Pasaje Bíblico: Tito 1:1b
¿Qué le apasiona a usted? ¿La comodidad, el deporte, las amistades? El apóstol Pablo nos mostrará en este versículo cuáles son las pasiones de un verdadero esclavo de Cristo.
Lección 2: Pasión
- Estudios de Tito
Introducción
En el año 1798, salió a la venta un juego de mesa llamado “El Nuevo Juego De La Vida.” El juego consistía en ir tomando decisiones que afectaban el resto del juego. El escoger “virtudes” (o decisiones moralmente buenas) incrementaban las chances de ganar el juego, mientras que los “vicios” las disminuían. Se aconsejaba a los padres que jugaran este juego con sus hijos. Y los creadores lo describieron de la siguiente manera: “La vida es un viaje que comienza al nacer y concluye con la muerte. Dios esta al volante…y su premio se haya mas allá de la tumba.”
Un hombre llamado Milton Bradley, en 1860, tomo la idea de este juego y creó un juego parecido que llamó “El Camino de la Vida” en el cual, el buen camino incluía la honestidad y la valentía. Mientras que el camino lento incluía la pereza y la vergüenza. La perseverancia llevaba a los jugadores a ganar fortunas y obtener éxito. Bradley describió su juego de la siguiente manera: “Este es un juego moral que anima a los niños a vivir vidas ejemplares y entretiene tanto a adultos como a niños de una manera sana, con una actitud competitiva y amistosa.”
100 años después, en 1960, la compañía Milton Bradley saco a la venta una edición especial del juego y vendió más de 35 millones del mismo. El juego había sido revisado para que los jugadores ahora pudieran ganar dinero, comparan muebles y tuvieran una familia. Pusieron de lado el tema de los vicios y virtudes. Ahora, el ganador del juego era el que tuviera la mayor cantidad de dinero al llegar a la última casilla.
Pero eso no es todo.
El juego sufrió otra revisión en el año 1990, cuando los diseñadores de la compañía intentaron quitar un poco el énfasis en el dinero. Esta vez, la familia desapareció, y en lugar de ella, pusieron la opción de cuidar animales y especies en peligro de extinción. Los que hacían eso, eran premiados con dinero en efectivo- y al final, el ganador terminaba siendo el que tenia mas premios.
Luego en el 2011 el juego fue revisado una vez más. Esta vez, los jugadores pueden ser premiados por cualquier cosa que hicieran. Pueden ir a la universidad, viajar, comenzar una familia o hacer lo que quisieran. El sistema de valores ya no estaban presentes- uno puede ganar la misma cantidad de puntos por donar un órgano a una persona enferma, que por ir a bucear al caribe. El juego tampoco tiene una casilla final, sino que uno puede terminar de jugar cuando quiera, de esa manera, no se hace mención al fin de la vida. De hecho, la descripción del juego ahora dice: “Haga lo que tenga que hacer para poder jubilarse con estilo.”[i]
Que cambio de perspectiva –cambio que hasta se refleja en un simple juego de mesa.
Las revisiones de este juego sirven como ejemplo de la regresión de nuestra cultura en los últimos 200 años.
En el juego original, el ganador era la persona que adquiría mas virtudes y evitaba la mayor cantidad de vicios. A propósito, ¿Quién determinaba las virtudes y vicios? Dios- el estaba al mando en el viaje de la vida.
Pero cuando se echo de lado a Dios y las virtudes y vicios pasaron a ser simples expresiones de valor o pereza – lo único que valía la pena entonces era terminar con más dinero. Así que escoja vivir como plazca… y sin importar lo que haga, recuerde que esta viviendo para jubilarse…ese es el fin. Todos sus planes y decisiones; todas sus inversiones son para poder jubilarse. Solo debe asegurarse que llegará a ese punto con la mayor cantidad de dinero posible.
Que diferencia con el juego original, que decía que la recompensa vendría después de la tumba- después de esta vida- así que uno tenia que vivir con la eternidad en mente, y con Dios en mente, porque finalmente llegaría el día del juicio.
Y el dinero- eso no era realmente importante. En el cielo, el oro no va a ser más que el pavimento, nada mas.
La pérdida de los valores morales y el valor de mencionar los vicios por lo que son, ha impactado profundamente a nuestra cultura.
Durante los disturbios en Inglaterra del 2011, un líder religioso tuvo el valor de decir que los destrozos solo eran un síntoma de la desintegración moral del mundo occidental.
El diario de Wall Street lo citó diciendo, “Ha habido una gran ola de pensamientos que han arrasado con la cultura occidental- el pensar que uno podía tener relaciones sexuales sin la responsabilidad del matrimonio; hijos sin la responsabilidad de ser padres; orden social sin la responsabilidad ciudadana; libertad sin la responsabilidad de la moralidad, y autoestima sin la responsabilidad de trabajar.”
El continuó diciendo, “En gran parte del mundo la religión es vista como algo del pasado. Todo lo que la gente piensa es en comprar, usar, vestir, disfrutar- porque usted se lo merece. El mensaje es que la moralidad es algo del pasado y la conciencia es para los bobos.”
Luego el citó a un erudito de Harvard, el historiador Niall Ferguson que, en su obra “Civilización,” se pregunta si es que el occidente puede mantener el control del mundo con un declive moral tan grande.
Él citó también a un miembro de la Academia China para las ciencias sociales, que estaba investigando la razón del dominio del Occidente. El dijo: “Al principio pensamos que eran sus armas; luego pensamos que seria la democracia; después pensamos en el capitalismo. Pero, por las ultimas décadas, nos hemos dado cuenta que lo que le ha dado el domino al occidente en la plataforma mundial, es su religión.[ii]
Sus observaciones son útiles; sin embargo, su respuesta es un poco deficiente.
La solución no es la religión. De hecho, el mundo siempre ha estado saturado de religión.
Cuando Pablo llego a Atenas, comentó cuan religiosa era la ciudad – habían estatuas de dioses por todas partes. De hecho, los atenienses tenían tanto miedo de haberse olvidado de alguna deidad, que hasta construyeron un altar “al dios no conocido” (Hechos 17:23).
Y Pablo les presento a este Dios que no conocían – el Dios Todopoderoso –el Dios creador cuyo Hijo vino a la tierra para redimir a la humanidad, no solo del pecado, sino de la vana religión.
Cuando uno de los jóvenes aprendices del Apóstol Pablo llamado Tito, comenzó su ministerio en la isla de Creta –él se encontró rodeado de religión y mitologías; quedó sumergido en una cultura relativista en la que el mentir y engañar eran parte del juego de la vida.
No había consideración por las virtudes y los vicios. Cada uno vivía para si mismo.
Y la solución, desde luego, no era otra religión.
La solución era una reforma espiritual, que se hallaba en el evangelio de Cristo.
Es por eso que, al comienzo de su carta a Tito, Pablo se presenta de una forma bastante particular. Él le informa tanto a Tito como a las iglesias en Creta que él es un hombre con una pasión.
De hecho, él va a decirnos cuales son sus pasiones en la vida. Y si nuestro deseo es impactar a este mundo, y vivir como verdaderos cristianos, nosotros debemos tener esta pasión también. En primer lugar, encontramos una pasión por la fe.
Pasión por la fe
Si usted escuchó el ultimo mensaje, recordará que hablamos que en el versículo 1, Pablo se presenta a si mismo como un esclavo de Dios.
La palabra ‘doulos’ allí empleada significa esclavo, y no siervo.
Y la diferencia entre esclavo y siervo, es que el siervo es contratado, mientras que al esclavo se lo compra.
Un esclavo no tenia derechos –el solo debía cumplir la voluntad de su amo. Estudie la vida de Pablo y vera que cuando el dijo “quiero ser un esclavo de Dios” lo decía en serio.
Pero eso no solo es para el Apóstol Pablo. Dios no nos ha contratado. No tenemos derecho a quejarnos por las horas extras, o de negociar un mejor salario o un lugar mejor para vivir o reclamar mejores condiciones de trabajo. No nos han contratado –hemos sido comprados por precio y ya no somos dueños de nuestra vida. 1 Corintios 6:20 lo deja muy claro:
“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
Pablo luego se describe a si mismo como un apóstol –un mensajero de Jesucristo.
Y él era muy apasionado acerca del mensaje y su llamado como mensajero de la fe.
El otro día iba detrás de una furgoneta, en muy mal estado; llevaba un montón de escaleras y herramientas de trabajo. Evidentemente la persona iba de camino a hacer un trabajo reparación. El problema es que iba a unos 50 km/h en una zona de 60.
Ese es un pecado imperdonable.
Lo peor es que no podía pasarlo, así que me quedé allí detrás de esa furgoneta por unos largos minutos. Finalmente logre pasarlo –de forma legal, por si se lo estaba preguntando. Pensé que el conductor seria una persona mayor. Pero no, era un joven que iba manejando con las ventanillas abajo, disfrutando su día de trabajo. Su jefe probablemente estaba pensando adonde se encontraba. Pero él estaba completamente despreocupado. Como, seguramente, le pagan por día, de verdad no le importaba llegar pronto a trabajar.
Sin embargo, el apóstol Pablo había recibido una tarea de parte de Dios, y él tenía una gran pasión por cumplirla
Note lo que dice en la mitad del versículo 1.
“…conforme a la fe de los escogidos de Dios…”
La palabra traducida “conforme” viene de la palabra griega κατά y, aquí se usa para hablar de una meta o un propósito.[iii]
En otras palabras, Pablo esta diciendo, “Soy un esclavo de Dios, un apóstol de Cristo, y esta es mi tarea, esta es mi meta –y esta es mi pasión – la fe de los que han sido escogidos por Dios.
Este tema va a continuar en el versículo 13, en donde Pablo le dirá a Tito que corrija a aquellos en la iglesia que están yendo detrás de fabulas, para que sean sanos en la fe.
En el capitulo 2, versículo 2, él exhorta a los ancianos a ser sanos en la fe – a que estén firmes en las bases genuinas de la fe.
Lo que me hace pensar, ¿Cuanta pasión tenemos nosotros en entregarle el fiel mensaje de fe, y la sana doctrina a la próxima generación?
Hace poco compartí con mi clase de escuela dominical la historia de D.L. Moody, el famoso evangelista del siglo 19, que fue usado por el Señor para comenzar lo que hoy conocemos como el instituto Bíblico Moody y la publicadora Moody Press. Él le predico a miles de personas en Inglaterra y los Estados Unidos. La iglesia que él comenzó en la ciudad de Chicago hoy se llama “la Iglesia Moody” y es pastoreada por Edwin Lutzer.
Cuando D.L. Moody solicito ser miembro de su iglesia local, a mediados del siglo 19, le pidieron que asistiera a una reunión con los diáconos para discernir si él había comprendido el evangelio. Después de esa entrevista con los diáconos, Moody no recibió la membresía. Esa decisión se baso en que él no tenia suficiente conocimiento del evangelio.
Pero eso no quedo allí- estos diáconos lo pusieron en un curso de estudio de la palabra por un año y luego lo volvieron a entrevistar. Al finalizar la entrevista, lo recibieron como miembro, pero con ciertas reservas.
¿Cuántas iglesias en la actualidad se molestan en saber si la gente comprende el evangelio de verdad? La mayoría de las iglesias dicen: “Si usted cree, venga, hágase miembro… mientras que prometa dar su diezmo y sea una buena persona, todo esta bien.”
¡Imagínese a la iglesia actual requiriendo cierto nivel de comprensión de las doctrinas de la fe antes de permitirle ser miembro!
Alguien me contó acerca de un libro –que luego compre, ojee y arroje a la basura.
El titulo del libro era “¿Que es lo mínimo que puedo creer y aun así ser cristiano?”
¿Que es lo mínimo que puedo creer y aun así ser cristiano? No es de sorprenderse entonces que el autor dijo que creer en la inerrancia de la Biblia es, de hecho, perjudicial para la fe genuina.[iv]
Este hombre continuó afirmando la ideología de género; dio argumentos a favor de la evolución, negó la existencia del infierno, sugirió que es posible que los inconversos vayan al cielo y otras cosas mas.
Ahora, la pregunta nunca debería ser: “¿Que es lo mínimo que puedo creer y aun así ser cristiano?”
Eso es como que un hombre diciéndole a su novia en el altar, ¿Cuál es la menor cantidad de votos que puedo prometer y aún ser tu marido?, o un empleado diciendo, ¿Que es lo mínimo que puedo hacer en el trabajo y no perder el empleo?
La verdadera pregunta es: ¿Qué es lo máximo que debo de creer a causa de ser cristiano? Y esa era la pasión del apóstol Pablo: Establecer la fe saludable de los que eran verdaderos creyentes.
Pablo nos esta diciendo, desde el comienzo de la epístola, que a el le apasiona desarrollar y fortalecer el contenido y la sustancia de la fe de los escogidos de Dios.
Pasión por los escogidos
Ahora, volviendo al versículo 1, leemos que Pablo tenia una gran pasión por la fe- note ““…de los escogidos de Dios…”
Ahora, esa frase a causado enormes controversias y divisiones a través de los siglos. La palabra escogidos viene del griego ‘eklektos’ de donde sale la palabra castellana ‘electos’.
Quizás sea de ayuda ilustrar esto con una moneda. Imagine que la salvación es una moneda. La moneda, obviamente tiene dos caras. Una cara de la moneda tiene la perspectiva divina, que siempre será un misterio para nosotros, mientras que la otra cara nos presenta la perspectiva humana. Así que en la salvación existen ambas realidades: Dios lo escoge (esa es la perspectiva divina), pero usted escoge aceptar a Cristo (esa es la perspectiva humana).
O, ya que la salvación es descrita como el matrimonio entre Cristo y su novia, la iglesia, piénselo de la siguiente manera:
- Primero, esta la soberana propuesta de parte de Dios.
- Segundo, la aceptación voluntaria de parte del pecador arrepentido.
El matrimonio terrenal nos provee una ilustración de nuestro matrimonio celestial con Cristo. Eventualmente el hombre llega a la conclusión de que esa mujer, que ha estado conociendo, no es simplemente alguien con quien podría vivir- sino que es alguien con quien no puede esperar a vivir por el resto de su vida.
El realmente se ha enamorado de ella – él ha escogido amarla – y ha decidido que ella es la indicada. Él le propone matrimonio. Y, aparentemente, ella también llegó a la misma conclusión porque ella responde que si – que acepta casarse con él. Ella también lo había escogido a él.
Ahora, en el día de la boda, si yo le preguntara a la novia- ¿Usted lo eligió a él? Ella me diría “claro que si.” Y si le preguntara el novio- ¿Usted la escogió a ella? Él me diría: “Desde luego que si.”
Pero en el orden cronológico, el hombre tuvo que proponerle casamiento primero a la mujer; y ella luego aceptó su propuesta- lo que finalmente los llevo a la ceremonia de casamiento, donde intercambiaron sus votos y se convirtieron así en un matrimonio.
La elección es como la propuesta de matrimonio. Dios le hace la propuesta a la novia que ha escogido para su Hijo. Este es, de hecho, un matrimonio arreglado – arreglado antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4-5)
Sin embargo, nadie va a ir al cielo si no ha respondido a la propuesta divina. Usted debe aceptar la propuesta de Dios, decirle que si a Cristo.
Romanos 10:13 dice:
“porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
Ahora, usted puede quedarse despierto toda la noche tratando de resolver este misterio de cómo Dios nos escoge y nosotros también. Pero yo prefiero unirme al Apóstol Pablo, en simplemente anunciar los términos del matrimonio, para que los que crean, me den el privilegio de haber sido el mensajero de Dios para su salvación.
Pablo dijo en Romanos, que el incrédulo no puede creer en alguien de quien no ha escuchado –así que necesita un mensajero- la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17).
Los incrédulos no pueden aceptar la propuesta de casamiento hasta que no escuchen las buenas nuevas del novio –Jesucristo.
Y permítame agregar algo- ¿Cómo sabe usted si es uno de los elegidos? Es muy sencillo. ¿Ha aceptado usted la propuesta de parte de Dios? ¿Le ha dicho que si a Jesús? ¿Ha aceptado la propuesta de matrimonio? Si lo ha hecho, usted es uno de los escogidos.
Tristemente, la doctrina de la elección se la presenta muchas veces de forma negativa. Sin embargo, esta doctrina está en la Biblia para maravillarnos. La novia puede decir. ¡Él me escogió a mi! ¡Él me amó a mi!
Ninguna mujer llega al altar y le dice a su futuro marido- “Sabes que, No me puedo dejar de pensar en todas esas mujeres que no has escogido. Estoy perturbada pensando por que no las escogiste a ellas.”
No. Porque el punto de la elección es simplemente que la novia se maraville- el me escogió a mi. Realmente no entiendo como o por qué, ¿pero no es maravilloso?
Yo tampoco entiendo como va a hacer Dios para que, después de que yo muera, Él reconstruya, glorifique e inmortalice mi cuerpo, y que en un instante lo reúna con mi espíritu. No lo comprendo, ¿pero no es maravilloso?
Pablo dice, en efecto, “Yo tengo una pasión por entregar la verdad del evangelio a los que creen.”
Y francamente, no hay nada mas emocionante que ver a alguien escuchar el evangelio y creer – el ver como sus ojos se abren a la verdad, dándole lugar a la obra de la gracia de Dios.
¿Cuánta pasión tenemos de entregarle el mensaje del evangelio de Cristo al mundo?
Howard Hendricks, un gran profesor de la Biblia, escribió lo siguiente en su autobiografía: “Estoy seguro que hubiera muerto e ido al infierno sin que nadie si quiera se enterara o le importara. Nací en un hogar destruido, mis padres se habían separado antes de mi nacimiento. La única vez que los vi juntos fue cuando tenía 18 años, y tuve que ir a atestiguar a la corte por el divorcio.
De niño me crie en un suburbio de Filadelfia, en donde decían que jamás se podría comenzar una iglesia evangélica. Pero Dios tiene un fantástico sentido del humor. Cuando alguien dice que algo es imposible, él lo hace posible.
El Señor guio a un pequeño grupo de creyentes a reunirse, comprar una pequeña casa y comenzar una iglesia. Uno de los miembros de esta pequeña congregación se llamaba Walt. Él solo había terminado el sexto grado. Un día, Walt le dijo al encargado de la escuela dominical que quería comenzar una clase para niños.
“Que buena noticia, Walt, pero no tenemos una clase para que enseñes.” Fue la respuesta. Ante la insistencia del hombre, el director le dijo: “Muy bien, Walt, ve y búscate una clase. Niño que encuentres, va para tu clase.”
Así que Walt salió por mi vecindario. La primera vez que lo vi, yo estaba jugando a las canicas en la calle. “Joven, ¿te gustaría ir a la escuela dominical?” Pregunto. “La verdad no estoy interesado.” Nada que tuviera la palabra ‘escuela’ me interesaba. Pero él me dijo: “ ¿Y que te parece un partido de canicas?” Eso si que me interesó. Así que jugamos un poco y nos divertimos.
Después que me ganó, yo estaba dispuesto a ir con él a cualquier lado. Walt termino con un grupo de 13 niños de ese vecindario en su clase de escuela dominical. En la actualidad, once de esos 13 jovencitos están sirviendo al Señor.
Hendricks termina diciendo: “Como vera, mi interés en enseñar va mucho mas allá del profesionalismo –es algo personal; es una pasión. Porque la única razón por la que tengo este ministerio hoy, es porque Dios puso en mi camino a un maestro de escuela dominical comprometido y apasionado por su labor.[v]
Pablo era ese tipo de maestro- comprometido, apasionado por establecer y fortalecer la fe de aquellos que creían en Cristo.
Pasión por la verdad
Pablo también tenia una pasión por la verdad de Dios. En el versículo 1 dice, “…conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad…”
Esa es una de las palabras que la generación actual cada vez tolera menos- verdad.
Esa palabra sugiere que existe un estándar impuesto sobre todos – un dogma, una regla moral – virtudes y vicios. Y lo peor de todo, sugiere existe tal cosa como una persona equivocada.
Con razón el mundo no quiere oír acerca de la verdad. Lo que prefieren es tomar la verdad y transformarla en una opinión. Lo que es verdad para usted, no es necesariamente verdad para mi, así que cada cual se queda con su opinión.
Pablo, ¿Qué quieres decir con ‘el conocimiento de la verdad?’
La palabra para conocimiento, que Pablo usa aquí, se refiere a un conocimiento completo y preciso. Pablo por lo general relaciona la palabra conocimiento con la palabra ‘verdad’.[vi]
Lo cual significa que la verdad puede conocerse. Podemos saberla con certeza.
Nosotros dependemos de la existencia de la verdad todos los días de nuestra vida. Por mas que queramos negar su existencia o que digamos que no existen los absolutos. No es una simple opinión que una cucharada de veneno va a matarlo. Simplemente es la verdad. Y, obviamente, es importante hacerle caso a la verdad.
La Biblia es la verdad – hecho que puede verificarse de muchísimas maneras. Por ejemplo, las profecías que se han cumplido. Jesucristo vino, fue crucificado y resucito de los muertos – el mismo curso de la historia ha cambiado por su venida. Pablo y otros forman parte del registro histórico. Querido oyente, la verdad no va a dejar de ser verdad si usted no la cree. No se va a volver falsa si usted la ignora. Dios vive, le guste o no.[vii]
Imagine que está viajando por un camino montañoso. De pronto, usted ve una señal que le indica que en unos metros llegará a una curva pronunciada y el limite de velocidad es 40 km/h –usted va a desacelerar… si es que quiere vivir.
En realidad hay tres cosas que usted puede hacer en cuanto a la verdad de esa señal:
- Puede obedecerla y reducir la velocidad;
- Puede ignorarla y seguir a la misma velocidad;
- Puede desafiarla y aumentar la velocidad.
No importa lo que usted decida hacer como respuesta al mensaje de la señal, esta sigue siendo la verdad –y usted va a recibir las consecuencias de sus acciones dependiendo cual sea su respuesta.
La verdad importa.
Pablo dice, quiero que la iglesia se aferre a estas verdades –que crezca en un entendimiento preciso de estas cosas.
Sabía usted que uno de los problemas para mantener a los niños a salvo, es que ellos no comprenden muchas verdades.
De hecho, los niños no entienden la ley de gravedad y por eso se meten en todo tipo de problemas.
La ley de gravedad es muy precisa- y no perdona.
Recuerdo una vez que estaba cuidando a una de mis hijas, que para aquel entonces, todavía usaba pañales.
Yo estaba sentado en el sillón leyendo –que tanto puede hacer una bebé… aun no sabe encender fósforos… no va a pasar nada malo – pensé. Y antes de que me diera cuenta, ella estaba subiendo las escaleras. Yo me asuste e hice lo que no se hace- grite ¡no! mientras corría hacia ella. Ella se asusto y perdió el equilibrio. Cuando la atajé, ya había rodado por unos tres escalones.
Tito, tu vas a tener que enseñarle a esas iglesias la verdad –la verdad acerca de la vida eterna; la verdad acerca del pecado; la verdad acerca de las relaciones; la verdad acerca de las virtudes y los vicios…la verdad de que la vida no se trata de cuanto uno puede ahorrar para cuando uno se jubila.
No –ve a la versión original del juego de la vida- enséñales que “la vida, tal como la conocemos, comienza con el nacimiento y termina con la muerte, Dios esta al volante…y el premio, se encuentra mas allá de la tumba.”
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey
© Copyright 2012 Stephen Davey
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[i] Jill Lepore, “The Meaning of Life,” The New Yorker (5-21-07); posted on Christianity Today International/PreachingToday.com, 10/24/2011
[ii] Jonathan Sacks, “Reversing the Decay of London Undone,” The Wall Street Journal (8-20-2011)
[iii] John Kitchen, The Pastoral Epistles for Pastors (Kress Christian Publications, 2009), p. 478
[iv] Martin Thielen, What’s the Least I can Believe and still be a Christian (Westminster John Knox Press, 2011), p. 49
[v] Howard Hendricks, Teaching to Change Lives (Multnomah, 1987), p. 13
[vi] Kitchen, p. 478
[vii] John Benton, Straightening out the Self-Centered Church, (Evangelical Press, 1997), p. 30