Lección 33: Sucedió un Fin de Semana

Lección 33: Sucedió un Fin de Semana

Pasaje Bíblico: 1 Pedro 3:18-22.

En este programa, consideramos el que Martín Lutero consideró “el pasaje menos claro en todo el Nuevo Testamento”… Un pasaje complejo, lleno de problemas interpretativos. Acompáñenos en el estudio de esta desafiante porción de las Escrituras mientras descubrimos su significado, su importancia y las aplicaciones que podemos sacar para nuestras vidas. 

Transcripción

Introducción

En la escuela secundaria, tenía una profesora de química a la que no le caía bien. Al menos esa era mi excusa para casi reprobar la clase.

Todavía puedo recordar lo que casi me impidió graduarme: esa colorida y confusa tabla de elementos, conocida como la Tabla Periódica.

Se suponía que debía aprenderme esa tabla de memoria, así como las fórmulas de lo que sucede cuando mezcla este con ese y ese con este. ¡Con razón estaba orando por el rapto!

Si me hubieran dejado solo en un laboratorio de química, probablemente habría quemado mi escuela hasta los cimientos. Simplemente no entendía el tema – lo que, en retrospectiva, es triste, dada la belleza del orden sistemático que Dios le ha dado al universo, incluyendo las configuraciones de los electrones.

Pero no me caía bien mi maestra y mi actitud sin duda influyó en mi aptitud en el décimo grado.

Bueno, resulta que a mí me agrada nuestro maestro, el apóstol Pedro, y no veo la hora de entrar en el siguiente versículo de su pluma inspirada por el Espíritu.

Pero de repente, le guste o no, se encuentra con una de las clases más confusas y difíciles de entender en nuestra exposición a través de Primera de Pedro.

De hecho, hace unos 500 años, cuando Martín Lutero comentaba este texto en particular, escribió: “[No hay] pasaje menos claro quizás que este en todo el Nuevo Testamento, de modo que no sé con certeza qué quiere decir Pedro. . . No puedo entender y no puedo explicarlo y no ha habido nadie que me lo haya explicado.[i]

Con esa introducción alentadora, le invito a abrir su Biblia para que retomemos nuestro estudio. Permítame comenzar leyendo el párrafo en cuestión.

1 Pedro 3:18-22.

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.

El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.

Obviamente, parte de este párrafo se entiende fácilmente sin ninguna explicación. Pero hay partes extremadamente difíciles de entender incluso después de buscar todas las pistas gramaticales, históricas y teológicas.

Tal vez recuerde que el apóstol Pedro escribió en su segunda carta esa declaración bastante humorística pero realista de que el apóstol Pablo tiene algunas cosas difíciles de entender (2 Pedro 3:16). Bueno, Pedro, ¡ciertamente le devolviste el favor!

Mientras leía y releía y releía este texto de las Escrituras, se me hizo evidente que, si busca el tema general sin perderse en los detalles, verá que Pedro obviamente nos está llevando a través de la narración de la pasión y el triunfo de Jesucristo.

Comienza en el versículo 18 con la muerte de Cristo. Luego en el versículo 19 continúa con el descenso de Cristo; luego en el versículo 21 con la resurrección de Cristo; y luego al final del versículo 22, con la ascensión de Cristo.

Sí, algunas de las declaraciones que Pedro hace en este pasaje son complejas, pero el tema general es el triunfo de Cristo que pasa de la muerte en la tierra al triunfo en el Cielo.

Y esto sería increíblemente alentador para los cristianos que estaban, y están, sufriendo por seguir a Cristo, especialmente cuando no parece que el lado correcto está ganando.

Entonces, lo que voy a hacer es ir a través de este texto siguiendo el tema general y obvio, es decir, el evangelio de la muerte, descenso, resurrección y ascensión de Cristo.

Permítame titular la primera porción de nuestro estudio de esta manera:

 

Cristo Murió Abriendo el Camino al Cielo.

Mire de nuevo el versículo 18.

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios…

Este versículo, dicho sea de paso, se considera como uno de los resúmenes más breves y sencillos, y sin embargo uno de los más profundos, que vemos en el Nuevo Testamento sobre la cruz de Jesús.[ii]

De hecho, algunos historiadores creen esta era la letra de un credo antiguo o incluso de un himno que se cantaba en la iglesia primitiva. Este es un resumen poderoso y conciso: Jesús, que nunca cometió pecado, murió de una vez por todas. Es decir, en contraste con los sacrificios anuales en el Día de la Expiación que se repetían año tras año, la muerte sacrificial de Jesucristo fue absolutamente única y definitiva. Fue suficiente, escribe Pedro, para llevarnos a Dios.

El concepto de llevarnos a Dios se refiere presentar a una persona. En las cortes antiguas, ciertos funcionarios controlaban el acceso al rey. Verificaban el derecho del individuo a ver al rey y luego presentaban esa persona al monarca.[iii]

Pedro usa esa idea para describir a Jesús como la Persona que está verificando su derecho como miembro de la familia de Dios por la fe en Su muerte y Su pago por nuestros pecados.

En otras palabras, todo el que quiera ir al Cielo pero no quiere que Jesús tenga nada que ver con eso esencialmente ha descartado, según dice Pedro, al que tiene el papel de verificar su derecho a entrar.

Jesús es el agente de aduanas. Jesús es el guardia divino en esa terminal del aeropuerto, revisando su pasaporte; Quiere saber si está estampado con Su propia sangre. No vas a entrar sin Él.

Entonces Cristo murió, abriendo su camino al Cielo.

En segundo lugar:

 

Cristo Descendió Proclamando la Victoria del Cielo

Note la siguiente frase al final del versículo 18,

siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.

Cuando Jesús murió en la cruz, recordará que le dijo a Dios Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu (Lucas 23:46). Y Lucas añade: Habiendo dicho esto, expiró.

Fue una muerte real porque Jesús era un ser humano real. Él era tanto Dios como hombre. No era un fantasma habitando un cuerpo; Era verdaderamente de carne y hueso.

Él podía morir porque era humano; Él podía morir y pagar la pena por todos sus pecados y los míos, porque Él era Dios.

Allí en esa cruz, Jesús murió en la carne, así como usted y yo moriremos un día. Sin embargo, cuando Jesús murió, al igual que usted y yo, él no dejó de existir ni se fue a dormir a algún lugar cómodo en el cielo.

No, estamos a punto de descubrir que estaba muy despierto.

El Apóstol Pablo nos dice que cuando morimos, nuestros cuerpos mueren. De hecho, parece que nuestros cuerpos se han quedado dormidos (y ya que un día vamos a resucitar, la Biblia a menudo describe a la muerte como un sueño, un periodo temporal hasta que el Señor despierte nuestros cuerpos, por así decirlo); pero nuestro espíritu va inmediatamente a estar con el Señor en el Cielo. Pablo escribe, estar ausente del cuerpo (en la muerte) es estar presente con el Señor (2 Corintios 5:8).

Pero digo eso para explicar la declaración de Pedro de que Cristo fue vivificado en espíritu después de Su muerte en la cruz. De hecho, Jesús está a punto de ir a un lugar y predicar un sermón. Pero, no se me adelante leyendo, y siga escuchando. Jesús evidentemente no está durmiendo en algún lugar, o en el limbo, sino que está muy vivo.

Pedro está a punto de contarnos algo de lo que Jesús estaba haciendo después de morir en la cruz y antes de resucitar de la tumba tres días después.

Piénselo de esta manera: Pedro nos va a decir lo que hizo Jesús durante el fin de semana. ¿No es genial?

Bien, ahora puede seguir leyendo el versículo 18, comenzando con la última parte:

siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca.

Hasta allí nomas por ahora.

Jesús está vivo en el espíritu y está predicando a los espíritus. ¿Quiénes son?

Bueno, para empezar, la palabra aquí traducida espíritus no se usa para los seres humanos, excepto una vez cuando se refiere a los espíritus de los justos (Hebreos 12:23).

En el resto de los casos, espíritus siempre se refiere a fuerzas angelicales, tanto buenas como malas.

Jesús predicó a los espíritus encarcelados, por lo que evidentemente estos son demonios o ángeles caídos.

¿Puedo decirle que este párrafo ha producido grandes desacuerdos entre los eruditos que creen en la Biblia?

¿Puedo decirles que este párrafo me ha mantenido despierto por la noche, pensando en lo que significa? ¿Puedo decirle cuántas veces mi esposa me escuchó decirle: “Esta es una semana muy difícil ¡Este es el texto más complicado que he encontrado y nadie está de acuerdo con nadie!”?

Espero que se anime a medida que estudia la Palabra al saber que existen algunos pasajes que simplemente desafían la comprensión, porque describen algo que no podemos entender o no brindan suficientes detalles, que es lo que está sucediendo aquí.

  • ¿Quiénes son estos espíritus exactamente? Creo que podemos hacer formar una buena hipótesis.
  • ¿Qué es esta prisión? Podemos dar una respuesta razonable.
  • ¿Cuándo exactamente durante el fin de semana les predicó Jesús? No se nos dice.
  • ¿Lo escucharon o se burlaron de Él? No se nos dice.
  • ¿Qué les dijo exactamente Jesús en esta predicación? No se nos dice, pero creo que tengo una buena idea.

Escuche, hay al menos 20 puntos de vista sobre lo que está sucediendo aquí. Y le voy a dar el correcto. En realidad, digo eso en broma porque no estoy absolutamente seguro.

La buena noticia es esta: no necesita tener la interpretación correcta de estos asuntos para ir al cielo. Si fuera tan importante, el Señor nos habría dejado en claro todo lo anterior.

Ahora, mientras estudia la Biblia, descubre comentarios importantes de otros pasajes de las Escrituras. Y hay un par de versículos en el Nuevo Testamento que aluden a este mismo tema.

En su segunda carta, Pedro escribe que

Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que… los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio (2 Pedro 2:4).

Entonces, algo les sucedió a algunos demonios que los llevaron a un juicio temprano antes del juicio final donde también serán encarcelados para siempre en el Lago de Fuego.

En la carta de Judas, él escribe que

a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día (Judas versículo 6).

En otras palabras, estos demonios están encarcelados en un lugar especial en el reino de los espíritus incluso hasta el día de hoy. Ellos son incapaces de deambular por el mundo como el diablo y los otros demonios. Se encuentran recluidos en prisión, en espera de un juicio futuro y definitivo.

Algunos argumentan que esta es la prueba de que los “hijos de Dios” en Génesis 6, eran demonios que cohabitaron con mujeres humanas, en su intento de distorsionar la raza humana y arruinar el plan de redención. En ese caso, estos serían los demonios que fueron juzgados y encarcelados en prisión y su descendencia habría muerto en el diluvio.

Esa es una excelente interpretación y muchos buenos teólogos se aferran a ella.

Lo que me hace dudar de esta interpretación es la descripción de Pedro aquí. Él no dice que los demonios fueron desobedientes durante las generaciones anteriores a la construcción del arca por Noé, sino que dice específicamente que fueron desobedientes mientras se preparaba el arca.[iv]

Ahora bien, es posible que ciertos demonios lideraran una rebelión contra el mensaje de Noé sobre el juicio venidero de Dios. Y esa es la interpretación a la que me inclino. Porque el énfasis parece estar en lo que hicieron estos demonios durante los 120 años que le tomó a Noé construir el arca. Y esto es lo que sabemos: Jesús fue y les predicó en la cárcel.

¿Por qué? No se nos dice específicamente, pero tenga en cuenta que los demonios no son omniscientes. No conocen el futuro y tienen que leer el periódico o escucharlo algina forma si quieren saber qué pasó en algún lugar del mundo donde no estaban. Y han estado en esa oscura cárcel desde el diluvio.

Ellos sabían de la promesa mesiánica y estaban involucrados en los esfuerzos de Satanás para poner todo lo que pudiera en el camino del cumplimento de esa promesa. Dios le prometió a Satanás en Génesis 3:15 que un individuo de la descendencia humana aplastaría la cabeza de la serpiente.

Estos demonios sabían todo eso, pero no sabían que finalmente había sucedido. No sabían que el Mesías finalmente había venido. No sabían que el Señor había muerto y expiado el pecado, de una vez por todas, abriendo el camino al Cielo para el creyente.

No sabían que los planes de su líder (Satanás) ahora estaban aplastados. Ellos no sabían nada de eso. Y creo que Jesús fue allá y les contó acerca de eso.

Del contexto aquí en cuanto a la muerte de Jesús en la cruz, el pago por el pecado, la promesa de que los planes de Satanás serían aplastados en la cruz, y el intento de estos demonios de contaminar a la raza humana y desafiar a Dios, creo que este fue el tema de la predicación de Jesús: que todos sus esfuerzos y estrategias satánicas estaban ahora para siempre frustradas. Por su muerte y pronta resurrección, habían perdido y el Cielo había ganado.

¿Y qué hay de esa arca? Note el versículo 20,

mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo.

Acabamos de lidiar con una frase difícil y ahora tenemos otra en nuestras manos.

He conocido a muchas personas que dibujan un círculo alrededor de las palabras, el bautismo ahora nos salva, sacándola de contexto y cometen el grave error de enseñar que la salvación viene por la fe en Cristo más el bautismo.

Sin embargo, el problema que van a tener es con el resto del versículo.

El primer problema para esta interpretación es la forma en que comienza el versículo. El Bautismo que corresponde a esto. ¿Qué es eso? – el diluvio y el arca.

Eso nos indica que se está haciendo una analogía. En otras palabras, Pedro no está diciendo que el acto del bautismo salva, sino que el bautismo es una imagen de lo que salva. Es una analogía que apunta a lo que le salva.[v]

Noé y su familia, en última instancia, pudieron salvarse gracias su confianza y fe en la obra salvadora de Dios.

El agua que representaba el juicio de Dios y la muerte sobre la humanidad pecadora levantó el arca donde Noé y su familia estuvieron a salvo y no se ahogaron con los demás.

Entonces, en correspondencia con eso, cuando alguien se sumerge en el agua del bautismo, también está rodeado por lo que representa el juicio. Esa agua representa la muerte y la tumba. Pero el creyente está en el arca. Es decir, está en Cristo. Ahí está la analogía. Y el bautismo apunta en última instancia a la resurrección de Cristo. Y debido a que ha puesto su fe en Él, tampoco se ahogará en el juicio final y venidero de Dios.

Notar también como continúa el versículo. Observe ese comentario entre paréntesis. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva. Note el paréntesis ahora, y continúe leyendo lo que dice después: por la resurrección de Jesucristo.

Ese es el punto. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva… por la resurrección de Jesucristo.

El bautismo es una declaración poderosa de su fe en la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. De hecho, es la declaración que define al creyente.

Cuando Noé entró en esa arca, fue el momento decisivo de su fe.

Y note lo que dice el paréntesis: (no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia).

Esto deja en claro que el acto de sumergirse en agua no es lo que salva.

El bautismo es su compromiso exterior – escribe Pedro aquí – la aspiración o petición según su traducción. Es una declaración de su parte de que su conciencia está limpia por la sangre salvadora de Cristo y que está confiando solo en el plan de Dios. Es una declaración increíblemente maravillosa y significativa de su fe.

Entonces, cristiano, si no se ha bautizado, ¿qué está esperando? El acto del bautismo no le salva, pero apunta a Aquel que le salvó. Y tiene la oportunidad de hacer una declaración pública de que ha confiado en el Arca: el Señor Jesús.

Así que haga su declaración, identifíquese con aquel que le salvó haciendo esta analogía, una declaración personal mientras se bautiza públicamente como seguidor de Cristo.

Cristo murió, abriendo el camino al Cielo. Cristo descendió, proclamando la victoria del Cielo.

Ahora en tercer lugar;

Cristo Resucitó y Ascendió, Demostrando la Supremacía del Cielo

Comencemos leyendo desde la última parte del versículo 21.

Por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.

Cuarenta días después de Su resurrección, nuestro Señor ascendió al cielo para sentarse a la diestra de Dios Padre. Estar a la diestra de Dios es una expresión que se refiere al lugar de poder y adoración y autoridad.[vi]

Pedro simplemente está concluyendo este texto al enfatizar la completa victoria y soberanía de Cristo sobre todo – sobre toda la creación, sobre toda la humanidad, sobre todo el mundo espiritual, sobre los santos ángeles y todos los demonios con su insignificante autoridad delegada. Todos están sujetos al poder y al plan de Cristo.

Permítame asegurarme de enfatizar lo que Pedro quería que sus lectores entendieran. No creo que él quería que nos obsesionáramos con el tema de los demonios en prisiones espirituales y perspectivas confusas en cuanto al bautismo.

Él estaba escribiéndoles a personas que estaban sufriendo por Cristo. Así es como Pedro comenzó este párrafo. ¡Estaban sufriendo!

Así que tenga en cuenta estas dos verdades:

  • Primero, esto no es lo que parece: el lado ganador a menudo parece estar perdiendo.

Solo recuerde a Cristo en la cruz. Y recuerde a Noé. Nadie escuchó. Todos se burlaron de él. El lado ganador no siempre parece estar ganando.

Se burlaron de Noé y esa arca, y van a burlarse de usted y su Salvador.

Puede que esté rodeado, pero está a salvo en el arca de Cristo, para siempre. Y eso me lleva a la segunda verdad a tener en cuenta;

  • En segundo lugar, esto aún no ha acabado; el creyente que sufre tiene, en Cristo, un futuro espectacular.

¿Un futuro espectacular? ¿Cómo podemos estar tan seguros? Porque Cristo murió, descendió, resucitó y ascendió. Él venció… y nosotros con Él.

 

Conclusión

Termino con esto: la Batalla de Waterloo es una de las batallas más famosas de la historia.

Ocurrió en la parte continental de Bélgica donde Napoleón buscó contraatacar las fuerzas aliadas occidentales, incluidas Alemania y Gran Bretaña.

Cuando Napoleón fue finalmente derrotado en esta histórica batalla, Europa entró en una época de inusual paz y prosperidad.

Un autor contó la interesante historia de cómo las noticias sobre Waterloo llegaron a Inglaterra.

La noticia primero llego en un barco que navegó desde Europa a través del Canal de la Mancha hasta la costa sur de Inglaterra. Luego, la noticia se transmitió desde la costa, hasta Londres, mediante una serie de señales con banderas.

Cuando se recibió el informe en la Catedral de Winchester, en Londres, las banderas en lo alto de la catedral comenzaron a deletrear la derrota de Napoleón por parte de Wellington. El mensaje comenzaba señalando las palabras, “Wellington derrota. . .”

Sin embargo, antes de que se pudiera completar el mensaje, pronto apareció una niebla que ocultó el resto del mensaje. Basándose en lo que, de hecho, era un mensaje incompleto, los ciudadanos de Londres pensaron que Napoleón había ganado, lo que habría significado una derrota devastadora para Inglaterra. La tristeza llenó la nación cuando las malas noticias se extendieron rápidamente por todas partes.

Pero luego, la niebla se disipó repentinamente y se podían ver las banderas en lo alto de la Catedral de Winchester, completando la noticia “Wellington derrota a Napoleón”.

A medida que el mensaje completo se difundió por todo el país, la tristeza se convirtió en alegría y la gente comenzó a bailar en las calles.[vii]

Hay una niebla alrededor del planeta tierra, una niebla que puede asentarse y, a veces, durante el sufrimiento, el dolor, la dificultad o la pérdida, incluso para el creyente, oscurece el mensaje.

Tal vez tenga problemas para verlo hoy debido a lo que está pasando.

Pedro les recuerda a ellos y a nosotros el mensaje completo porque no es lo que parece y esto no ha acabado aún.

Recién comenzamos a comprender, confiar e identificarnos con Él y regocijarnos, y, un día nos regocijaremos aún más mientras adoramos al Único:

  • quien murió y abrió el camino al Cielo;
  • que descendió y proclamó la victoria del Cielo;
  • que resucitó y ascendió demostrando la supremacía del cielo.

¡Él ha ganado! ¡Él es victorioso! Y nosotros, con Él

 

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el 2017

© Copyright 2017 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

 

[i] David R. Helm, 1-2 Peter and Jude, (Crossway, 2008), p. 119

[ii] Hiebert, p. 235

[iii] John MacArthur, 1 Peter (Moody Publishers, 2004), p. 207

[iv] Hiebert, p. 245

[v] MacArthur, p. 217

[vi] Warren W. Wiersbe, Be Hopeful: First Peter (David C Cook, 1982), p. 106

[vii] Adapted from Helm, p. 122

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