Lección 22: Materializando a Dios

Lección 22: Materializando a Dios

Pasaje Bíblico: Tito 3:8
En un mundo donde muchos dudan de la existencia de Dios, los cristianos han sido llamados a demostrar en sus vidas el innegable hecho de que Dios es real. En este versículo veremos cómo podemos «materializar a Dios» para que todo el mundo pueda verle.

Introducción

Hace varios años fotocopié un artículo en donde un pastor registró un incidente que al principio me pareció extraño; pero que, después de pensar por un momento, creo que no es tan extraño después de todo.

Tomó lugar en Rusia antes de que se retirara la Cortina de Hierro. Este pastor y junto a varios otros pastores estaban viajando por el noreste de Rusia, buscando oportunidades para poner radios cristianas.

Una de sus paradas fue en una ciudad donde el comisario local (algo así como un alcalde) les dio un tour personal por la ciudad. Él no sabía que eran pastores, solo que eran estadounidenses. Y evidentemente quería comunicar un mensaje en particular para estos visitantes estadounidenses. Mientras caminaban hacia el centro de la ciudad, él les dijo que estaban muy orgullosos de su iglesia y los invitó a verla por sí mismos.

Al acercarse al edificio de la iglesia, los pastores se sorprendieron al ver un hermoso edificio blanco con un bello diseño que claramente indicaba que era una iglesia. Cuando entraron, la recepción lucia similar a cualquier recepción estadounidense con puertas que conducían al santuario.

Sin embargo, cuando abrieron las puertas y entraron al santuario, quedaron asombrados. El edificio había perdido toda semejanza con una casa de adoración. Apiladas desde el piso hasta el techo había hileras e hileras de gallineros, todas llenas de gallinas.

El comisario señaló el santuario y dijo con gran orgullo: «Nuestra iglesia es el mejor criadero de la región.» Y luego miró a sus invitados estadounidenses y dijo: “Dios no es real. . . los pollos si.”

Querido oyente, la persona promedio en la calle ya no está tan convencida de que el Dios de la Biblia es real.

“Los trabajos son reales. Las casas son reales. La familia es real. El sufrimiento es real. El dinero es real. Las presiones de la vida son reales. Los pollos son reales. No estamos convencidos de que Dios sea real.”

La pregunta para usted y yo es entonces: ¿Cómo podemos comunicarle a nuestra generación que Dios es real; que Jesucristo es un puerto seguro; que su evangelio es real y su gracia está disponible?

No creo que le sorprenda saber que Dios nos ha dejado a nosotros sobre esta tierra para ser su campaña publicitaria. Y en pocas palabras, nosotros, que hemos recibido la gracia de Dios, debemos convertimos en diseminadores – en distribuidores de gracia.

Nuestras vidas se convierten en demostraciones innegables del hecho de que no solo los pollos son reales, sino que su Creador, nuestro Redentor es igualmente real.

  1. Estamos anunciando un evangelio que es verdaderamente confiable

Le invito a que abra su Biblia en Tito 3:8, donde Pablo está a punto de resumir su idea principal en una serie de declaraciones. Él les dice a los creyentes en la Isla de Creta, y a todos los creyentes hasta el día de hoy, que estamos, en primer lugar, anunciando un evangelio que es verdaderamente confiable.

Observe cómo Pablo comienza el versículo 8 del capítulo 3 de Tito. Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza.

Es decir, habla estas cosas con confianza. Ahora, ¿cuáles son estas «cosas» a las que Pablo se está refiriendo? En contexto, él se está refiriendo a la oración anterior – esa larga oración que comenzó en el versículo 4 y se extiende hasta el versículo 7. ¿La recuerda?

Esto significa que los cristianos sobresalientes van a comunicar con confianza las verdades del:

  • Amor y la bondad de Dios (v. 4);
  • Que el Hijo de Dios se manifestó (v. 4);
  • Que solo la fe en Cristo nos salva aparte las buenas obras que podamos hacer (v. 5);
  • Que el Espíritu de Dios nos limpió con un baño de redención (v. 5)
  • Y que el Espíritu Santo está en el proceso de renovarnos día a día (v. 5);
  • Que Jesucristo, igual a Dios el Padre, es suficiente para salvarnos (v. 6);
  • Que Cristo reemplazó nuestro pecado con su justicia y todos los cargos presentados contra nosotros han sido desestimados (v. 7);
  • Y no solo nos justificó, sino que también nos hizo copropietarios del Reino venidero (v. 7).

Pablo dice: «Esto no es una ilusión. Esto no es una leyenda local, una tradición, un invento, o una serie de cuentos fantasiosos. Este es el evangelio y es la verdad confiable de parte de Dios.”[i]

¡Estas cosas comunica con confianza!

Y, por cierto, Tito, esto comienza contigo. ¿Notó que esta es una exhortación personal? Versículo 8: Quiero que tu hables con confianza – que insistas con firmeza.

Ahora, no sé si Tito estaba vacilando ante la oposición cultural o incluso el descontento en las iglesias, pero es posible que él se estuviera conteniendo – que no estuviera insistiendo y hablando con firmeza.

Es posible que Pablo haya insinuado esta vacilación de parte de Tito al final del capítulo 2, en el versículo 15, donde le dice a Tito: “Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.”

Y ahora, aquí, en el versículo 8 del capítulo 3, Pablo dice “Tito, estas cosas quiero que insistas con firmeza.”

Como un entrenador desde el borde de la cancha que le dice al jugador que está a punto de iniciar una de las últimas jugadas del partido mientras el tiempo se agota: «Esto es lo que quiero que hagas. No dudes de la jugada. Mantente enfocado y haz lo que planeamos.”

Pablo está diciendo: “Escucha, Tito, sé que eres joven y que la cultura es mala y que incluso la iglesia puede estar resistiéndose a estas verdades… pero permanece enfocado. Continúa con el plan y no te detengas.”

En su comentario de Tito, Chuck Swindoll escribe: “Habían tantas voces equivocadas y mentirosas en la isla de Creta, y lo mismo es cierto en todas partes. Por eso es que el pastor/maestro es responsable de proclamar la gracia de manera clara y enfática. Él no puede permitir que la oposición lo retrase, no debe permitir que la vacilación lo interrumpa. Él no debe pedir perdón ni permiso para enseñar la verdad. Si un pastor se basa en la autoridad de la Palabra de Dios, este debe ser valiente.”[ii]

Y usted que predica o enseña la palabra de Dios – usted entiende muy bien la tentación de contenerse… a no tocar un tema determinado… a omitir algunos versículos o incluso algunos capítulos enteros porque son controversiales. Usted sabe lo que es enfrentar el sutil deseo de agradar a los hombres, en lugar de agradar a Dios.

Pablo usa el tiempo presente cuando da este desafío: podría traducir esta frase en el versículo 8 como, “sigue repitiendo, continúa insistiendo con firmeza.»

Pablo comenzó con el mismo pensamiento en el capítulo 3:1. Esta es una tarea repetitiva. «Recuérdales, recuérdales y recuérdales de nuevo. Tu necesitas este recordatorio y también el resto de la iglesia.”

Hace tiempo leí que un pastor dijo lo siguiente, en tono de broma. Tres amigos decidieron ir a cazar venados; Un abogado, un médico y un pastor. Mientras caminaban por el bosque, de repente, apareció un gran ciervo. Este se detuvo por un momento y los tres hombres levantaron simultáneamente sus rifles y dispararon. Inmediatamente, el ciervo cayó al suelo y los tres hombres corrieron hacia él. Efectivamente, estaba muerto. El problema era que no podían determinar de quién fue el disparo que realmente había matado al venado así que se desató un acalorado debate con cada hombre alegando que su disparo había dado en el blanco. Después de unos minutos, otro hombre se les acercó y les preguntó de qué se trataba toda la conmoción. El médico le dijo que estaba debatiendo con sus amigos, el abogado y el pastor, quién realmente le había disparado al ciervo. El hombre se inclinó y después de unos segundos se levantó y dijo: «Indudablemente fue el predicador que le disparó al ciervo». «¿El predicador?» dijeron: «¿Cómo puede estar tan seguro?» El hombre dijo: «Fácil… la bala entró por una oreja y salió por la otra.»[iii]

Hablando en serio, la verdad es que tanto el pastor como el rebaño son propensos a olvidar – a que las palabras le entren por una oreja y le salgan por la otra. Por eso, Pablo quiere que tanto los pastores como los ancianos, diáconos y miembros de la iglesia hablen, escuchen y aprendan estas verdades una y otra vez.

Porque, en última instancia, el mundo va a escuchar estas cosas de parte de nosotros:

  • Nosotros somos el plan publicitario de Dios.
  • Nosotros somos su cartelera a lo largo de la autopista de la vida;
  • Nosotros somos su diapositiva en esa presentación de trabajo;
  • Usted es la exhibición #1 en defensa del evangelio.

Estamos comunicando un evangelio que es verdaderamente confiable. Y debido a eso, podemos hablar con confianza y seguridad sobre estas cosas que Pablo claramente ha entregado en su carta.

  1. Nos estamos sometiendo ante un Dios que es verdaderamente personal.

Ahora, si realmente queremos comunicar el evangelio a nuestra generación, hay una segunda característica distintiva de cada cristiano sobresaliente. En segundo lugar, el creyente se somete ante un Dios que es verdaderamente personal.

 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras.

Es como si, antes de continuar, Pablo dijera: «permítanme recordarles de quienes estoy hablando aquí.»

Pablo identifica específicamente a los que creen en Dios.

Esta es la audiencia de Pablo: aquellos que creen en Dios.

El tiempo perfecto de este verbo indica que hubo un tiempo específico en su pasado cuando nacieron de nuevo, cuando creyeron en Cristo como su Salvador, como lo señalamos en nuestro último programa.[iv]

Son aquellos que han llegado a conocer a Dios personalmente a través de Cristo. Llegaron a creen en algún momento en el pasado y ahora continúan creyendo.

Mire, Dios no es una fuerza o energía impersonal. Él tampoco es un Dios distante que simplemente creó el universo de alguna manera y ahora se contenta con mirarnos desde lejos. ¡No! Dios es personal, tan personal, que puede pedirle que se convierta en su Salvador personal a través de la fe en Su Hijo, Jesucristo.

Pablo está diciéndonos: «Estoy a punto de llamarlos a vivir un cristianismo sobresaliente… pero antes de hacerlo, permítanme aclarar con quién estoy hablando. Estoy escribiéndoles a aquellos que lo conocen personalmente.

Y eso es crítico. El cristiano que vive con la convicción de que Dios está vivo, es el cristiano capaz de involucrarse en la vida de otras personas.

Y ese es exactamente el punto que Pablo quiere entregar a continuación. No solo estamos anunciando un evangelio que es verdaderamente confiable; La base para alcanzar a nuestro mundo con el evangelio es rendirse ante un Dios que es verdaderamente personal, y luego en tercer lugar, demostrar un estilo de vida verdaderamente excepcional.

  1. Demostramos un estilo de vida verdaderamente excepcional.

Ahora observe el versículo 8 una vez más. Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios – aquí está – procuren ocuparse en buenas obras.

Pablo ya ha dejado en claro que una persona no se salva por medio de buenas obras. “Nos salvó, no por obras de justicia que hubiéramos hecho” Tito 3:5, ¿recuerda?

No hacemos buenas obras para ir al cielo; hacemos buenas obras porque vamos de camino al cielo y queremos llevar a otros con nosotros y las buenas obras llaman su atención.

Esta es la campaña publicitaria del cristianismo: La innegable demostración de una vida cambiada. Es por eso que Pablo ha llenado esta carta con el concepto de demostrar su fe delante de los demás a través de las buenas obras.

Juan Calvino, el reformador, lo expresó de esta manera; “Somos salvos solo por la fe, pero la fe que nos salva nunca está sola.”[v]

Puede que quiera subrayar estos versículos:

  • Tito 2:7 – sé ejemplo de buenas obras
  • 2:14 – celoso de las buenas obras
  • 3:1 – este dispuesto a toda buena obra;
  • 3:8 – procure ocuparse en buenas obras
  • 3:14 – aprenda a ocuparse en buenas obras y ayudar a los necesitados.

Como verá, el cristianismo es más que leer su Biblia, ir a la iglesia, y conocer algo de doctrina. Pablo no está repitiendo este concepto porque quiere escribir 3 capítulos y se está quedado sin material. El cristianismo sobresaliente no es solo una buena educación doctrinal – es una vida que aplica la doctrina a través de buenas obras.

Hemos recibido la bondad y la gracia de Dios, ¿recuerda? Ahora, no se las guarde… abra una tienda y conviértase en un distribuidor de bondad y gracia para su mundo.

Lo que, por cierto, refleja el carácter del Salvador al que hemos entregado nuestras vidas, porque el Evangelio de Lucas nos recuerda que nuestro Señor fue bondadoso aún para con los ingratos y malos. (Lucas 6:35)

Quiero que note el comentario de Pablo, aquí, donde nos dice que debemos procurar ocuparnos en buenas obras.

Procure ocuparse en buenas obras. Esta es la única vez en el Nuevo Testamento que aparece este verbo. Significa pensar en eso, tener la intención de hacerlo, ser intencional. Implica ser creativo y minucioso en su investigación de qué y cómo hacer buenas obras.[vi]

El verbo está en tiempo presente, lo que significa que Pablo no solo se refiere a un par de buenas acciones, sino a un estilo de vida. Esta es su mentalidad.

¿Conoce a alguien así? Una persona que pareciera que vive para ayudar – que hacer algo bueno por otra persona le resulta natural; son los primeros en ofrecerse para hacer el trabajo extra, la tarea desagradable. Van a transpirar y ensuciarse y no se van a quejar. Esta es la persona que está buscando cosas buenas que hacer. Son una excepción a la regla.

Las personas en la escuela saben quiénes son. El equipo de fútbol sabe quiénes son esos jugadores. En la oficina conocen cuales son estos empleados sobresalientes.

Y Pablo efectivamente está escribiendo aquí: “si alguien es así, debería ser el cristiano.”

La palabra que usa para «ocuparse» – procure ocuparse en buenas obras – es una palabra que se refiere a tener iniciativa.

Así que el cristiano debe tener buenas intenciones, creatividad, e iniciativa. ¡Wow! Esta persona si que va a sobresalir donde sea que esté… ya sea que esté haciendo algo simple y común, detrás de escena, o algo público, bien conocido y aparente para todos.

Estos son cristianos sobresalientes que están demostrando un estilo de vida que es verdaderamente sobresaliente – y benefician a otras personas.

Y permítame agregar que, como cuando uno arroja una piedra a un estanque de agua y desde el epicentro se van formando olas que eventualmente llegan a todo el estanque; el cristiano es llamado a beneficiar a la iglesia, primeramente, lo que luego va a afectar al resto de su comunidad.

Pablo escribe en Gálatas 6:10 – Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

Es decir, si somos personas creativas, llenas de energía, disposición e iniciativa, el primer lugar que debería beneficiarse es el lugar que llamamos nuestro hogar de fe, ¿verdad? La iglesia debe estar llena de personas ansiosas por hacer buenas obras.

¿Deberíamos acaso tener vacantes en la guardería? ¿Deberíamos estar constantemente necesitando maestros para la escuela dominical? ¿Deberíamos tener una escasez de ujieres, diáconos, y voluntarios para la gran variedad de ministerios que la iglesia ofrece? ¿Se imagina la cantidad de nuevos ministerios impactantes podríamos tener si cada uno en la iglesia se comprometiera a aplicar lo que este versículo nos enseña?

Mi punto es el siguiente: Su iglesia lo necesita – Usted puede y debe tener iniciativa, encontrar la oportunidad de servir, y ponerse a trabajar.

Como dijo un autor, deja de visitar iglesias. Encuentre una y establézcase. Nunca va a encontrar una iglesia perfecta. Es una triste realidad en la iglesia promedio, que el 20% de las personas hacen el 80% del trabajo; y el 20% aporta el 80% del presupuesto, mientras que el otro 80% aporta solo el 20% de las necesidades, tanto físicas como financieras.

Y es por eso que, prácticamente, toda iglesia sigue teniendo necesidades en casi todos sus departamentos y ministerios.

Encuentre ese lugar donde pueda hacer buenas obras a todos los hombres y especialmente a los de la familia de la fe. Ese es el diseño de Dios.

Pablo escribe, sea intencional – busque la oportunidad para participar en toda buena obra.

Y eso comienza en la iglesia, pero se extiende más allá de ella. Ocúpese en buenas obras en su propio hogar, en su iglesia local; y para con la familia de Cristo en el resto del mundo a medida que Dios le de la oportunidad.

Piense, ore, ofrende, haga buenas obras para los misioneros y los hermanos de otras iglesias. Busque formas de beneficiar a otros – desarrolle o participe en iniciativas como iglesia para bendecir a personas pasando necesidad. Entregue alguna canasta de alimentos o envíe alguna carta de ánimo junto con una ofrenda a alguna organización cristiana. Esos son solo unos ejemplos.

Como hijo de misionero, me acuerdo que, cuando visitábamos otras iglesias, a veces, algunos hermanos le daban algo de dinero a mi padre – un billete de $20 y medio bromeando, medio en serio, decían: «No le diga a mi pastor, no va a estar muy contento de saber que no le haya dado este dinero a la Iglesia.» ¡Que vergüenza!

Con mis 3 hermanos, solíamos pasar algún tiempo cada verano acompañando a nuestros padres misioneros mientras levantaban sustento – viajando a distintas iglesias y visitando a varios individuos que nos apoyaban.

Siempre pasábamos por la casa de una pareja fiel de apellido Peepers. Nunca olvidaré su nombre, y capaz que usted tampoco. El Sr. Y la Sra. Peepers. Antes de salir del auto, mi madre nos daba una pequeña charla diciéndonos que no burláramos de su apellido – porque era probable que lo hiciéramos.

La verdad es que nos encantaba visitarlos, porque sin importar la hora que llegábamos, la Sra. Peeper estaba lista para servirnos unas masas dulces, galletas, o algún tipo de postre. Pero, primero teníamos que cantar. Entonces los cuatro nos sentábamos en el sofá, con los pies colgando del borde y cantábamos algunos coros. Como:

«¿Por qué preocuparse, cuando puedes orar?

confía en Jesús, Tu refugio será”

Cantábamos, y luego nos daban los dulces… buen negocio.

Una vez, cuando nos íbamos de su casa, tuvimos un problema con nuestro auto, y ellos condujeron una hora para recogernos y traernos de regreso. Nos tuvieron en su casa todo el tiempo mientras que el auto estuvo en el mecánico.

Ellos no eran parte del liderazgo de la iglesia; no eran ex-misioneros o líderes de alguna organización cristiana… Eran granjeros. Listos para participar en buenas obras, especialmente para los de la familia de la fe.

El cristianismo no es como una obra de teatro, donde nos sentamos y simplemente observamos. Nosotros debemos levantamos de nuestros asientos, alistarnos, y salir al escenario para actuar nuestro rol en el este mundo, mientras Dios nos dirige a todos.[vii]

Pero quiero que note lo que Pablo dice aquí, particularmente a Tito. Esto va mucho más allá de nuestra familia inmediata y nuestra iglesia local y toda nuestra familia en la fe.

Observe nuevamente la última parte del versículo 8. Estas cosas (o sea, estas buenas obras) son buenas y útiles a los hombres.

Pablo nos dice que nuestras buenas obras van a beneficiar al resto de la humanidad también. No solo para la iglesia; no solo para los cristianos; no solo para a las personas que conocemos; sino también para las personas en general.[viii]

Durante los días de Pablo, el infanticidio era una

epidemia. A los niños que la familia no deseaba, los dejaban al aire libre, expuestos a los peligros del clima y los animales, para que murieran. Las niñas tenían un mayor riesgo de ser abandonadas. Los cristianos, entonces, comenzaron a ayudar a estos niños abandonados.

A un cristiano del segundo siglo finalmente lo

martirizaron por proteger y cuidar a varios niños deformados y lisiados que sus padres habían abandonado y tratado de abortar.[ix]

Séneca, un filósofo romano, comunicó la opinión de la mayoría cuando escribió estas trágicas palabras: «Ahogamos a los niños que al nacer son débiles y anormales.»

En nuestra sociedad, estamos enfrentando el mismo problema. Hoy, una mujer embarazada de bebé con defectos es alentada a abortarlo.

El cristianismo sin embargo protege la vida porque entiende lo preciosa y sagrada que es, sin importar cuán discapacitado sea el niño.

Dionisio, un líder de la iglesia en el tercer siglo escribió acerca de una plaga que había llegado a Alejandría en el año 250 d. C. Él escribió: “Los ciudadanos dejan de lado a cualquiera que está enfermándose y se distancian incluso de sus amigos más queridos, y abandonan a sus enfermos en las vías públicas medio muertos y luego los dejan allí, sin enterrar, tratándolos con desprecio.”

“No vamos a arriesgar nuestras vidas por ese enfermo. Nosotros tenemos probabilidades de sobrevivir”.

¡Cuán diferente fue el comportamiento de los cristianos! Dionisio escribió: «los creyentes no escatimaron sus propias vidas, sino que se cuidaron entre ellos, y visitaron a los enfermos, aún arriesgando su salud. Trataron de sanar a los enfermos. Muchos contrajeron las enfermedades de sus vecinos, y de buena gana compartieron los sufrimientos de quienes los rodeaban.»

Y eso sucede hasta el día de hoy.

Hace un tiempo atrás, un reportero del New York Times escribió una columna comentando el trabajo de los cristianos evangélicos. El señaló que, mientras que él no era cristiano, y lo cito, «al oír reportes de pobreza, enfermedad y opresión, es desproporcionadamente más probable que los evangélicos donen parte de sus ingresos y se ofrezcan para ayudar tanto localmente o en el extranjero que los demás – especialmente para luchar en contra del hambre, enfermedades, violación, trata de personas o genocidio. Algunas de las personas más valientes que uno puede conocer son estos cristianos que realmente viven su fe.” Él continúa escribiendo: «No soy particularmente religioso, pero estoy asombrado de aquellos que he visto arriesgar sus vidas de esta manera.»[x]

Vaya propaganda para el evangelio de la gracia.

Nosotros, que hemos recibido misericordia y gracia efectivamente presentamos un vivo reflejo de Dios ante el mundo que mira.

  • El mundo dice: el trabajo es degradante. El cristiano dice: el trabajo es honorable y voy a ir un paso más allá y hacer un esfuerzo extra.
  • El mundo dice: los niños son una carga. El cristiano dice: los niños son una bendición del Señor.
  • El mundo dice: escalar hasta la cima sin importar las personas en su camino es lo que importa. Los cristianos dicen: servir a los demás es lo que realmente importa.
  • El mundo dice: nunca hemos visto a Dios. El cristiano dice: Déjame mostrarte cómo se ve… y luego se ocupa en buenas obras que benefician a la humanidad.

Y el mundo toma nota de nuestras buenas acciones, y quieren saber por qué hacemos lo que hacemos, y nosotros les contamos acerca del evangelio y de nuestro Dios para que se nos unan y le den la gloria a Dios.

Un diario cristiano publicó recientemente un artículo acerca del esfuerzo de una iglesia de ayudar a un vecindario en California. Todos los voluntarios – casi unos 50 en total – estaban caminando juntos de camino para ir a almorzar después de haber terminado su proyecto de renovar una casa antigua. Todos llevaban puesto la misma camisa amarilla que los identificaba como grupo.

El hombre que escribió el artículo dijo que, al caminar una o dos calles, pasaron junto a una pareja que estaba trabajando en su propio patio. Él escribe: “Me detuve para felicitar a la mujer por su bello jardín de flores y ella notó mi camisa amarilla. Ella me preguntó qué estábamos haciendo en la otra cuadra y le dije que varias iglesias estaban trabajando juntas para servir a la comunidad.

Mientras conversaba con esta mujer, su marido había estado cortando el césped del otro lado del patio. Pero cuando me vio, se detuvo, se me acercó, y me dijo algo que nunca olvidaré. Él me dijo: “Me encanta lo que están haciendo. ¿Dónde puedo conseguir un corazón como el tuyo?[xi]

Este hombre pudo compartirle el evangelio a esta pareja, explicándoles que su corazón simplemente reflejaba el corazón de Dios.

Querido oyente, el mayor obstáculo para el cristianismo es un cristiano que no vive su fe. El mejor anuncio para el cristianismo es un cristiano que materializa su fe a través de sus buenas obras.

Para un mundo que está convencido de que el dinero es real y la angustia es real y los trabajos son reales e incluso los pollos son reales, porque pueden obtener beneficios tangibles – eso es real – pero no el Dios vivo y verdadero; el cristiano debe vivir de tal forma que el mundo pueda verle y convencerse de que Él es real.

El cristianismo sobresaliente:

  • Anuncia un evangelio verdaderamente confiable
  • Se rinde ante un Dios que es verdaderamente personal
  • Demuestra un estilo de vida verdaderamente excepcional

Y, a final de cuentas, presenta un vivo reflejo de Dios para que todo el mundo lo pueda ver. Esos cristianos sobresalientes que procuran ocuparse en buenas obras – esas cosas [que] son buenas y útiles a [todos] los hombres.

Entonces, ¿qué vamos a hacer al respecto? ¿Donde esta sirviendo? ¿Que estas dando? ¿Qué lo detiene? ¿Por qué no comprometerse a hacer algo esta semana?

Pídale al Señor que lo ayude mientras busca formas de servir no solo a su iglesia local, sino también a la familia de la fe en distintas partes del mundo y, luego, a su comunidad alrededor suyo, para que puedan ver sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo.

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey

© Copyright 2012 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

 

[i] Adapted from John Phillips, Exploring the Pastoral Epistles (Kregel, 2004), p. 157

[ii] Charles R. Swindoll, Insights on 1 & 2 Timothy, Titus (Zondervan, 2010), p. 308

[iii] P. J. Alindogan, The Potter’s Jar blog, “Hearing” (3/4/12)

[iv] Kitchen, p. 557

[v] Sam Gordon, The Genius of Grace: the Message of Ephesians (Ambassador, 2003), p. 128

[vi] Kitchen, p. 558

[vii] John Benton, Straightening out the Self-Centered Church (Evangelical Press, 2009), p. 164

[viii] R. Kent Hughes & Bryan Chapell, 1 & 2 Timothy and Titus (Crossway, 2000), p. 363

[ix] Alvin J. Schmidt, How Christianity Changed the World (Zondervan, 2004), p. 152

[x] Adapted from Nicholas D. Kristof, “Evangelicals Without Blowhards,” The New York Times (7-30-11)

[xi] Bill White, Community Outreach Moves a Neighbor to Consider Christ, posted 11/08/2010 @ ChristinaityToday/PreachingToday.com