Lección 8: Integridad

Lección 8: Integridad

Pasaje Bíblico: Josué 9:16-12:24.
 En nuestro estudio del libro de Josué, el día de hoy, vamos a encontrar a Josué dando una gran muestra de carácter; una muestra de integridad. La manera en que responde a sus circunstancias se convierten en un ejemplo para nosotros para demostrar integridad en nuestras vidas. 

Introducción

En el año 1924, una compañía de seguros llevo a cabo una encuesta bastante interesante. Seleccionaron a cien personas al azar y les enviaron una carta. Junto a la carta, enviaron un billete de un dólar –que en aquel tiempo era mucho más dinero que ahora. La carta explicaba que, para enmendar un error que estas personas cometieron, la compañía les debía un dólar. 27 personas devolvieron el dinero diciendo que el error era de la compañía y no de ellos. En el año 1971, esta misma compañía repitió la encuesta. Esta vez, 13 personas devolvieron el dinero. Si hicieran esta estadística hoy, me imagino que todos se quedarían con el dinero diciendo ¿Cuan bobos pueden ser estos directivos?  Gracias por el dinero.

Cuando usted era más joven, seguramente habrá escuchado mucho la palabra “integridad”. Todos debían tenerla, pero nadie la tenía.

El diccionario define a la integridad como: “rectitud moral, libre de corrupción; honestidad.” Mientras otros la definen como: Hacer lo que uno dijo que haría.” Eso, querido oyente, es integridad.

Un hermano de la iglesia me contó acerca de lo que sucedió en su negocio hace un tiempo. Uno de sus clientes hizo un pedido muy grande de un día para el otro. Este pedido era el doble de lo que cualquier otro cliente jamás había pedido. Se trataba de una emergencia y necesitaban la mercadería para el día siguiente, por la tarde. El dueño del negocio sabía que no podría tener todo el material por al menos dos o tres días. Si el firmaba el contrato, sabía que su cliente tendría que esperar. En lugar de hacerlo, le dijo al cliente que llame a la empresa que era su competidor directo, ya que la competencia, tal vez, tendría los materiales disponibles.

Eso es integridad. No es prometer algo que uno sabe que no va a poder cumplir; es cumplir con todo lo que uno dijo que haría.

Una muestra de integridad puede ser algo pequeño, como quedarse un poco más tarde para cumplir esa tarea que le dijo al jefe que tendría para el final del día aunque ya está cansado y solo quiere irse a casa; o acudir a esa reunión que tenía agendada con esa persona que no le cae muy bien. También puede ser algo más trascendente como cumplir la promesa que le hizo a su hijo de llevarlo al parque o cumplir con un ministerio incluso después de darse cuenta que no era tan fácil. Puede ser algo tan importante como permanecer casado, incluso cuando se dio cuenta que esa persona no era todo lo que usted esperaba.

En nuestro estudio del libro de Josué, el día de hoy, vamos a encontrar a Josué dando una gran muestra de carácter; una muestra de integridad. Él fue engañado por los Gabaonitas en una actuación digna de un Oscar. Llegaron al campamento de Israel con ropa vieja, sandalias gastadas y comida vieja. Ellos le buscaron probar que vivían muy lejos, aunque vivían a 20 minutos, para así escapar de la conquista del pueblo de Dios.

“Mira, Josué, nuestras sandalias están gastadas del largo viaje. Venimos de muy lejos.”

Josué creyó sus mentiras porque no acudió a Dios, tal como vimos en nuestra última lección. Ahora, quiero que enfoquemos nuestra atención en el capítulo 9 de Josué y en la manera en la que Josué reacciona al enterarse de la verdad.

Josué Guarda la Promesa

Comencemos viendo el versículo 15 de Josué 9 a manera de repaso. Josué le había hecho una promesa a los Gabaonitas.

“Y Josué hizo paz con ellos, y celebró con ellos alianza concediéndoles la vida; y también lo juraron los príncipes de la congregación.”

Versículo 16,

“Pasados tres días después que hicieron alianza con ellos, oyeron que eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos.”

O sea que recién tres días después los israelitas se dieron cuenta de que los Gabaonitas vivían a veinte minutos de camino. Ellos pensaron que realmente venían de un país muy lejano.

Me imagino, una vez que se firmó el tratado de paz, que los Gabaonitas se marcharon para sus casas, a la vuelta de la esquina, riéndose y dándose palmaditas en la espalda, diciendo: “Ese Josué sí que es torpe. ¡Que ingenuos que son los Israelitas!

Ahora, ¿Que va a hacer Josué cuando descubra que lo engañaron? Eso es lo que quiero que veamos.

Leemos lo que la congregación de Israel quería hacer con Josué en el versículo 18,

“Y no los mataron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes.”

Los israelitas querían atacarlos pero Josué no los deja. Así que el pueblo lo resiente por eso y los Gabaonitas lo dejaron en ridículo. Ahora mire lo que dice el versículo 26,

“Y él lo hizo así con ellos; pues los libró de la mano de los hijos de Israel, y no los mataron.”

En otras palabras, Josué cumplió con su palabra.

Josué respondió con integridad a esta situación. El sabía que hacer algo malo, además de lo que ya había hecho mal, jamás crearía algo bueno. Dos cosas malas no resultan en algo bueno.

Jehová Revela su Poder

Hoy quiero que veamos en este pasaje una verdad muy importante. Ya que Josué responde con honestidad e integridad, el crea, en cierto sentido, una circunstancia en la que Dios va a revelar Su carácter a través de la vida de Josué. Dios va a hacer esto de varias maneras. Permítame darle dos.

  1. Una Victoria Inesperada

Primero, Dios va a usar esta alianza para traer una victoria inesperada.

Fíjese lo que dice Josué 10:1-4,

“Cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la había asolado (como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey), y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos, tuvo gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes. Por lo cual Adonisedec rey de Jerusalén envió a Hoham rey de Hebrón, a Piream rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis y a Debir rey de Eglón, diciendo: Subid a mí y ayudadme, y combatamos a Gabaón; porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.”

En otras palabras, Gabaón, que era una gran ciudad, al hacer esta alianza con Israel, había traicionado a sus vecinos. La traición puede ser contagiosa, causando que otros se rindan y hagan flamear la bandera blanca. Así que este rey piensa, “Si esta ciudad fuerte y valiente nos ha traicionado, será mejor que la eliminemos, antes que otra ciudades hagan los mismo y le entregan sus armas a los Israelitas.”

Así que estos reyes planean destruir a Gabaón, una ciudad que solía ser su aliada.

Ahora, mire lo que dice Josué 10:5-6. Los Gabaonitas, que acababan de engañar a Josué, piden ayuda.

“Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon cerca de Gabaón, y pelearon contra ella. Entonces los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento en Gilgal: No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han unido contra nosotros.”

Ahora, piense por un momento y póngase en el lugar de Josué. Usted fácilmente podría pensar: “Esto es una bendición; esta es la respuesta a la oración que nunca oré. ¿Por qué no me siento por un rato y veo como los Cananeos se matan entre sí? Nosotros hicimos esa promesa, pero estoy seguro que el Señor comprenderá. Además, los cinco reyes han venido contra ellos – debe ser Dios obrando. Gracias Señor, Tu obras en maneras misteriosas.”

Si Josué hubiera actuado así, toda la congregación de Israel le hubiera dado una palmadita en la espalda y él hubiera pasado a ser nuevamente el héroe del pueblo. Sin embargo, Josué guardo la promesa que hizo. Él respondió de una manera que nosotros hubiéramos racionalizado.

¿Qué hace Josué? El versículo 9 nos dice:

“Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal.”

En otras palabras, Josué respondió con integridad porque estaba dispuesto a guardar su promesa.

Ahora, Dios trae la victoria sobre los cinco reyes pero de una manera inusual. Mire lo que dice Josué 10:10-11,

“Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda. Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada.”

Esta idea puede ser algo chocante para algunos y es una que la iglesia, creo yo, ha olvidado – y es que Dios es un poderoso guerrero que pelea por su pueblo. Nosotros tenemos esta idea de que estamos haciendo toda la lucha y que todo depende de nosotros; debemos ser fuertes. Querido oyente, Dios es poderoso y Él permite que su carácter íntegro se revele por medio de un hombre y su nación, que respondió con integridad y luchó.

Allí tenemos a Dios, en el cielo, arrojando piedras a los enemigos de Su pueblo. Este no es el Jesús que la gente tiene en mente en la actualidad; ese Jesús que se imaginan como un joven débil con olor a crema humectante. Él es un guerrero y el está en el cielo arrojando piedras, luchando por su pueblo porque ellos respondieron con integridad. Es un cuadro muy interesante.

Ahora, hay ocasiones en nuestras vidas que observamos a personas respondiendo con integridad y las admiramos. Creo que Dios quiere enseñarnos a responder de esa manera.

Muchos de nosotros hemos criado hijos. A veces, cuento cosas que mis hijos hicieron porque creo que se puede  identificar conmigo. Recuerdo haber experimentado una expresión de carácter e integridad de parte de uno de mis hijos que me impactó mucho.

Él tenía unos cinco años y yo lo lleve al médico porque tenía un cuadro de anginas. Estaba con mucha fiebre, sus mejillas estaban rojas y se sentía muy débil. Al llegar a casa, después del trabajo, mi esposa ya había llamado al médico para sacar un turno; así que fui y lo lleve al pediatra.

Estábamos sentados en la sala de espera y yo estaba más nervioso que él. Finalmente nos tocó a nosotros. Entramos al consultorio y nos sentamos. Al minuto vino una enfermera lo miró y dijo “tenemos que asegurarnos que es angina. Así que voy a tener que sacar unas muestras de tu garganta.” Ella le dijo, “Abre la boca.” El abrió la boca y la enfermera tomo una muestra con un hisopo.

Ella se fue y yo mire a mi hijo y le dije, ¿Por qué no vienes y te sientas en mis piernas? Lo abrace y él me dijo, “Papá ¿Por qué no cantamos algo? Yo le pregunte ¿Qué quieres cantar? Él respondió “cantemos aleluya.”

Yo pensé, ¿aquí? Este es el consultorio el medico ¿cantar aleluya? No se lo dije. Solo lo pensé; así que cantamos Aleluya. La puerta del consultorio que daba a la sala de espera estaba abierta.

Terminamos de cantar y él me dijo “quiero cantar algo más.” Le pregunte: Bueno ¿ahora que cantamos? Él respondió: “Cuanto amo a Cristo.”

Ahora, yo puedo predicarles de Cristo a desconocidos sin ningún problema. Pero en ese momento en particular, ¿sabe que pasó por mi mente? ¿Cómo puedo cerrar esa puerta sin que mi hijo se dé cuenta? Como él estaba sentado en mis piernas, no podía hacerlo. Así que nos pusimos a cantar, “oh, cuanto amo a Cristo.” La gente susurraba cosas y hablaba entre sí. En ese momento pensé: “Señor, ya veo, ya entendí.”

Esa fue una evidencia de la inocencia de mi hijo, pero a la vez, de su integridad.

Es interesante ver como Dios responde cuando se evidencia integridad en la vida de una nación. Dios va a dar dos revelaciones de sí mismo.

  • La primera es que Dios es el guerrero que pelea por los fieles.
  • La segunda es que Dios es el creador que controla Su creación.

Me encantan los siguientes versículos. Mire lo que dice Josué 10:12,

“Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas:  Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón.”

La nación de Israel oye a Josué orar en público. Ahora mire el versículo 13,

“Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos.  ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.”

Josué está por derrotar a cinco reinos gracias al poder de Dios. Se está haciendo tarde y necesita más luz para terminar con el ejercito enemigo. Él tiene la audacia de pedirle a Dios que le dé luz solar por más tiempo. Básicamente, Josué está diciendo: “Necesito doce horas más de luz.” Y Dios se lo da.

Ahora, por lo general, no me tomo tiempo para responder a los críticos, porque los críticos no están el domingo en la iglesia, pero permítame esclarecer un poco esto porque es posible que alguien le pregunte al respecto.

A los críticos les encanta ir a este pasaje. Ellos atacan la inspiración divina de las escrituras con este pasaje y dicen: “No es posible. Científicamente no se puede decir que el sol se paró. ¿Cómo se va a mandar al sol que se detenga? Sabemos que la tierra órbita alrededor del sol y al moverse va rotando, lo que nos da un día de 24 horas, o dos ciclos de 12 horas. Sabemos que así es como funciona. El sol está en el centro. Entonces que Josué diga “Sol, detente” es una equivocación.”

Me imagino a esos mismos críticos observando la hermosa escena que Dios pinta al final del día. ¿Qué dirían? Dirían: “Que hermosa puesta de sol.” ¿Qué cosa? Que cuando el sol baja da unos colores hermosos.” ¿Adónde va el sol?

Esta es nuestra perspectiva y así hablamos. De hecho, cuando se da el reporte del clima en la televisión, le muestran la hora de la puesta de sol y la hora en que sale el sol. Desde el punto de vista científico, ¿Esta técnicamente errado? Si, pero así hablamos. Es una forma correcta de expresarse.

Y así estaba hablado Josué, en el idioma de su época. Él está diciendo, “Dios, necesito un día más largo, para poder terminar la tarea.”

Ahora, no sabemos cómo Dios hizo eso exactamente, pero, ¿No es Dios lo suficientemente poderoso para mandar a su creación? Si el mundo creyera lo que cuenta Génesis capitulo 1, no tendrían ningún problema en creer el resto de la Biblia. Pero ese es problema.

Ahora, mire la última parte del versículo 13 de Josué 10. A todo esto, el ‘libro de Jaser’ que se menciona allí era una colección de grandes eventos en la historia de Israel. También se lo menciona en 2 Samuel.

“¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.”

¿Podemos explicar como sucedió? No. Sin embargo hay muchos que buscan encontrarle una explicación natural. En mi investigación descubrí más de veinte teorías. Pero, querido oyente, si Dios es lo suficientemente grande como para crear el universo, también lo es para hacer lo que quiera con él.

El famoso expositor y comentarista Donald Barnhouse tenía una manera única de ilustrar las cosas. En una ocasión, él estaba predicando en el Seminario de Princeton y varios de los profesores estaban presentes. Robert Wilson, un creyente y profesor de Antiguo Testamento estaba allí escuchando.

Después de la predicación, Wilson se acercó a Barnhouse y le dijo: “Siempre vengo a escuchar a los graduados. Quiero saber si tienen un Dios grande o un Dios pequeño. Los que tienen un Dios pequeño tienen muchos problemas con Él – Él no puede hacer milagros, no puedo inspirar y preservar su Palabra y demás. Los que tienen un Dios grande, no tienen ningún problema con Dios – El habla y las cosas suceden; Él manda y se cumple. Señor Barnhouse, usted tiene un Dios grande.”

Para aquellos que tienen un Dios grande, este pasaje no presenta ningún problema.

Ahora, hay otra cosa que quiero que usted note acerca de este milagro. Tiene que ver con el sol y con la luna. Esto es interesante porque la religión pagana de los Cananeos tenía como dioses principales ni más ni menos que el sol y la luna. Entonces, al hacer este milagro, Dios estaba también enviando un mensaje que decía, en efecto, “Yo soy el único Dios. Soy más poderoso que sus dioses mayores. Puedo controlar el sol y la luna.”

  1. Una Influencia para la Gloria de Dios

En segundo lugar, Dios no solo va permitir que Josué experimente una victoria inesperada, sino que también va a usar la alianza para influenciar a los Gabaonitas para Su gloria.

Vaya en su Biblia a Josué capitulo 9 y mire lo que hace Josué con los Gabaonitas en el versículo 27,

“Y Josué los destinó aquel día a ser leñadores y aguadores para la congregación, y para el altar de Jehová en el lugar que Jehová eligiese, lo que son hasta hoy.”

¿Qué servicio tenían que hacer los Gabaonitas? ¿Adónde los asignó? Al altar. En otras palabras “Si quieren servir, van a tener que traer la leña y el agua para el altar y van a tener que hacerlo varias veces al día.”

Josué prácticamente les está diciendo: “Voy a exponerlos a la adoración a Jehová.”

¿Qué sucedió como resultado de esto? Cuando juntamos las piezas en el Antiguo Testamento, descubrimos algo fascinante. Los Gabaonitas pasaron a ser seguidores de Jehová.

Permítame darle algunas de las pistas que nos llevan a esta conclusión:

  • Cuando los judíos, más adelante, fueron tras dioses ajenos, los Gabaonitas se rehusaron a hacer lo mismo.
  • Cuando la tierra fue dividida, ellos escogieron la ciudad de Gabaón para que el altar este allí y para que Aarón y los sacerdotes vivan, haciendo de esta una ciudad especial.
  • Cuatrocientos años después de la división de la tierra, David escogería Gabaón para erigir el Tabernáculo.
  • Quinientos años antes de Cristo, en el tiempo de Zorobabel, las genealogías hablan acerca de los que regresaron a Jerusalén luego del exilio y los Gabaonitas son mencionados como unos de los seguidores de Dios que regresaron.
  • Una de las pistas más interesantes es el hecho de que, cuando Nehemías regresó a reconstruir la ciudad de Jerusalén, los Gabaonitas se ofrecieron como voluntarios para ir a reconstruir los muros.

Los Gabaonitas fueron expuestos a la adoración a Dios y a un hombre que respondió de una manera que probablemente lo haya sorprendido. Josué los podría haber dejado solos. Él podría haber dicho “Señor, gracias por traer estos cinco reyes para liberarme de esta situación.”

Pero los Gabaonitas vieron llegar a Josué y a sus hombres para rescatarlos. Estoy seguro que el apoyo de Josué los impactó. El estar expuesto al poder de Dios – un Dios personal – obró en el corazón de los Gabaonitas y los trajo a la fe.

Querido oyente, es posible que usted este rodeado de Gabaonitas. Tal vez trabaje con algunos. Tal vez este casado con uno. Puede que uno de sus hijos sea uno. Que nuestro testimonio sea claro y revele nuestro carácter integro; para que, de esa manera, Dios sea glorificado y mostrará Su carácter en y por medio de nosotros. Y, luego los Gabaonitas que nos rodean le sigan también a Él.

¿Vivirá hoy una vida de integridad?

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado originalmente en 1991

© Copyright 1991 Stephen Davey

Todos los derechos reservados