Transcripción

Introducción

Un día, el diablo decidió poner sus antiguas herramientas a la venta para poder renovarse. El hizo una especie de venta de garaje, y puso todas herramientas al aire libre para que todos pudieran inspeccionarlas a gusto. Cada herramienta tenía una etiqueta con su respectivo precio.

Había todo tipo de instrumentos. Algunos lucían realmente sofisticados y peligrosos como el odio, la envidia, la mentira, la lujuria, el orgullo, la ambición, etc., etc.

Separado del resto de las herramientas había una que parecía bastante inofensiva. Era pequeña, y estaba bastante desgastada, pero su precio era astronómico.

            “¿Cuál es el nombre de esa herramienta?” Preguntó uno de los compradores.

            “Oh” dijo el diablo, “esa es el desánimo.”

            “¿Porque es tan cara? Nadie va a poder comprarla.”

            “Eso es porque me ha sido más útil que la mayoría de las otras herramientas. Con ella, puedo abrir y meterme dentro del corazón de una persona, cuando no puedo siquiera acércame con las otras herramientas. Una vez adentro, puedo hacer que mi victima piense lo yo quiera. Seguramente, te has dado cuenta de que está bastante desgastada, y es que la he usado en casi todos – y es especialmente útil en los cristianos porque la mayoría no tiene idea que esta herramienta me pertenece a mi.”

Se fueron todos los compradores finalmente aquella tarde, pero ninguno pudo comprar esa pequeña herramienta. Sin embargo, el diablo la continúa usando y hasta el día de hoy, el desánimo es su herramienta favorita.[i]

Estoy de acuerdo. El desánimo es una herramienta efectiva, que puede llevar a que un creyente termine desviándose del camino de forma muy sutil.

Contexto

Si ha estado acompañándonos durante los últimos programas, habrá notado que David ha estado rodeado de circunstancias desalentadoras por un buen tiempo.

David es el futuro rey de Israel, pero él está viviendo al borde de la hambruna. Él va de un lado a otro escondiéndose, mendigando a veces, pidiéndole comida a los granjeros y hacendados.

Y no todos han sido generosos. David sabe que va a ser el rey de Israel, pero en los últimos años él no ha visto el interior del palacio. Él es un fugitivo. Él es uno de los hombres más buscados de Israel.

El próximo capítulo nos cuenta de otro evento en donde David es perseguido por Saúl. Durante la noche, mientras Saúl y sus hombres están durmiendo, David se escabulle hasta donde Saúl está durmiendo, y – otra vez – escoge perdonarle la vida; solo que esta vez, David toma la lanza y la vasija de agua de Saúl.

Una vez más, David lo confronta desde una distancia prudente. Saúl llora, pide disculpas, y promete un montón de cosas. Las promesas de Saúl no duran mucho y David vuelve a escapar.

El estrés debe hacer sido enorme; la vida de fugitivo lo está agotando, la presión es grande.

Aunque no nos gusta ver que nuestro héroe de la fe se derrumba, hemos llegado al momento en que David empieza a tomar una decisión desastrosa tras otra.

Sinceramente nunca he escuchado una predicación acerca de 1 Samuel 27. Quizás porque es algo incómodo – o quizás porque como que queremos saltarnos esta sección para llegar al momento en que David es coronado rey.

Pero nosotros vamos a tomar un tiempo para reflexionar en estos pasajes y sacar algunas de las poderosas lecciones que podemos encontrar aquí.

Vayamos a 1 Samuel 27 versículo 1. Dijo luego David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano.

La verdad es que uno tiene que leerlo dos veces para creer lo que está pasando. ¿Quien se esperaría esta reacción de parte de David?

Pero note nuevamente el versículo 1, David dijo en su corazón… y a todo esto, este fue su primer error.

Idealmente, este capítulo debería haber comenzado diciendo algo como, “luego, David oró a Dios en su corazón” o “David clamó a Dios de corazón” o por lo menos, “David se quejó delante de Dios.”

No aquí, David tomó una decisión por si mismo, sin hablar con Dios – sin recibir consejo – sin llamar al sacerdote para escuchar la palabra de Dios… David dijo en su corazón.

En estos próximos capítulos – David no va a mencionar a Dios una sola vez.[ii]

De hecho, un comentarista escribió que los capítulos 27 hasta casi el final del 30 – lo cual es lo que vamos a cubrir el día de hoy – son capítulos carentes de Dios. Él escribe, “David está bajo una enorme presión aquí, y él decide buscar seguridad en filistea en vez de Jehová.[iii]

¿Puede imaginárselo? David se convence a si mismo de va a estar más seguro viviendo con el enemigo de Israel que si sigue confiando en el Dios de Israel.

David conversa consigo mismo y se convence de hacer lo que cree que es mejor.

Nuestro mundo nos dice, “solo sigue tu corazón.” Lo escuchamos en canciones y es el tema de muchísimas películas – es prácticamente la moraleja que buscan dar.

Deja que tu corazón te guíe.

El profeta Jeremías dijo, “La verdad es que el corazón es engañoso y perverso…” (Jeremías 17)

Desafortunadamente, David no se detiene a conversar con Dios, y simplemente se deja guiar por su corazón.

El teólogo F.B. Meyer escribió las siguientes palabas comentando este pasaje – creo que vale la pena anotarlas y ponerlas en el escritorio o en el refrigerador – “cuando tenga que tomar decisiones importantes, nunca actúe en medio del pánico. Cálmese y permanezca quieto. Oblíguese a entrar a la quietud de su habitación hasta que su pulso se haya normalizado y el miedo haya dejado de perturbarlo. Es en los momentos de mayor ansiedad, cuando tomamos las peores decisiones. No decida en su corazón qué va a hacer o no; espere en Dios hasta que Él le muestra el camino.”[iv]

A todo esto, no seamos muy duros con David. Todos tenemos nuestras historias de cuando fuimos engañados por nuestros corazones confundidos.

Y sinceramente, David tiene muchas razones para sentirse desanimado. El observa sus circunstancias, y siente la presión, la responsabilidad, y el cansancio de estar huyendo del rey Saúl.

Lo que David no estaba viendo, era a su enemigo espiritual que trabajando en él con su herramienta favorita – ese viejo instrumento desgastado llamado desánimo.

La Progresión del Desánimo

Y aquí, en el capítulo 27, vemos que David toma una mala decisión, que marca el comienzo de una serie de situaciones angustiosas. Es una progresión que voy a bosquejar con cuatro palabras.

1. La primera palabra es: Engañado

Note el versículo 2.

Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquis … rey de Gat.

¿Le suena familiar? La última vez que David apareció en Gat, él había actuado como si estuviera loco para poder escapar. No esta vez.

El rey de Gat, sin duda, ha escuchado acerca de todos los años en que David había estado escapando de Saúl – como el reino se estaba dividido en su lealtad a Saúl. Aquis está feliz ahora de recibirlo. Aparte, esta vez, David tiene 600 hombres y sus familias.

El rey Aquis está más que feliz de agregar hombres valientes a su ejército – así que él les ofrece protección a estos hábiles guerreros que, según este rey, deben haber desertado del ejército de Israel para unirse a ellos.

Y eso es exactamente lo que este rey va a decirle a los otros reyes filisteos en la siguiente escena – David se nos unió (29:3).

Ahora note la petición de David en el versículo 5.

Y David dijo a Aquis: Si he hallado gracia ante tus ojos, séame dado lugar en alguna de las aldeas para que habite allí; pues ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real?

En otras palabras, “rey, no queremos incomodarte… ¿por qué no nos das un pueblo que hayas capturado en las afueras y nos dejas vivir allí?

El versículo 6 nos informa que el rey le dio a David el pueblo de Siklag.

Y a todo esto, David va a entrar ahora a un periodo en su vida en que va a andar mal espiritualmente. Durante este tiempo, David no va a componer más canciones. No existen salmos en este periodo de su vida.

El cantante de Israel se queda en silencio.

Pero David no está en Siklag, sentado y de brazos cruzados. El próximo párrafo nos informa que él y sus hombres van y atacan a los filisteos – sin dejar a nadie vivo para contar lo que pasó – y de esa forma, David empieza a conquistar la tierra de los filisteos como si él fuera el rey de Israel. Aun en medio de su desobediencia, Dios estaba cumpliendo sus propósitos en David.

Todas estas conquistas le proveen la cantidad necesaria de comida, ropa y animales para sustentar a su grupo de seguidores. Y cuando el Rey Aquis iba a visitarlo y veía todas las cosas nuevas, David le mentía explicándole que había estado peleando contra los Israelitas en el Negeb.

El Negueb – que significa literalmente tierra seca – era una referencia a la región sureña de Israel, cerca de Beerseba.[v]

Miremos nuevamente el versículo 4 antes de dar vuelta la página. Dice: Y vino a Saúl la nueva de que David había huido a Gat, y no lo buscó más.

Estas son buenas noticias, ¿no?

Bueno, Saúl dejó de buscar a David – el plan de David había funcionado. David pide una ciudad donde refugiarse – y el rey le da lo que quiere. Cada vez que Aquis lo visita, David lo engaña – ¡y la mentira funciona!

Definitivamente funcionó. O sea, por primera vez en años, David no está vuelto loco, temiendo que Saúl va a venir a matarlo. Debe haber sido lo correcto, ¿no?

Querido oyente, uno de los problemas de seguir su corazón – engañoso como es – es el falso sentido de seguridad que uno tiene.

Chuck Swindoll comentó este pasaje diciendo, “la presión se había ido – ¡qué alivio! Habrá pensado David, ahora puedo vivir tranquilo … fantástico… mi decisión valió la pena.”[vi]

El problema es que este falso sentido de paz no va a durar mucho.

2. La segunda palabra en esta progresión es la palabra, Arrinconado.

Note el capítulo 28, versículo 1.

Aconteció en aquellos días, que los filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel. Y dijo Aquis a David: Ten entendido que has de salir conmigo a campaña, tú y tus hombres. Y David respondió a Aquis: Muy bien, tú sabrás lo que hará tu siervo. Y Aquis dijo a David: Por tanto, yo te constituiré guarda de mi persona durante toda mi vida.

De repente, David se encuentra arrinconado. Él no puede decir que no y tampoco puede decir que sí. El plan no está saliendo tan bien como esperaba. ¿Puede imaginarse a David con sus hombres, yendo al campo de batalla para unirse a los filisteos para pelear contra Israel?

David no sabe qué hacer… su plan perfecto está desbaratándose y él sabe que está a punto de que lo descubran.

¿Se acuerda de alguna anécdota cuando lo descubrieron haciendo algo que no debía? Quizás alguna maldad cuando era joven.

Yo me acuerdo de una vez cuando me castigaron en el colegio. Aparentemente había hecho algo malo… no me acuerdo bien de que hice, pero me acuerdo de que me obligaron a quedarme después de clase a lavar las ventanas.

El castigo no fue tan malo, lo malo era si mis padres se enteraban. Así que, decidí que no les iba a contar a mis padres que estaba castigado en el colegio.

Las buenas noticias eran que yo era parte del equipo de futbol del colegio y teníamos practica la misma tarde que estaba castigado. La providencia de Dios es algo increíble. Tenía tanta paz acerca de mi plan.

Todavía recuerdo estar allí sobre la escalera lavando una ventana cuando escuché el sonido de un auto que se estacionaba. Mire hacia atrás y el auto… Era el auto de mi papá. Él salió del auto y me vio sobre la escalera. Me miró tan sorprendido como yo a él.

Él se preguntaba, ¿qué estás haciendo sobre esa escalera? Y yo me preguntaba ¿que estás haciendo tan temprano acá?

Evidentemente, mi papá había decidido llegar más temprano para verme en la práctica. Él nunca había hecho eso antes.

Él había venido a gastar un buen tiempo con su hijo. Y sí que gastamos un buen tiempo juntos…

Mi plan perfecto se había arruinado.

En el caso de David, esto es mucho más serio que un castigo en la escuela. Él, o va a perder su credibilidad y su derecho de ser rey por matar israelitas, o va a perder su propia vida al revelar su engaño. David estaba entre la espada y la pared. Arrinconado.

Satanás debe haber estado sobándose las manos, feliz. Esto les pondría fin a las promesas de Dios.

Y entre paréntesis, esta es la batalla donde Saúl y su hijo Jonatán mueren. ¿Puede imaginarse en el problema que David se había metido? Y todo esto porque se había dejado engañar por su corazón confundido.

Ahora, en el capítulo 29 se nos cuenta cronológicamente lo que ocurre después. Mire el versículo 2.

Y cuando los príncipes de los filisteos pasaban revista a sus compañías de a ciento y de a mil hombres, David y sus hombres iban en la retaguardia con Aquis. Y dijeron los príncipes de los filisteos: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquis respondió a los príncipes de los filisteos: ¿No es éste David, el siervo de Saúl rey de Israel, que ha estado conmigo por días y años, y no he hallado falta en él desde el día que se pasó a mí hasta hoy?

Ellos no le creen, y en el siguiente párrafo, leemos que obligan a David y a sus hombres a volver a casa en Siklag. En el versículo 8, David pretende estar decepcionado y aun ofendido – con una actuación digna de un Oscar.

Aquis no tiene más opción que enviar a David y a sus hombres de vuelta a casa.

Dios estaba obrando detrás de escenas, instigando a estos reyes filisteos para que no quisieran la cooperación de David.

Aun así, David ha perdido un montón de credibilidad de parte de sus hombres. Me imagino que no están celebrando, o riéndose mientras caminan devuelta a Siklag. Esos deben haber sido 3 días tensos, en silencio y alguna murmuración que otra.

Ellos habían quedado arrinconados y casi habían perdido sus vidas. Pero se pone aun peor.

3. La tercera palabra que viene a mi mente es la palabra, destrozado.

El capítulo 30 nos informa que mientras van llegando a Siklag, descubren que su hogar está en ruinas. Note el versículo 1.

Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siklag y le habían prendido fuego. Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado muerte, sino se los habían llevado al seguir su camino. Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos

¿Puede imaginárselo? Ellos se sientan entre las ruinas y literalmente se ponen a llorar.

Y no pasa mucho tiempo hasta que algunos de ellos empiezan a culpar a David por lo que pasó… Ellos habían estado siguiéndolo – a él y sus planes perfectos – y ahora lo habían perdido todo, aun a sus familias.

Note la última parte del versículo 6. Pero David de fortaleció en Jehová su Dios. Por primera vez en casi 2 años, David habla con Dios.

Phillip Keller escribe, David no tiene otro lugar donde ir… él ha perdido su credibilidad, la lealtad de sus hombres, sus credenciales como líder. Ellos están indignados, furiosos … agarran piedras, listos para apedrear a David. David no tiene lugar donde ir, ni lugar donde correr.[vii]

Su plan los llevo a todos a estar arrinconados y ahora destrozados anímica y emocionalmente. Sin duda su conciencia le había advertido. Sin duda, Ahimelec, su sacerdote le había sugerido que hablara con Dios. ¡No! – ¡yo sé lo que estoy haciendo! Voy a estar bien.

Recientemente he mencionado a Gary Richmond y su libro titulado, “una vista desde el zoológico” – allí el escribe observaciones bíblicas a partir de cosas que vivió mientras trabajaba en el zoológico de Los Ángeles.

En un capítulo, él cuenta la historia de una cuidadora llamada Julia. El zoológico había comprado un mapache bebé y habían puesto a Julia como la encargada de este nuevo miembro del zoológico. El mapache era tierno y juguetón, y rápidamente se ganó el corazón de Julia – y de todos los demás en el zoológico.

Julia a veces cumplía con sus responsabilidades mientras cargaba a este pequeño mapache sobre su hombro. Ella le puso por nombre, bandido.

Sin embargo, Gary empezó a preocuparse por Julia – él sabía que los mapaches experimentan un cambio cuando llegan a los 24 meses. Así que le advirtió a Julia que después de los 24 meses, los mapaches suelen atacar a sus dueños sin explicación. Un mapache de 15 kilos puede hacer tanto daño como un perro grande.

Una y otra vez, Gary le advirtió a esta joven del peligro – ella siempre lo escuchaba respetuosamente, pero siempre respondía de la misma manera. Ella decía, “Gary, esto es diferente,” luego sonreía y decía, “bandido nunca me lastimaría.”

Gary escribió, “tres meses después de mi última advertencia, Julia necesitó varias cirugías plásticas ya que su mapache la había atacado sin razón aparente y le había lacerado el rostro severamente. Bandido fue luego dejado en libertad en un bosque.”

“Va a ser diferente conmigo. Puedo manejar la situación con el rey Aquis… se lo que estoy haciendo. Sé que no se supone que estemos viviendo con los filisteos, pero tengo un plan… va a funcionar… va a ser diferente con nosotros.”

Engañado, arrinconado, destrozado.

4. Una cuarta palabra ahora viene a mi mente – es la palabra, Corregido.

Por primera vez David llama al sacerdote para que lo guie en busca de la sabiduría de Dios – note el versículo 8.

Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.  

No pase por alto este cambio – cuan distinto responde David en esta situación. David esta con tanto pánico como estaba en el capítulo 27. Seguramente, dentro suyo, su corazón le decía, “persigue a esos amalecitas y rescata a tu gente – esa es la única forma en que vas a poder recuperar tu credibilidad y tu familia. Es obvio David… anda a perseguirlos. Escucha tu corazón.”

Pero David ya no está interesado en escuchar a su corazón. Su corazón ya le había causado suficientes problemas. Él ahora quiere escuchar a Dios.

La narrativa termina felizmente con David y sus hombres volviendo con sus familias y habiendo derrotado a sus enemigos.

Aplicación

Permítame terminar este estudio con dos aplicaciones.

Primero, tenga cuidado: Su corazón es peligroso.

Usted y yo podemos convencernos a nuestros mismos de hacer cualquier cosa. Tenga cuidado con lo que su corazón le dice… tenga cuidado con las influencias que permite en su vida.

Contrario a lo que le dice la última película – o libro – o blog – o serie de la televisión – lo último que quiere hacer es seguir a su corazón.

Allí es donde el diablo lo quiere. Él tiene sus herramientas listas… él está buscando a alguien para desacreditar, (1 Pedro 5:8) – especialmente usando el desánimo.

Así que tenga cuidado. Escuchar a su corazón es peligroso.

Segundo, sea agradecido: Dios está siempre listo para dar de su gracia.

Me pregunto cómo le habríamos respondido nosotros a David después de dos años de indiferencia. Esta es la primera vez que él llama al sacerdote y le pide un consejo a Dios. “¿te serviré Señor al perseguir a los enemigos de Israel?

Y el Señor podría haber respondido – David, estas castigado… vas a ir a lavar ventanas por el resto de tu vida. David, ya no puedo confiar en ti… olvídalo

No. Dios responde con gracia a su hijo arrepentido y le dice, “vuelve a la batalla… tengo otra victoria para que disfrutes.”

Querido oyente, no le crea a quien le diga que Dios se ha cansado de usted – que ha estado demasiado tiempo con los filisteos y que ahora Él ya no quiere saber nada con usted.

Esa es una mentira… esa es la propaganda del Diablo.

La sangre de Jesucristo limpia de todo pecado (1 Juan 1:7-9). Arrepiéntase… y busque su voluntad a través de Su palabra.

Y aprendamos de David – que su éxito no fue gracias a sus habilidades… sino a la providencia y la misericordia de Dios.[viii]

Confíe en Dios y búsquelo en medio de sus problemas, y no pasara mucho tiempo hasta que usted, tal como el cantante de Israel, sea lleno de una paz y una canción que solo viene por la gracia de Dios.

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el día 23/02/2014

© Copyright 2014 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

—

[i] Adapted from Charles R. Swindoll, Tale of a Tardy Oxcart (Word Publishing, 1998), p. 164

[ii] Dale Ralph Davis, Expositions of the Book of 1 Samuel (Baker, 1994), p. 138


[iii] Ibid, p. 140


[iv] F.B. Meyer, David: Shepherd, Psalmist, King (Christian Literature Crusade, reprint, 1973), p. 111

[v] J. Carl Laney, First & Second Samuel (Moody Press, 1982), p. 77

[vi] Charles R. Swindoll, David: Man of Passion & Destiny (Word Publishing, 1997), p. 112

[vii] Phillip Keller, David: Book I (Word Books, 1985), p. 187


[viii] Adapted from Davis, p. 166