Pasaje Bíblico: Santiago 5:1-6.
Aunque es de esperarse que el mundo viva para las riquezas, tristemente, el creyente muchas veces cae en ese mismo afán. ¿Cómo podemos tener una relación sana con el dinero? ¿Cuales son las advertencias y consejos bíblicos en cuanto al uso y mal uso del dinero? Encontremos la respuesta en el libro de Santiago…
En el año 1923, algunos de los hombres más poderosos y adinerados del mundo estaban reunidos en un hotel de Chicago. El propósito de su reunión era elaborar estrategias de negocios y hablar en cuanto al rumbo de la economía mundial.
Entre esos personajes ilustres en la reunión estaban:
Según una de las autoridades presentes “Estos hombres, en conjunto, tenían un patrimonio más grande que la tesorería de Estados Unidos.” Por años, los periódicos y revistas habían estado lanzando artículos acerca de estos hombres exitosos y animaban a la juventud a imitar su ejemplo.”[i]
¿Se ha dado cuenta que el mundo nunca anima a las personas a imitar a los pobres?
¿Ve ese hombre conduciendo ese auto que se cae a pedazos? ¡Vamos! Pregúntele cual es el secreto para vivir así. ¿Ve esa mujer vestida con ropa completamente pasada de moda? ¡Averigüe como puede llegar a ser como ella? No lo creo.
Ocho años después de esa reunión en el hotel de Chicago, en el año 1931, James Adams dio un discurso donde animó a todos a unirse a “el sueño americano” Una frase que el invento para referirse a la búsqueda un gran estatus y el reconocimiento publico.”[ii]
Ahora, ese no es un sueño al que debemos aspirar. El creyente no debe anhelar el estatus y los bienes materiales. Sin embargo, ese mensaje se proclama fuerte y claro a través del mundo entero.
La semana pasada iba detrás de un automóvil que tenía un adhesivo que decía la siguiente frase “El que hereda mas juguetes, gana.”
Obviamente, eso es mejor aun que tener que trabajar… simplemente lo hereda todo. ¡Ese es el ganador!
Y uno quiere asegurarse de ganar…porque entonces podrá vivir según la regla de oro. Y me refiero a la regla de oro del mundo, que dice: el que más oro tiene, hace las reglas.
Tristemente, cuando el dinero habla… ¡la sociedad escucha! Así que si usted quiere tener una voz en la sociedad, asegúrese de ir detrás del sueño americano… el sueño de ser rico.
Por otro lado, la Biblia nos da un mensaje totalmente diferente – y un camino totalmente diferente.
En los evangelios encontramos por lo menos 38 parábolas. De las 38, 16 hablan acerca del dinero. De hecho, uno de cada diez versículos en el Nuevo Testamento menciona las posesiones.[iii]
Si bien, El Señor Jesús nunca condenó las posesiones, Él nos advirtió de la tentación de vivir para ellas. De hecho, a través del Nuevo Testamento, aprendemos que las riquezas son peligrosas y pueden llevarnos a la ruina con mas facilidad que la pobreza.
Así que, con eso en mente, piense en lo siguiente: Si usted tiene para cambiarse de ropa, un techo adonde vivir, dinero en el banco, y alimento para mas de un día, entonces es mas rico que una buena parte de la población mundial.
No obstante, la vieja naturaleza no nos permite sentir esa satisfacción y contentamiento. A menos que cada día nos sometamos a la palabra de Dios y al Espíritu de Dios, nuestro corazón siempre va a querer algo mejor; algo mas fácil; algo mas nuevo; algo mas grande; algo mas…
La verdad es que el dinero habla… pero cuando lo hace, ¿Qué nos dice en verdad?
El apóstol Santiago lo sabe, así que él esta a punto de entregarnos una reprensión muy importante – su advertencia mas directa hasta el momento. Le invito a abrir su Biblia en Santiago capitulo 5. Voy a comenzar leyendo el versículo 1. Allí leemos:
“¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán”.
Santiago es tan suave y dulce, ¿no le parece? Es más, esa primera frase la podríamos traducir: “Escuchen, ricachones.”
Santiago no tiene pelos en la lengua. El dice: “Escuchen, ricos…comiencen a llorar y aullar por las miserias que se les viene.”
Esas palabras traducidas “llorad” y “aullad” hacen referencia a alguien que literalmente llora a un muerto. También las encontramos en el Nuevo Testamento describiendo el lamento de una persona avergonzada.
Santiago esta ilustrando el juicio venidero ante el trono de Dios, donde nadie podrá traer sus posesiones.
A todo esto, en este párrafo hay algunos cambios sutiles que debemos notar. Por ejemplo, no hay indicaciones de que Santiago este hablándole a creyentes. Él no usa el término “hermanos.” Tampoco hace algún llamado al arrepentimiento. No hay mención de que estas personas conozcan al Señor, ni tampoco hay una exhortación a someterse a la voluntad de Dios, como si lo vemos en el capitulo 4.[iv]
Lo que la mayoría de los eruditos y lingüistas creen es que Santiago esta condenando al sistema mundano mientras que, a la misma vez, reprende a los creyentes por tener estas mismas tendencias.
En otras palabras, Santiago esta predicando en contra del materialismo del mundo; pero el también sabe que es posible que los creyentes sean tan materialistas, egocéntricos y culpables de los mismos pecados que el mundo.
Así que, en este párrafo, el creyente recibe una advertencia juntamente con el incrédulo.
Permítame decirlo de esta manera. Santiago esta condenando el enfoque pecaminoso del incrédulo y al hacerlo, esta exhortando al creyente a no adoptarlo.
Ahora, lo que Santiago va a hacer en este pasaje es exponer 4 pecados de materialismo –y todos están relacionados.
El primer pecado relacionado con el materialismo es la:
En la generación de Santiago, habían tres categorías principales de riqueza.
El almacenar trigo y granos no tiene nada de malo. El problema que Santiago esta indicando, es el querer almacenar mucho más de lo que uno puede comer –el dice que: “Vuestras riquezas están podridas…”
Y obviamente, estas personas se rehusaban a compartir sus riquezas con otros. Preferían tirarla a la basura antes que compartirla.
2. Otra forma de riqueza era la ropa.
Note lo que dice Santiago en el versículo 2, “y vuestras ropas están comidas de polilla.”
Esta palabra traducida como “ropas” hace referencia a las túnicas que se usaban en aquella época. Por lo general, las túnicas tenían bordados muy trabajados.
Las vestiduras eran también un tipo de moneda en los días del Antiguo Testamento y a principios del Nuevo.
Lo cual es otra forma de decir “no envidie la cuenta bancaria de nadie, ni las posesiones de nadie.”
En la época de Santiago, la gente se ponía la cuenta bancaria en su cuerpo, por así decirlo. Su vestimenta dejaba en evidencia cuanto tenia. Pero Santiago escribe, “vuestras ropas están comidas de polilla” lo que nos dice que estas personas tenían muchas prendas de vestir, ya que la única ropa que podía sufrir este destino, era la que no se usaba- la que estaba guardada por mucho tiempo. Y la ropa comida por las polillas no servían para nada.
De hecho, Job describió a su propio cuerpo doliente y enfermizo como un ‘vestido que roe la polilla’. –Job 13:28
Y Santiago esta describiendo a alguien que ni siquiera esta luchando contra la tentación. Está hablando de personas que se jactan de la enorme cantidad de comida que tienen y que no piensan compartir; que suman túnica tras túnica y ya que no las pueden usar todas, las guardan- y como no les alcanza el espacio necesitan mas cajas, casas mas grandes, galpones mas grandes.
No pueden comerlo todo y no pueden usarlo todo, ¡pero necesitan tener mas!
Estas son indicaciones exteriores de una falta de satisfacción interior. ¡Ellos nunca están satisfechos!
3. La tercera y última forma de riqueza es el oro la y plata.
Santiago escribe, en el versículo 3, “Vuestro oro y plata están enmohecidos;…”
Como el oro y la plata pura no se oxidan, Santiago puede estar hablando de las monedas que se usaban en aquellos tiempos. Estas estaban hechas a partir de una mezcla de varios metales y contenían algo de oro o plata.
Sin embargo, es muy probable también que Santiago siga refiriéndose al juicio final, dado el contexto del versículo 1 y ahora, la ultima frase del versículo 3. Esta dice: “Habéis acumulado tesoros para los días postreros.”
Lo que creo que esta pasando aquí, es que Santiago esta usando lo que los lingüistas llaman “tiempo profético.” Es decir, Santiago declara algo acerca del futuro con tanta certeza, que lo escribe en tiempo presente o pasado. [v]
Y en el contexto del juicio venidero, ese oro y esa plata, dice Santiago, no tendrá valor alguno, al igual que un metal oxidado.[vi]
Así que ellos estaban acumulando cosas que se oxidan, se pudren, se arruinan y terminan siendo comida por insectos – Terminan acumulando basura.
En otras palabras, disfrútelo ahora porque no se lo va a poder llevar. ¡Úselo! Porque no lo va a tener para siempre.
Hace algún tiempo atrás, leí un articulo titulado “dinero en el ataúd.” Y me gusto mucho. El artículo hablaba de un hombre que vivía exactamente como la descripción de Santiago aquí. Su propósito en la vida era acumular la mayor cantidad de dinero posible. El no solo amaba al dinero y todo lo que podía comprar con el, sino que lo acumulaba para si mismo.
Ni siquiera le permitía a su esposa que lo gastara. Es mas, él le había hecho prometer que, cuando muriera, ella enterraría su dinero junto con él. El dinero le pertenecía solo a el, y quería quedárselo todo. Aunque usted no lo crea, su esposa le prometió que lo haría. Cuando este hombre murió, había acumulado una gran riqueza.
En su funeral, al cual acudieron su esposa y un puñado de amigos, su esposa mando poner una gran caja de madera arriba de ataúd. Uno de los amigos de este hombre le dijo a la mujer: No vas a ser tan boba como para cumplir tu promesa, ¿o si? Ella le respondió: “Pero yo le prometí que lo haría.” El hombre protestó aun mas, diciendo: “Me esta diciendo que guardó esa promesa egoísta de dejarle todo el dinero en el ataúd?
La viuda respondió –claro que si…le escribí un cheque.”[vii]
Antes de dejar esta primera exhortación de Santiago, permítame remarcar algo ¿Cómo podemos diferenciar entre ahorrar y acumular?
Permítame darle unos ejemplos:
Así que el primer pecado relacionado al materialismo es el acumular. La segunda acción pecaminosa es:
Note lo que dice el versículo 4.
“He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.”
Este versículo es bastante claro, ¿no le parece? Estas personas se enriquecen haciendo trampa, negándole el salario a sus trabajadores.
Santiago aquí hace referencia, específicamente, a los trabajadores que cosechaban las enormes tierras de los ricos.
El término “obreros,” hace referencia a los inmigrantes pobres que vivían con hambre, literalmente – trabajadores contratados por el día, con un salario muy bajo; personas que no podían ahorrar; y si el jefe no les pagaba ese día, ni el ni su familia podían comer.[viii]
Así que estas personas han trabajado todo el día en los campos de los ricos. Ellos han terminado su trabajo y se han ganado dignamente su salario.
Sin embargo, Santiago dice: Por engaño, ustedes no les ha pagado.” Esto nos da a entender que esto no es un asunto de que otro día le van a pagar, sino que el dueño no piensa pagarle en lo absoluto. Seguramente el dueño cada día inventa una excusa. La realidad es que todo es un engaño.
Así que estos trabajadores jamás recibirán su dinero – aunque se lo habían ganado dignamente, con el sudor de su frente.
Estos amos simplemente se rehusaban a pagar lo que debían.
Esto me recuerda lo que Pablo dijo en Romanos 13:8: “No debáis a nadie nada,” El tiempo verbal hace referencia a alguien que esta constantemente en deudas y se rehúsa a pagar lo que debe – de hecho el contexto nos habla de pagar los impuestos.
Pablo esta diciendo: “Dejen de deberle dinero al gobierno – paguen lo que deben. Dejen de deber lo que deberían estar pagando.”
El lenguaje de Pablo en Romanos 13 se refiere a alguien que tiene una deuda que puede pagarla a tiempo, pero se rehúsa a hacerlo.
Como estas personas adineradas de Santiago 5. Ellos tiene suficiente dinero como para pagarle a estos trabajadores, pero se rehúsan a hacerlo. Y Santiago dice: “El clamor de estos trabajadores ha llegado a oídos de Jehová Sabaot.”- Es decir, el Señor de los ejércitos.
Este es un recordatorio sutil para el creyente. Quizás en esta asamblea habían pobres que no habían recibido su paga. Santiago dice, su clamor ha llegado al Dios que es tan grande que puede hacer algo al respecto.[ix]
Santiago condena las actitudes materialistas de acumular y defraudar. Ahora, el tercer pecado relacionado con el materialismo lo vamos a llamar:
Note lo que dice el versículo 5.
“Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza.”
Santiago aquí está hablando de unas personas que vivían una vida llena de lujos.
La palabra deleites nos hace saber que ellos usan su riqueza para vivir una vida cómoda y satisfacer sus deseos carnales.[x]
En la época de Santiago, aún el mundo religioso estaba metido en el amor a los lujos, las borracheras y las orgías.
Por ejemplo, a Dionisio, el hijo de Zeus, lo adoraban como el dios de las celebraciones, lo que era simplemente una forma mas linda de decir que él era el dios de las borracheras y la depravación.
De hecho, todo el sistema religioso Greco-romano estaba saturado con el amor por Dionisio.
Sus seguidores construyeron templos en los que se llevaban a cabo orgías. En el centro del templo de la ciudad de Damasco, cuyas ruinas pueden verse en la actualidad, existe un área decorada que tiene un gran hoyo en el suelo – también decorado, lleno de ornamentación y recubierto con cerámica. Ese lugar se usaba, ni más ni menos, para que los que estaban de fiesta pudieran vomitar y seguir comiendo. Eso lo consideraban como una ofrenda a su dios, Luego regresaban a deleitarse con mas comida.[xi]
El palacio de Nerón en Roma también tiene una especie de cisterna en el medio del comedor principal con el mismo propósito.
Estos ricos no se negaban ninguna oportunidad de gratificar sus deseos.
Y como la audiencia de Santiago era la diáspora, los judíos deportados por Cesar y que ahora estaba esparcidos por el imperio –pasando necesidades, sin saber si comerían o no; pensando si podrían disfrutar un día placentero nuevamente en sus vidas– seria una tentación para ellos ir y adorar en los templos de los dioses paganos, pensando que así podrían tener algún tipo de satisfacción.
Es por eso, creo yo, que Santiago le recuerda al creyente que, aunque pareciera que estas personas egocéntricas e indulgentes se estaban saliendo con las suyas, la verdad es que solo se están engordando para el día de la matanza; el día del gran juicio de Dios.
Ahora puede que están saliéndose con las suyas… pero mas adelante no será así.
Ellos están acumulando, defraudando, buscando su gratificación personal; pero no se engañe, el dinero puede obtener muchas cosas, pero al final, va a mandarlo a la ruina.
Una característica final de estos materialistas se describe con una sola palabra:
Note lo que dice el versículo 6.
“Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.”
Santiago usa términos legales. Una declaración rabínica dice: “El que le quita lo ganado a su prójimo es como un asesino.” Ya que, de esa forma, obviamente lo está matando de hambre.[xii]
Además, como los inocentes descritos aquí son pobres, ellos no pueden resistir los abusos de los ricos. Es como si hoy en día, un pobre trabajara para su jefe egoísta, este no le paga, así que él decide presentar una querella en la corte. Su jefe tiene dinero y contactos, así que soborna al juez, consigue los mejores abogados y se asegura de ganar el caso. Luego de ganar, demanda al pobre por difamación y termina sacándole lo poco que tiene. A esto es que llamaríamos un homicidio judicial.[xiii]
Al pobre hombre inocente lo maltratan en la corte, en lugar de propinarle la justicia que merece, porque el dinero manda y el rico nunca pierde.[xiv]
¿Pero se dio cuanta lo que realmente sucede en este ejemplo? Note lo que dice al final del versículo 6. Santiago dice que el hombre justo “no les hace resistencia.”
Esto puede significar una de dos cosas:
No podemos estar seguros, pero la ultima interpretación es la que probablemente Santiago tenia en mente, dado el contexto y la descripción de este hombre.
Entonces, Santiago concluye esta sección con una nota de lástima – con un tono de tristeza.[xv]
Los ricos se han salido con las suyas…por ahora. Ellos continúan con sus vidas desesperados por acumular más cosas; defraudando a mas personas y quitando del camino a todo el que los incomode – aun si esto destruye la vida de algún inocente. Ellos hacen lo que sea necesario para ganar.
Y quizás esté pensando, “Pero pastor, ese tipo de materialistas ya no existen.” ¿Esta seguro?
En esa revista Forbes que me llego salió otro articulo titulado: “Así que quieres ser un billonario.” El artículo dice: “Hacerse muy rico requiere una dedicación intensa a las reglas del dinero. Estas reglas de conducta se basan principalmente en investigaciones profundas de las características y patrones de los mas ricos – especialmente los billonarios. Las reglas del dinero son el estilo de vida y comportamiento que le permitieron a estas personas alcanzar su estatus de éxito supremo. Cualquiera puede usar estas reglas también para aumentar significativamente su ahorros.”
En otras palabras, estas reglas del dinero tienen que pasar a ser su forma de vida, si es que quiere tener éxito…si es que quiere tener más. Al leer esas reglas sentí como si estuviera leyendo un ejemplo contemporáneo de Santiago 5:l-6.
Solo tenemos tiempo para leer las primeras dos reglas – y con esas bastan además para entender a que va todo el asunto.
Regla número 1. Comprométase a ser extremadamente rico. Ellos explican: la gente muy rica tiene muy en claro que el dinero es su objetivo principal. Ellos le dan prioridad y se concentran todas sus energías en aumentar su dinero, dándole mucho menos prioridad a todo lo demás.
En otras palabras, todo lo que no le de dividendos, es una perdida de tiempo.
Regla número 2. Involúcrese en sus propios intereses y en nada mas. Ellos explican que los súper ricos se enfocan en sacar ventaja y en aprovechar las debilidades de un oponente.
Si usted es un profesional (Descubrí que ese es el término que usa Forbes para describir a la clase media) – si usted es un profesional, entonces debe tratar de hacer feliz a los demás y hacer los mejores negocios que pueda. Pero si usted quiere ser rico, tiene que asegurarse de ganar, siempre.[xvi]
Casi puedo escuchar a Santiago diciendo: ustedes están siguiendo el camino que lleva al juicio… están engordando sus corazones para el juicio de Dios.
Ahora, no me malinterprete. El dinero no es la raíz de todos los males, el amor al dinero lo es. (1 Timoteo 6:10).
Un teólogo del siglo 19 escribió lo siguiente: “no hay pecado alguno en ser rico; cuando existe pecado entre los ricos, se debe a la manera en que adquirieron la riqueza, en la actitud de su corazón y la manera en que la usan.”[xvii]
Allí es adonde aparece el pecado.
Permítame decirlo de esta manera. Si yo tengo en mi mano un billete de cien dólares- digamos que fui al banco y lo saque de mi cuenta corriente. No hay nada pecaminoso en ese billete- no hay pecado en la tinta o en la foto de Benjamín Franklin.
Querido oyente, el pecado no esta en el papel – el potencial para pecar esta en mi corazón. El billete solo es la carnada en un anzuelo- y el enemigo de nuestras almas quiere pescarnos con esa carnada.
Antes de concluir este estudio, voy a darle un par de observaciones generales acerca del dinero.
Una vez le preguntaron a John Rockefeller- ¿Cuanta riqueza seria suficiente para usted? A lo que el respondió: “Un poco mas”.
El salmista escribió en una ocasión: “Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.” –Salmo 62:10
El dinero no va a traerle satisfacción.
A propósito, todos hombres poderosos que mencione al principio – los que se habían reunido en ese famoso hotel de Chicago – todos ellos terminaron sus vidas de manera trágica.
Si el dinero pudiera hablar diría: “Yo no puedo traerte satisfacción.”
Estos dueños de tierras que encontramos en Santiago capítulo 5 eran ricos… ¿para que hacerle trampa y no pagarle a los jornaleros? No es como si lo jornaleros ganaran mucho.
Esta comprobado que entre mas dinero tiene alguien, menos dispuesto esta a darlo. La prosperidad no va a hacerlo generoso.
Usted puede ser un pobre muy avaro y envidioso.
Una última observación:
Dios esta al tanto de todo lo que sucede en este planeta… nada escapa su atención.
El famoso autor Chuck Swindoll cuenta que, en una ocasión, él fue a visitar a una señora de su congregación al hospital. Al llegar a la entrada del hospital, vio al marido en el patio, fumando un cigarro.
Cuando el hombre vio que Swindoll caminaba en su dirección, ya que no quería que el pastor lo viera fumando, se metió el cigarro en el bolsillo. Swindoll sonrió y decidió acercarse al hombre y comenzar una conversación…el hombre trató de actuar lo mas casual posible, pero comenzó a sonrojarse, a moverse de un lado al otro, hasta que desde el bolsillo del pantalón le empezó a salir humo… finalmente, Swindoll le dijo: “Mire, ¿por que no va y se lo termina?” El hombre respondió: ¿Terminar que cosa? Y se fue, en medio de una nube de humo.
Que buen cuadro de la naturaleza humana.
¿Humo, fuego, calor- como? ¿Adonde?
Las personas descritas aquí en Santiago capitulo 5 tienen la impresión de que Dios no ve sus acciones.
¿Corruptos? ¿Egoístas? ¿Egocéntricos? ¿Quién? ¿Adonde?
Santiago nos dice que Dios lo sabe… y Dios va a responder con justicia – Él va a vengar la maldad.
Querido oyente…el dinero habla, este saca a la luz lo que tenemos en el corazón …y Dios ha estado escuchando.
¿Esta usted acumulando cosas- ropa, dinero, etcétera? ¿Es culpable de acumular riquezas para sus intereses personales? ¿Hay alguna forma de impiedad en la manera en que usted usa su dinero?
¿Está rehusando pagar sus deudas? ¿Existen excesos en su vida –inversiones, placeres, posesiones o entretenimiento?
El profeta Jeremías dijo lo siguiente
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová…” (Jeremías 9:23-24)
Hay una cosa de la que podemos jactarnos- no de cuan astutos o inteligentes seamos; cuan fuertes, cuan poderosos o adinerados. No. Esto es algo por lo que podemos jactarnos por la eternidad: Que conocemos a Dios por la fe en Cristo Jesús.
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey
© Copyright 2011 Stephen Davey
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[i] Charles R. Swindoll, James: Practical and Authentic Living (Insight for Living, 1991), p. 159
[ii] David Platt, Radical: Taking Back your Life from the American Dream (Multnomah Books, 2010), p. 45
[iii] Tony Evans, James: The Perfect Christian (Word, 1998), p. 190
[iv] D. Edmond Hiebert, James (BMH Books, 1992), p. 259
[v] Hiebert, p. 261
[vi] Ibid, p. 262
[vii] Citation: ―Money in the Casket,‖ GCFL.net (7/9/02)
[viii] Barclay, p. 118
[ix] Evans, p. 198
[x] Barclay, p. 119
[xi] Adapted from John MacArthur’s broadcast transcript, #1943
[xii] Hiebert, p. 267
[xiii] Hughes, p. 218
[xiv] Warren W. Wiersbe, James: Be Mature (Victor Books, 1979), p. 144
[xv] Hiebert, p. 269
[xvi] Forbes Magazine, August 30, 2010
[xvii] Newton, p. 111