciar su conversión. En estos versículos, Pablo nos ayuda a recordar nuestro pasado para que podamos así agradecer a nuestro salvador y apreciar nuestra salvación de mejor manera.

Introducción

Unos 75 años después de que Pablo le escribiera su carta inspirada a Tito, un líder y maestro de la iglesia de Atenas le escribió una carta a un amigo, en donde describía las diferencias entre cristianos y no creyentes.

Él escribió: “La diferencia entre los cristianos y el resto de la humanidad no es una cuestión de nacionalidad, idioma o costumbres. Los cristianos no viven en ciudades distintas, no hablan ningún dialecto especial ni practican algún estilo de vida excéntrico. Ellos se ajustan a la dieta, vestimenta y otros hábitos comunes de la zona. Sin embargo, exhiben algunas características que son sobresalientes e incluso sorprendentes. Por ejemplo, a pesar de que obedecen las leyes prescritas, en sus vidas privadas van un paso más allá. Muestran amor a todas las personas, pero todas las personas los persiguen. Son mal entendidos y condenados; pagan maldiciones con bendiciones y abusos con cortesía.[i]

Suena familiar, ¿no es así?

Él escribe: “Ellos obedecen las leyes prescritas” – Pablo escribe en Tito 3:1 – “estén sujetos a los gobernantes y autoridades – sean obedientes.”

Este líder del siglo segundo escribe: “Los cristianos son mal entendidos, pero pagan las maldiciones con bendición” – Tito 3:2 dice: ¡No difamen a nadie!

Él escribe: “Los cristianos responden al abuso con cortesía” – Tito 3:2 dice: “no sean pendencieros sino amables.”

Él escribe: “Muestran amor a todos los hombres – Tito 3:2 dice: muestren toda mansedumbre para con todos los hombres.”

Parece que el recordatorio inspirado del apóstol Pablo para los creyentes en la isla de Creta llegó y se arraigó en la ciudad de Atenas.

Me pregunto si ha llegado desde la isla de Creta a su ciudad.

Esta carta tiene cada una de nuestras direcciones en el sobre.

Y, ¿se dio cuenta de lo que este ateniense escribió acerca de los cristianos? “Comen como nosotros, se parecen a nosotros, viven a nuestro alrededor, pero – note esto – exhiben algunas características sobresalientes.”

Ellos se destacan… hacen cosas que nadie más hace. Nadie va a recibir el abuso, sin luego tomar represalias. Nadie ama a todo tipo de personas; uno ama a su tipo favorito de personas. Nadie permite que simplemente los malentiendan; uno levanta la voz y se defiende.

Pero no es así con los cristianos. No es de extrañarse que encontremos esta descripción acerca de los creyentes que vivieron hace unos 2.000 años atrás. Todo lo que pudo decir en resumen fue: “¡Son sobresalientes!”

En nuestro último programa, cuando comenzamos a explorar este tema del cristianismo sobresaliente, revisamos la lista de virtudes que encontramos en Tito 3:1-2. Allí descubrimos las acciones sobresalientes que deben caracterizar al cristiano.

Los cristianos deben de:

  • Obedecer la ley;
  • Caminar la milla extra
  • Abandonar la difamación;
  • No tomar represalias;
  • Mantener el rumbo con dulzura;
  • Y decirle “no” al favoritismo.

Ahora, lo que Pablo hace a continuación es interesante. Él no solo les recuerda lo que deberían estar haciendo, él también les recuerda lo que solían estar haciendo.

Observe el versículo 3 en Tito, capítulo 3. Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.

El versículo comienza con la palabra “porque” – “porque nosotros también…” lo que implica que el creyente podría preguntarse por qué es que tienen que tratar a los no creyentes con amabilidad, amor, cortesía, humildad y consideración.

Pablo anticipa esa respuesta y efectivamente dice: “Debes actuar de esa manera debido a lo que solías ser antes (versículo 3) cuando Dios en su bondad y amor tocó tu vida por medio de la salvación (versículo 4).

En otras palabras, recuerda de donde vienes… recuerda de donde Dios te sacó; recuerda de lo que hacías en tu naturaleza pecaminosa y como disfrutabas de toda esa inmundicia.

Recuérdales – así es como comenzó este capítulo. Recuérdales a estos creyentes que es lo que los hace tan sobresalientes y luego recuérdeles lo que los hacía tan despreciables.

Ahora, no creo que hayan muchos consejeros u oradores motivacionales que les recuerdan a las personas cómo solían ser antes como un incentivo para lo que deberían ser.

¿Puede imaginárselo? ¿Se supone entonces que debemos desafiar a los cristianos a vivir para Cristo recordándoles cómo solían vivir para el diablo? Quiero decir, ¿qué tipo de estrategia es esa?

Bueno, eso es exactamente lo que Pablo está a punto de hacer.

La razón por que lo hace va a quedar en claro después.

Por el momento, leamos el versículo 3 más detenidamente, porque nosotros también nos vemos reflejados en esta descripción.

Por cierto, ¿no le parece alentador que Pablo pasa de hablar de “ellos” a hablar de “nosotros”. . . Él va de “ustedes” a “todos nosotros.”

Porque nosotros también éramos – Pablo se incluye y dice: yo no he olvidado mi pasado.

Las personas que nunca olvidan por completo su pasado son personas que nunca dejan de apreciar su conversión.

Porque nosotros también éramos – y ahora Pablo comienza a describir cómo éramos – nosotros éramos en otro tiempo insensatos.

  1. Tendencioso

Para el bosquejo, voy a usar la palabra tendencioso.

Esa es la idea aquí, Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos.

Como verá, la palabra que Pablo usa aquí no se refiere a alguien que hace tonterías o tiene pensamientos irracionales. No se refiere a alguien que carece de inteligencia.[ii]

La palabra que Pablo usa aquí describe a alguien que está predispuesto intelectualmente en contra de las cosas de Dios; ciertamente en contra de cualquier idea o sugerencia de que somos responsables ante Dios.

Pablo describió este tipo de persona en Efesios 4, diciendo que, tienen el entendimiento entenebrecido, son ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay – note esto – por la dureza de su corazón.

Esta persona desprecia la sabiduría de Dios, escribió Salomón en Proverbios 28:26. La persona insensata o necia está literalmente en un estado deliberado de locura – un estado al que ha llegado porque decidió confiar en sí misma.[iii]

Esa persona es lo opuesto a Proverbios 3:5 y 6, ya que está decidida a confiar en sí misma, a apoyarse en su propia prudencia y a reconocer sus propios caminos.

Pablo dice: “Escuchen, debemos recordar que así éramos nosotros.”

De hecho, ahora que somos cristianos, todavía necesitamos recordar a diario que debemos confiar en Dios, y no apoyarnos en nuestra propia prudencia, sino reconocerlo en todos nuestros caminos – ponerlo en primer lugar.”

¡Un incrédulo no quiere poner a Dios en primer lugar porque él es el primero!

  1. Beligerante

A continuación, en la lista de Tito 3:2, encontramos que también éramos rebeldes.

Es decir, si no creo que Dios tiene derecho sobre mi vida, ¿por qué debería obedecerlo?

Entonces, no solo tendenciosos, sino que también beligerantes.

Esta palabra que Pablo usa describe a una persona que deliberadamente elige rebelarse no solo en contra de la idea de un Dios, sino en contra de la idea de un estándar moral creado por Dios.

Y esta actitud no es solo rebeldía en contra de Dios, sino en contra de todo tipo de autoridad. Esta persona vive una vida desobediente.

Un autor escribió que este tipo de persona se irrita bajo cualquier tipo de autoridad.[iv]

No creo que haya una descripción más precisa de nuestra cultura actual.

Hoy por hoy vemos a las autoridades tratando de controlar, a través tribunales y leyes, una cultura fugitiva, desobediente y beligerante… y la cultura no reacciona.

Hemos visto como los cuerpos legislativos han comenzado a pasar leyes en cuanto a todo tipo de cosas que una vez fueron simples responsabilidades paternas. Ahora hay prohibiciones legislativas en cuanto a la venta o alquiler de videojuegos violentos a menores de edad; incluso hay leyes en cuanto a la comida chatarra en los comedores escolares. Es más, el estado de Texas en EE. UU. incluso ideó una prohibición en cuanto a ciertas rutinas y vestimentas de las porristas en la escuela secundaria porque eran sexualmente sugestivas.[v]

Lo que me parece irónico es que obviamente nunca se va a pasar una prohibición o siquiera se va a desalentar la actividad sexual entre los menores después del partido – solo eviten que las porristas lo sugieran durante el juego.

La verdad es que, como escribió un autor, ahora tenemos más y más niños que llegan al aula sin ninguna brújula moral.[vi]

Francamente, sus padres tampoco tenían una para transmitir, y los legisladores con razón ni siquiera saben por dónde comenzar.

Mire, no es posible ver los intentos de secularizar la cultura y quitar cualquier mención de Dios en público, y luego esperar que la próxima generación se preocupe por obedecer algunas normas morales.

Esta es la progresión: Desarrolle una actitud tendenciosa en contra de Dios, tanto a nivel personal como cultural, y pronto desarrollará una rebeldía personal y cultural en contra de los límites de Dios.

Esto lleva a lo que Pablo llama aquí, un espíritu rebelde… y este espíritu cada vez se vuelve más evidente.

Un informe que leí recientemente contaba acerca del incidente en el que 125 estudiantes de la Universidad de Harvard fueron sorprendidos colaborando en grupos y por correo electrónico para obtener respuestas a las preguntas de un examen, “violando una política de no colaboración que estaba impresa en el mismo examen.” Pero – escuche esto – muchos de los estudiantes se sorprendieron por el cargo de hacer trampa, alegando que no sabían que era trampa, a pesar de que estaba descrito allí en el examen. Otros estudiantes amenazaron con demandar a la escuela por difamación. Un periodista escribió en tono de broma: “¿Deberíamos suponer, a caso, que los estudiantes que son lo suficientemente inteligentes como para entrar en Harvard no saben lo que es hacer trampa? ¿Debería la universidad ofrecer un curso sobre esto?[vii]

Todas estas noticias e informes simplemente resaltan el simple hecho de que, aparte del Legislador Moral, no es posible tener pautas morales.

Hace un tiempo atrás, se armó una controversia en Brasil cuando un notario aprobó la primera unión civil entre tres personas: Un hombre y dos mujeres. Ella afirmó que no había violado ninguna ley. De hecho, ella señaló que, el año anterior, Brasil había aprobado el matrimonio homosexual. Ella dijo que, como no hay leyes explicitas en los libros contra la poligamia, y la definición de matrimonio es obviamente flexible, entonces ¿por qué no?[viii]

Y, es cierto. ¿Por qué no?

Descarte a Dios y todo es permisible.

Nuestro mundo es tendencioso en su insensatez, es beligerante en su desobediencia, y ahora, en tercer lugar, es ciego.

  1. Ciego

Pablo describe nuestras vidas antes de Cristo y la condición actual de nuestro mundo como insensata, rebelde y, ahora, extraviada.

Podríamos llamarlo ser espiritualmente ciegos.

Ponga a Dios de lado, siga su propio camino, y la Biblia dice que solo va a ir tropezando de mal en peor. ¿Por qué? Porque Dios no es la única voz espiritual en el mundo.

Hay otra. Si bien Dios solo habla la verdad, este ángel caído es el padre de mentira (Juan 8:44); Se le llama el ángel de la luz (2 Corintios 11:14) pero engaña al mundo entero (Apocalipsis 12:9). Es el maestro del engaño.

La palabra que Pablo usa aquí para describir nuestra condición caída es una palabra que se puede traducir como, “engañado.”[ix]

El mundo cree que ha encontrado la respuesta, pero ha sido engañado.

Pablo advirtió a Timoteo que los hombres malvados van de mal en peor, engañando y siendo engañados (2 Timoteo 3:13).

 Lucen bien… Suenan religiosos… Podrían incluso vestir de camisa y corbata y estar detrás de un púlpito. Pablo le escribió Tito para alertarlo de aquellos que en realidad se han alejado de la verdad y ahora están engañando a la gente (Tito 1:10-11).

Están enseñando cosas que animan y quizás alientan el corazón y ciertamente agradan al oído. Jesús los describió como ciegos guiando a otros ciegos, y que eventualmente van a caer en el mismo pozo (Mateo 5:14).

El mundo está rechazando al Dios Creador y esta siendo engañado – extraviado – cegado – siguiendo los guías espirituales equivocados.

Aquí está la descripción, nos guste o no:

Tendenciosos… beligerantes… ciegos.

  1. Esclavizados

Pablo escribe en el versículo 3, esclavos de concupiscencias y deleites diversos.

¡Esclavizados!

La palabra concupiscencias, viene del giego epitumia (επιθυμια) y significa tener un fuerte deseo.[x]

Tenga en cuenta que esto existe solo en la mente y el corazón. Podría llamarlo fantasías prohibidas. Es posible ser esclavo de la fantasía, de acuerdo con esta carta de Pablo.

Pablo tendría algo que decir en cuanto al argumento de que los videojuegos violentos o la pornografía no son realmente malos porque en realidad no estás involucrado físicamente.

Es solo un juego . . . está solo en la mente.

Pablo diría: “No, eso lo lleva a la esclavitud, ya sea que permanezca en tu mente o termine en tus manos.”

Y piense en esto. Pablo nos está diciendo: “Este tipo de cosas caracterizan su antigua vida, no su nueva vida. Ya no pertenecen a su vida… pero siguen queriendo volver. Así que cierre la puerta y no los deje entrar.”

Ya que eventualmente transformamos nuestras fantasías en realidades, la siguiente palabra que usa Pablo es la palabra deleites. Esto habla de llevar acabo físicamente los deseos pecaminosos.

La palabra que Pablo usa aquí para “deleites” viene del griego hedone (ηεδονη) de donde sacamos la palabra, hedonismo.

El hedonismo es simplemente la búsqueda de la autosatisfacción, sea lo que sea.[xi]

Esta es la religión número uno en el planeta. De hecho, note que Pablo dice aquí “deleites diversos.”

Es una palabra que aún puede significar multicolor. Y ¿cuántos colores existen? Solo espere que su esposa quiera pintar una habitación en la casa. Uno va a la tienda, se acerca al vendedor y le dice: “Mi esposa me envió para comprar pintura azul.” Y el vendedor se mata de la risa.

Y dice: a ver… ella quiere un

  • azul real;
  • azul turquesa;
  • azul acero;
  • azul pálido;
  • azul marino;
  • azul bebé;
  • azul mediterráneo;
  • azul cobalto;

Y uno no tenía idea de que existían tantos tipos de pintura azul.

Esa es la idea aquí: diverso, multicolor. No tenía idea de que existían tantas formas de pecar… Hay muchos tipos de pecados.

Y note esto: la palabra deleites aquí no solo hace referencia al pecado de la inmoralidad sexual. Pablo usa esta misma palabra en su carta a Timoteo para hablar de la codicia.[xii]

¡Materialismo! Agregue eso a su paleta de colores con todos los diversos matices.

El mundo está esclavizado a querer más. Piensa en ello y sueña acerca de ello. Lo desea y lo vive. Quiero ese tono, y ese matiz, y ese color, y ese otro color… Bueno, lo quiero todo.

El mundo piensa que es libre como un pájaro… libre para cualquier cosa, hacer cualquier cosa, querer cualquier cosa, ir en búsqueda de cualquier cosa… ¡somos libres!

Pablo dice: “No, en realidad están enjaulados. Están esclavizados a lo que tienen – esclavizados por lo que no pueden tener. Están esclavizados a lo que no deberían tener, y al deseo de querer lo que no tienen.”

Y todo empieza a salirse de control. ¿Por qué? Porque nunca obtendrán todo lo que quieren.

  1. Amargados

Paul continúa describiendo el siguiente paso con la siguiente frase – note nuevamente el versículo 3, viviendo en malicia y envidia.

Literalmente, pasando el tiempo… gastando la vida en malicia o envidia.

Y tiene sentido. Si toda la vida está alimentando en su corazón y luego persiguiendo lo que sea que desee, la envidia va a ser un factor clave.

“Mira lo que tienen… mira donde viven… mira como se visten… mira en donde trabajan… mira donde van de vacaciones… Eso si que es vida.

Pero la envidia es más que eso – agrega sentimientos de desagrado cuando alguien más tiene lo que usted quiere – cuando alguien más recibe la atención, los aplausos, los beneficios, la promoción.[xiii]

No lo soporta.

Como unos padres en Tennessee que se quejaron diciendo que poner el cuadro de honor “avergüenza” a los niños que son excluidos. Así que, el consejo escolar decidió eliminar el cuadro de honor en esa escuela por completo.[xiv]

El problema no era la vergüenza de no estar en la lista, era la envidia de los padres porque sus hijos no lo estaban.

Envidia. Pero luego Pablo agrega la palabra malicia. Esa es una palabra escalofriante. Es una palabra que significa que va a hacer sufrir al que se interponga en su camino.

No va a dejar de discutir acerca del cuadro de honor.[xv] En las noticias que un padre estaba tan enojado porque su hija fue suspendida del equipo de softball de la escuela que tomó un bate de aluminio y mandó al entrenador al hospital.

¡Agresividad al volante! ¿De donde viene eso? Envidia y malicia. Te metiste en mi camino… ese es mi lugar.

Hace un tiempo estaba detrás de un automóvil que se movía lentamente. Cuando la línea punteada lo permitió, lo pasé. El tipo aparentemente cobró vida y aceleró y me pasó… y, tan pronto como se puso al frente mío, pisó los frenos. Afortunadamente, no venían autos y pude desviarme hacia el otro carril, ni siquiera tuve tiempo de frenar. El otro tipo aceleró y me pasó de nuevo, así que simplemente disminuí la velocidad para que ese loco se alejara.

Enfurecida porque la adelantaron en el camino, una persona puede arriesgarse a causar un choque y derramar sangre.

¿Puede una persona ser tan envidiosa? ¿Puede volverse tan maliciosa?

Fue la envidia lo que llevó al Sanedrín a entregar a Jesús a Pilato (Mateo 27:18). La envidia más la malicia los llevaron hasta el Calvario para burlarse de Jesús y escupirlo.

“Él tomó nuestro lugar. . . Él se puso en nuestro camino.”

No es de sorprenderse que Pablo termina esta lista con lo que naturalmente sigue. Él escribe: Éramos insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia – y por último – aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.

  1. Malhumorados

Piense por un momento en cuan superficiales son las relaciones humanas donde trabaja o va a la escuela. Piense en la rapidez con que se ponen a hablar mal de otros cuando no están cerca.[xvi]

Podríamos describir esta progresión como tres pasos hacia la ruina:

  • Primero: Pablo describe nuestra actitud hacia Dios – insensatos y rebeldes, o parciales y beligerante;
  • En segundo lugar: Pablo describe nuestra actitud hacia nosotros mismos – creemos que somos inteligentes y libres, pero estamos realmente extraviados y esclavizados; es decir, estamos ciegos y atados;
  • Luego, en tercer lugar: Él describe nuestra actitud hacia los demás – estamos llenos de malicia, envidia y odio, somos amargados y malhumorados.[xvii]

Usted y yo podríamos cerrar nuestras Biblias y admitir que Pablo ha descrito completa y realistamente lo horrible de nuestro pecado y las profundidades de nuestra depravación; y de hecho él tenía todo el derecho de decir que esta lista nos incluye a todos nosotros.

Estábamos total y completamente sin esperanza. Éramos completamente incapaces de merecer algo más que la ira de Dios.

Pero luego encontramos una de mis palabras favoritas en toda la Biblia. Aparece justo cuando nos hemos cansado de la inmundicia de nuestro mundo y la necedad ligada a nuestros propios corazones.

Note el versículo 4. Pero… Amo esa palabra. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó… y no porque no estuviéramos en esa horrible lista – fíjese – sino por su misericordia.

Él nos salvó. Ciertamente nosotros no podíamos salvarnos a nosotros mismos.

La bondad y el amor de Dios se manifestó – escribe Pablo. Dios vino a buscarnos.[xviii]

Tendenciosos, beligerantes, ciegos, esclavizados, amargados, malhumorados – y en su amor y bondad, nos salvó.

Aunque estábamos en esta lista de vicios y realmente queríamos vivir de esa manera, Cristo nos salvó.

Y eso provoca en nosotros un incentivo para amar a Cristo, y vivir para Él y para servirle y hacerlo nuestro Amo y Señor.

Hace un tiempo atrás, leí acerca de un anciano que vivía en Florida. Todo mundo lo llamaba “el viejo Ed.” Casi todos los viernes, al atardecer, el viejo Ed caminaba por la playa hasta su muelle favorito. Siempre iba con un balde lleno de camarones. Pero los camarones no eran para él o sus amigos o familiares. Eran para las gaviotas.

Él caminaba hasta el final del muelle y pronto el cielo se llenaba de pájaros chirriantes que caían en picada para atrapar los camarones que lanzaba al aire.

La gente lo miraba y comentaba acerca de esta extraña costumbre. Es más, a veces lo veían balbucear algunas palabras, como si estuviera hablando con los pájaros.

En cuestión de minutos, el balde estaría vacío y el viejo Ed se quedaría allí pensando mientras observaba a los pájaros volar.

Su nombre completo era Eddie Rickenbacker. Él había sido capitán en la Segunda Guerra Mundial y voló un B-17 con una tripulación de otros 7 hombres.

En una misión en particular a través del Pacífico, perdieron el rumbo y finalmente se quedaron sin gasolina. Planearon hacia abajo y luego chocaron con el agua. Milagrosamente, todos salieron del avión y entraron en su balsa salvavidas. Vivieron durante días en esa balsa, luchando contra el sol y los tiburones y, sobre todo, el hambre. Las raciones finalmente se agotaron y su situación se volvió bastante desesperada.

Ed recuerda – y de hecho, él escribe en su autobiografía que recuerda estar semi-consciente, con un sombrero puesto sobre su rostro, cuando sintió que algo aterrizaba en su cabeza. Era una gaviota. Esa gaviota significaba comida, si podía atraparla. Lentamente levantó las manos y la atrapó. Los hombres se comieron el pájaro y luego usaron algunas de las sobras como cebo. Eso les permitió pescar y repetir el ciclo. . . sobrevivieron hasta que finalmente los rescataron.

El viejo Ed nunca lo olvidó. Casi todos los viernes por la noche, durante años, y hasta que murió, iba a ese muelle con un balde lleno de camarones: Alimentaba a las gaviotas y repetía una y otra vez: “Gracias. . . gracias . . . gracias.”[xix]

¿Qué están balbuceando siempre esos cristianos? Están hablando con Dios, supongo.

Si el mundo se acercara a nosotros lo suficiente ¿Qué escucharían? ¿Nos escucharían elevar nuestra gratitud a Dios que nos salvó de nuestro pecado y de nosotros mismos y de un futuro horrible y una vida sin sentido?

¡Qué incentivo para dejar esa vieja vida y vivir una nueva! Pablo diría, ¡Ese es el punto! Salga y diga con Pablo y estos cristianos sobresalientes en la isla de Creta… “Señor, lo recordamos. Gracias. Recordamos quienes solíamos ser. Recordamos a dónde nos dirigíamos. Recordamos por qué necesitábamos un Salvador y por qué lo necesitamos ahora. Lo recordamos . . . Gracias, gracias, gracias.”

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey

© Copyright 2012 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

 

[i] James Bryan Smith, The Good and Beautiful Community (IVP, 2010), p. 28

[ii] Robert Black & Ronald McClung, 1 & 2 Timothy, Titus, Philemon (Wesleyan Publishing House, 2004), p. 254

[iii] Walter L. Liefeld, The NIV Application Bible: 1 & 2 Timothy, Titus (Zondervan, 1999), p. 350

[iv] Ibid

[v] Diana West, The Death of the Grownup (St. Martin’s Press, 2007), p. 67

[vi] Ibid

[vii] preachingtoday.com/the-Harvard-cheating-scandal

[viii] World Magazine, “Brazilian Tangle” September 22, 2010, p. 16

[ix] Black & McClung, p. 254

[x] Fritz Rienecker & Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976) p. 656

[xi] John MacArthur, Titus (Moody Press, 1996), p. 149

[xii] John A. Kitchen, The Pastoral Epistles for Pastors (Kress Christian Publications, 2009), p. 549

[xiii] John Phillips, Exploring the Pastoral Epistles (Kregel, 2004), p. 297

[xiv] West, p. 85

[xv] Ibid, p. 86

[xvi] John Benton, Straightening Out the Self-Centered Church (Evangelical Press, 1997), p. 155

[xvii] Adapted from Black & McClung, p. 254

[xviii] Charles R. Swindoll, Insight on 1 & 2 Timothy, Titus (Zondervan, 2010), p. 307

[xix] Adapted from Max Lucado, In the Eye of the Storm, quoted in Charles Swindoll The Tale of the Tardy Oxcart, Moody Press, Chicago, p. 486