Lección 12: Palabras Especiales para Mujeres Excepcionales

Lección 12: Palabras Especiales para Mujeres Excepcionales

Pasaje Bíblico: Tito 2:3-4
Ahora es el turno de las mujeres mayores de recibir la instrucción divina en esta charla familiar. En estos versículos veremos cuatro características esenciales de la mujer que Dios puede y que va a usar en la vida de la próxima generación de jóvenes y madres.

Introducción

En nuestro último estudio juntos, comenzamos a explorar una de las charlas familiares más importantes del Nuevo Testamento.

El Apóstol Pablo esta animando a Tito a que junte a la congregación y tenga una charla familiar con los hombres y mujeres mayores, con los jóvenes y hasta con los sirvientes de cada hogar.

Y el motivo es claro. Pablo quería asegurarse de que la cultura de la iglesia en Creta no dependiera de la sociedad de la isla, del estilo de vida de los Cretenses, sino que, por el contrario, los Cretenses fueran impactados por el estilo de vida de los creyentes.

¿Y no es ese el gran desafío que tenemos nosotros en la actualidad?

Fresco en mi memoria tengo un comentario de George Gallup de hace mas de 25 años, que decía: “Nunca antes en la historia, la iglesia se había entrelazado tanto con el mundo, minimizando como nunca la diferencia.”

Eso fue hace 25 años o mas.

Lo que Pablo esta haciendo en esta charla familiar, no es decirle a los creyentes como encajar en la cultura del mundo, sino como crear una cultura nueva, con objetivos nuevos, con deseos nuevos y con un estilo de vida y relaciones diferentes.

Lo que viene a continuación es uno de los pasajes más políticamente incorrectos de todo el Nuevo Testamento –ya que contradice todo lo que la cultura del mundo enseña en cuanto a lo que los jóvenes y los mayores deben de ser y las cosas por las cuales deben de vivir.

La frase clave de todo el capítulo 2 de Tito, la encontramos en el versículo 14, donde Pablo escribe que Jesucristo “…se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.”

La iglesia suele quedarse en la primera razón –hemos sido redimidos, ¡fabuloso! ¡punto final! No, siga leyendo, no solo hemos sido redimidos sino que también debemos tener un estilo de vida totalmente diferente.

Ahora, en nuestro último estudio vimos el desafío de Pablo a los hombres mayores, a los ancianos. En Tito 2:2 leímos que ellos deben ser “sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, y en la paciencia.”

Ahora Pablo continúa y pasa a dirigirse a otro componente de la familia – versículo 3 – las mujeres mayores.

Instrucción para las Mujeres Mayores

Pablo efectivamente dice: “Tito, quiero que también le digas a las mujeres mayores lo que deben de hacer.” Ahora, una cosa es decirle a los hombres mayores que hacer y otra totalmente distinta es decirle a las mujeres mayores que hacer.

Recuerde además que tanto Timoteo como Tito eran pastores jóvenes… así que esta seria una tarea muy difícil para ellos. Seria un gran desafío.

Tito tiene que tener la audacia de entrar a estas congregaciones, determinar quienes van a ser los líderes y luego decirle a las personas mayores como deben de actuar.

Pablo le había dicho antes a Timoteo que tratara a los jóvenes como a hermanos y a las jóvenes como hermanas con toda pureza, y a los hombres y mujeres mayores, como si estos fueran sus padres (1 Timoteo 5:2).

Ese versículo nos enseña algo muy importante. La iglesia es una familia y cada persona se relaciona con otra de la misma manera y con el mismo respeto que los miembros de una familia.

“Tito,” dice Pablo, “no importa cuan joven seas…entrega este mensaje.” El versículo 2 nos enseñó cuales son las cosas que los ancianos, los hombres mayores deben de buscar- Ellos deben buscar ser perseverantes en la fe y que su amor abunde para con los otros. Los ancianos no deben de avergonzarse por actuar según su edad… deben demostrar la dignidad de que acompaña su estación en la vida.

Ahora, el versículo 3 dice… las ancianas, asimismo. Esa palabra, ‘asimismo,’ no significa que las ancianas tienen que actuar como los ancianos – la palabra “asimismo” simplemente le indica a Tito que debe enseñarle a las ancianas también.

Es decir, Enséñale a los ancianos y de la misma manera enséñale a las ancianas – no las dejes afuera de esta charla familiar.

Así que aquí tenemos la misma pregunta que nos hicimos en el programa anterior ¿Quiénes califican como ancianas?

Hace unas semanas alguien me envió una historia de una mujer que claramente entraba en esta categoría de anciana. La historia dice lo siguiente:

Después de años de trabajo y esfuerzo, cuatro hermanos llegaron a ser muy exitosos y adinerados en sus respectivas carreras en medicina, comercio y abogacía.

Una noche, ellos se reunieron y, mientras cenaban algo, compartieron acerca de los extravagantes regalos que le habían hecho a su madre para su cumpleaños número 95.

El primero dijo: “Saben que, yo mandé a construir una casa grande para mama –  estoy seguro que ella la esta disfrutando.”

El segundo dijo: “Yo le mande hacer un cine privado dentro de esa misma casa – estoy seguro que ella lo disfruta como ninguna otra cosa.”

El tercero entonces dijo: “Yo le compre un Mercedes-Benz nuevo y se lo entregaron en la puerta – ¿Se imaginan lo sorprendida que debe haber estado?”

Y el cuarto hermano dijo: “Bueno, ustedes se acuerdan que a mamá le encantaba leer la Biblia… y como saben, ella no puede leer muy bien a causa de su edad.

Lo que pasó es que encontré a un predicador que me comento que había entrenado a un loro para que recitara la Biblia entera. Obviamente este loro no era nada barato. Tuve que dar una ofrenda de 100 mil dólares a la iglesia de este pastor… pero valió la pena. Mamá recibió el loro y ahora todo lo que tiene que hacer es dar una cita bíblica y el loro se lo recita.”

Los otros hermanos quedaron impresionados con ese regalo tan maravilloso.

Eventualmente, los cuatro hermanos recibieron cartas de agradecimiento de parte de su madre.

Ella escribió: “Apreciado Milton, la casa que mandaste construir es tan grande que decidí vivir en una sola habitación, si bien tengo que limpiar la casa entera. De todos modos, muchas gracias.”

“Apreciado Miguel, tu me has regalado un precioso cine con sonido digital para 50 personas, pero ninguno de mis amigos vive cerca, y como he perdido la vista, ya no miro televisión. Jamás voy a usar ese cine, pero de todos modos, gracias por el gesto.”

“Apreciado Martín, estoy muy vieja para manejar el Mercedes, pero pienso que fue muy amable de tu parte. Gracias.”

“Apreciado Melvin, tu has sido el único de mis hijos con el suficiente sentido común como para darme un regalo adecuado… déjame decirte algo, ese pollo estuvo delicioso. Muchas gracias!”

Ahora, ella si que era una mujer anciana.

Sin embargo, según vemos en el contexto, Pablo se estaba enfocando en mujeres casadas que eran más jóvenes de lo que nosotros imaginamos. Él estaba refiriéndose a mujeres que tenían la edad suficiente como para haber criado a sus hijos – mujeres de entre 40 y 60 años de edad, cuyos hijos seguramente ya habrían comenzado sus propias familias.

Francamente, entre más años mejor, ya que Pablo esta haciendo referencia a mujeres que han vivido lo suficiente, como para saber que cosas son realmente importantes.

Es posible que esta referencia incluya a las viudas de las que Pablo habla en 1 Timoteo, donde dice: “Honra a las viudas… que tengan testimonio de buenas obras… si han practicado la hospitalidad…han lavado los pies de los santos… si han practicado toda buena obra” 1 Timoteo 5:3-10.

Las mujeres mayores en la iglesia primitiva llegaron a ser conocidas por rescatar a niños abandonados por sus padres. En la ciudad de Roma, en el primer siglo, estas mujeres salían durante la noche a buscar recién nacidos abandonados. Ellas no eran las únicas que salían en búsqueda de estos bebés. Tristemente, habían otros que aprovechaban para llevarse a estos niños y usarlos de esclavos o gladiadores, y a las niñas para la prostitución.[i]

La iglesia, a través de los siglos, ha sido bendecida por el esfuerzo, la pasión y el servicio de mujeres mayores.

Ellas se han ganado el derecho de enseñarle a las mujeres mas jóvenes que se encuentran criando a sus hijos.

Ellas conocen mejor que nadie los desafíos y las dificultades de la vida. Pero ellas se ganan ese derecho solo si estas 4  características están presentes en sus vidas.

Características de una Mujer Mayor Sabia

Dos son positivas y dos son negativas. 

1. Caracter Consagrado

Pablo escribe en el versículo 3. “Las ancianas asimismo sean reverentes en su comportamiento;”

Permítame ponerlo de la siguiente manera: la primera característica es que tienen un carácter consagrado.

“Las ancianas asimismo sean reverentes…”

Tengo que decirle que mientras estudiaba este pasaje en el original, griego, me llamó la atención que varias de las palabras que usa Pablo para describir a las mujeres mayores son bastante extrañas o únicas. Es por eso que decidí titular este mensaje “Palabras especiales para mujeres excepcionales.”

Y esta es una de esas palabras extrañas.

La palabra traducida “reverentes” no aparece en ningún otro lado en el Nuevo Testamento.[ii]

Sabemos que el mundo Romano y Griego tenia una gran cantidad de templos y deidades.

Muchos de esos templos eran administrados por sacerdotisas, entrenadas para servir a sus dioses dentro del templo y aconsejar a los visitantes que venían a consultar a su dios. Estas mujeres actuaban como las representantes de su dios.[iii]

Y esta es idea que Pablo nos da al usar esta palabra. Las ancianas deben tener vidas consagradas al Dios vivo y verdadero – representándole y sirviéndole.

Ahora, note que Pablo dice: “asimismo sean reverentes en su comportamiento.” Esta es otra palabra extraña ya que no aparece en el resto del Nuevo Testamento.

Esta palabra hace referencia a la conducta. Es decir, estas mujeres deben tener una conducta apropiada, que corresponde a su compromiso de representar y servir al Señor.

Un autor lo puso de la siguiente manera: ¿Que espera Pablo que las mujeres maduras en la fe, demuestren por medio de su porte, personalidad y comportamiento? ¡Santidad![iv]

Ellas son mujeres con la edad suficiente como para entender el valor de la vida – mujeres, que entienden que la vida es mucho más que la moda, el estatus y la ropa.

Juan Calvino escribió hace más de 400 años atrás, que el problema con las mujeres mayores en su iglesia era que ellas seguían aferrándose a su juventud, vistiéndose como jovencitas. Él escribió: “Ellas desprecian su madurez y tratan de vestirse modernamente y aún provocativamente. Si bien no hay nada malo en que una mujer se vista bien con ropa bella y elegante, hay veces cuando se cruza el limite.”[v]

En otras palabras, las mujeres mayores de quienes habla Pablo, han descubierto la mentira de las tiendas exclusivas. Ellas se han dado cuenta del engaño de vivir deseando y comprando las prendas más especiales por fuera, mientras que por dentro, se están quedando con lo mas barato y de peor calidad.[vi]

Y la presión de este mundo se hace sentir… el mundo trata de meter a las jóvenes en este molde.

Tenemos una generación que constantemente va detrás de algo que siempre está cambiando – algo que nunca pueden alcanzar.

Y al igual que los hombres mayores, que necesitan decir con dignidad “Adiós a la adolescencia”, necesitamos mujeres mayores que puedan decir, “Adiós a ser una jovencita.”

Pablo efectivamente esta diciendo que necesitamos mujeres mayores que sepan que su mayor contribución a la iglesia, sus familias y el evangelio, no son sus atributos físicos sino sus atributos espirituales.

Estas son mujeres han vivido lo suficiente como para descubrir que “…engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme a Jehová, esa será alabada.” –Proverbios 31:30

Y los hombres debemos de honrar a nuestras hermanas en la fe y respetarlas, no por su apariencia, sino por la condición de su fe.

¿Amén?

Querido oyente, vivimos en un mundo que exalta la apariencia física sobre todo lo demás. El año pasado, se gastaron mas de 1 billón de dólares en Botox.

Pablo le dice a Tito… estamos buscando mujeres especiales.

¿Quiénes son?

Son mujeres con un estilo de vida santo… que lo reflejan en su apariencia exterior.

Un autor las describió de la siguiente manera: Su estilo de vida muestra una dedicación santa a Dios; ellas exceden los estándares éticos y morales de la sociedad en la que viven. Su llamado en la vida no proviene de su vecindario o nación, sino de la naturaleza de Dios.[vii]

Hace unos meses recibí un correo electrónico de una señora mayor en nuestra congregación y me gustaría compartirlo con usted. Ella dijo lo siguiente:

He notado, al leer diariamente el libro de Tito, que el carácter piadoso debe de ponerse en práctica a través de una conducta piadosa. Yo necesito recordar eso todos los días. Estoy orando para que nuestro estudio de Tito me ayude a ser una mujer mayor más piadosa para el Señor.

Esa hermana lo entendió. Esta es la primera característica: un carácter consagrado, piadoso.

Ahora, Pablo agrega la primera característica negativa que descalifica a una mujer para discipular a otra mas joven.

Note lo que dice el versículo 3, “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras…”

Si ponemos esta característica en forma positiva, podemos decir que la mujer mayor, no solo es consagrada.

2. Disposición Dulce.

Eso seria lo opuesto a ser calumniadora y murmuradora  En otras palabras, esta mujer se rehúsa a destruir a otros con su lengua y escoge hablar bien de otros.[viii]

Ella se rehúsa a ser un eslabón más en la cadena de murmuración – si llega a escuchar un chisme, no lo va a comentar con otros.

Pablo esta diciendo que uno no va a encontrar a esta mujer calumniando con chismes maliciosos. Y Pablo no anda con pelos en la lengua. La palabra que

usa para “calumniadora” puede traducirse literalmente como “diabla.”[ix]

Entonces, Pablo esta diciendo que las mujeres mayores no deben de hablar como el diablo. ¿Y como habla el diablo? Bueno, en primer lugar, el siempre acusa a los santos – él siempre difama a los creyentes ante Dios.

El siempre interpreta sus acciones de la peor manera. Como cuando fue ante Dios y le dijo: “He estado observando a Job y estoy convencido que la única razón por la que te adora es porque lo tratas bien. De hecho, quítale todo lo que tiene y veras como te maldecirá.” (Job 1-2)

Satanás es el acusador de los hermanos (Apocalipsis 12:10).

Nada es más destructivo para la armonía de la iglesia local que la murmuración. Y los hombres son tan culpables como las mujeres, si bien las mujeres, tal vez, llevan el estigma porque saben más o son de hablar más – y es una gran tentación para las mujeres mayores porque ya lo han visto todo en la vida.

Y si permiten que sus palabras dividan y calumnien a los demás, terminan haciendo el mismísimo trabajo del diablo. No lo olvide.

En la familia de la fe necesitamos mujeres mayores que construyan y fortalezcan la iglesia y no que la destruyan.

Entonces, las mujeres mayores son consagradas y dulces. En tercer lugar, son sobrias.

3. Caracter Sobrio

La tercera característica que da Pablo también es negativa – el dice: “…no [sean] calumniadoras, no esclavas del vino…”

En otras palabras, deben de tener el control, no solo de lo que sale de sus bocas, sino también de lo que entra.

Pablo usa aquí la palabra “esclavas” que significa justamente eso. De hecho, esta palabra se usaba para describir la esclavitud en general.

Significa ser cautivo y controlado en contra de su propia voluntad. Este habito que en un principio fue adquirido para alejarse de las presiones de la vida, luego se convierte en una prisión.[x]

Y creo que podemos ampliar la aplicación de este pasaje, no solo al alcoholismo, sino a cualquier adicción que señorea su vida – cualquier hábito que pone una barrera entre usted y su ministerio, relaciones, una vida santa y piadosa.

Puede que ese habito no sea algo necesariamente malo, sino que es algo que simplemente permitió que se convirtiera en un exceso. Recuerdo haber leído que Juan Bunyan, el autor del “Progreso del Peregrino” dejo de jugar Críquet, que era su deporte favorito, porque se dio cuenta que le consumía mucho tiempo y lo había empezado a amar demasiado.

¿Que cosas hemos permitido que se interpongan en nuestro camino de vivir una vida santa? ¿Ya sean buenas o malas?

En este pasaje encontramos a una mujer excepcional que no se ha vuelto dependiente de alguna sustancia, sino que depende del Espíritu Santo para enfrentar cada día.

Y a todo esto, esta exhortación debería ser de ánimo para todos en la iglesia, ya que Pablo les está diciendo esto a mujeres mayores. Esto nos dice que algunos hábitos son difíciles de dejar – algunos pueden necesitar toda una vida de lucha y aun así, quizás nunca sentir que puede bajar la guardia.

Querido oyente, eso está bien. Usted no es un mal cristiano por seguir luchando. Su deseo de luchar demuestra su fidelidad y compromiso con Dios. Usted no es un fracaso porque la tentación sigue llegando. Cada victoria es digna de celebrarse. Así que ánimo.

Incluso el Apóstol Pablo tuvo que luchar y tener la resolución a no ceder. Él dijo: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.” –1 Corintios 6:12

Según los historiadores, la isla de Creta era conocida por su buen vino. El alcoholismo estaba fuera de control, al igual que en la gran mayoría de los países en la actualidad.

Pero las mujeres mayores en la iglesia deben ser piadosas, dulces para con los demás; sobrias. Y hay una característica mas… ellas son serias.

4. Caracter Serio

Note lo que escribe Pablo en el versículo 3, “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos…”

Como verá, este es el efecto dominó en la vida de una mujer piadosa.

Ahora, este tipo de enseñanza es tanto formal como informal – tanto por palabra como dando el ejemplo.[xi]

Pablo ni siquiera esta hablando acerca de tener una posición como profesora. No, no se trata de una posición, sino de convertirse en un patrón a seguir.

Estas mujeres ancianas se han ganado el derecho de hablar – de tutelar – de discipular – de ejemplificar lo que significa seguir a Cristo en su contexto y en su esfera de influencia.

Querido oyente, ¿Adonde encuentra una mujer joven su modelo a seguir? ¿Donde está esa mujer que una joven puede decir ‘yo quiero ser como ella’?

En nuestra sociedad y en nuestra cultura, los pedestales están prácticamente vacíos. Sin embargo, la iglesia debe contar con mujeres mayores que con su testimonio de piedad y con sus palabras sabias sepan guiar a las jóvenes y convertirse en un ejemplo vivo a seguir.

Pablo espera que una iglesia saludable tenga mujeres mayores que hayan rechazado vivir vidas cómodas e indiferentes; mujeres que entrenen a las jóvenes para que vivan un nuevo estilo de vida – distinto al del mundo.

Es interesante notar que si bien Tito debe de predicarle a personas de todas las edades, Pablo le dice que debe enseñarle directamente a los ancianos, a las mujeres mayores, a los siervos y a los jóvenes… pero no a las jovencitas.

De hecho, la palabra que Pablo usa aquí en el versículo 4 para decir que las mujeres ancianas deben de instruir a las mas jóvenes, puede traducirse con la palabra “entrenar.”

La palabra en el original de la idea de instruir en prudencia o buen comportamiento.

Las mujeres mayores deben convertirse, entonces, en entrenadoras personales, acercándose a las más jóvenes e instruyéndolas individualmente.

¿Por qué? Porque el mundo ha estado haciendo lo mismo – enseñándoles a las jóvenes a través los distintos medios a vivir vidas mundanas y egoístas.

Según un estudio reciente, la letra de las canciones en los últimos 30 años han pasado a ser extremadamente egocéntricas. Lo investigadores usaron un programa para identificar el porcentaje de palabras usadas en las canciones y encontraron que en los últimos años, la palabra “nosotros” ha cambiado por “yo y mío.” Una de las conclusiones de los investigadores fue la siguiente: “Tenemos que asumir esta nueva realidad – somos adictos al amor propio.”

Y la primera cosa que las mujeres ancianas tienen que enseñarle a las jóvenes que están casadas, es que la vida no se trata del amor propio, sino del amor sacrificial. Y en ese tipo de amor, una persona puede encontrar satisfacción y gozo, tanto en su matrimonio como en el hogar.

Se necesita una mujer mayor que haya pasado por todo esto y que haya crecido en el Señor para poder enseñar, compartir y formar a otras mujeres.

El hecho que Pablo le dice a las mujeres mayores que deben de enseñarle a las mas jóvenes a amar a sus maridos e hijos es porque es difícil ¿o no?

Esa joven que lleva poco tiempo de casada, ha llegado a darse cuenta de cuan cabeza dura, cuan terco, insensible y difícil puede ser su marido.

Esta no es una ilustración personal.

Esta mujer ha llegado a la conclusión que se ha casado con el único hombre que es así. Bueno, se necesita a una mujer mayor para que venga y le diga: “Son todos así.”

“Así es como salen de fabrica… Dios tiene que obrar en él, purificarlo, hacerlo celoso por buenas obras, y a propósito, eso mismo tiene que hacer Dios contigo.”

Entonces, ¿Quién califica para ser este tipo de mujer? No una mujer perfecta, sino una mujer que esta progresando, que esta siendo purificada por Cristo y es celosa por buenas obras.

Conclusión

Permítame concluir con este testimonio.

Por unos 20 años, Elisa Morgan fue presidente de una organización internacional de Madres de niños preescolares, un hermoso programa que ayuda a entrenar madres jóvenes.

Elisa escribe lo siguiente: “Creo que soy la mujer menos indicada para presidir una organización que impacta la vida de miles de madres alrededor del mundo.

Me crie en un hogar destruido. Mis padres se divorciaron cuando tenía 5 años. Mi hermana mayor, mi hermano menor y yo nos criamos con una madre alcohólica. Si bien mi madre tenía buenas intenciones, la mayoría de mis recuerdos son acerca de mi cuidando de ella, y no de ella cuidándome a mi. El alcohol la cambió. Recuerdo a mi madre caminando por los pasillos de nuestra casa con una botella de Wiskey en la mano. Yo la tenia que despertar a las 7 de la mañana para que no faltara al trabajo. Claro, habían ocasiones cuando la pasábamos bien, para los cumpleaños o durante las fiestas de fin de año, en las que ella celebraba con nosotros. Pero aun en esas ocasiones ella terminaba ebria.

Elisa continua diciendo: “Hace unos diez años atrás, cuando me pidieron que considerara presidir esta organización, un ministerio vital que alimenta espiritualmente a muchísimas madres, yo me puse de rodillas… pensé, ¿Cómo puede usarme Dios para esto – ya que a mi no me criaron bien, como puedo yo criar a otras madres, por así decirlo – enseñarles?

Y la respuesta del Señor fue “Bástate en mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” -2 Corintios 12:9. Allí supe que Dios tomaría mis debilidades y las transformaría en mis ofrendas para El… y he experimentado en estos años que su gracia verdaderamente es suficiente.”[xii]

Ese es el tipo de mujer que Dios puede y que va a usar en la vida de la próxima generación de jóvenes y madres – una mujer piadosa/consagrada, una mujer dulce – que no anda calumniando y metida en chismes, una mujer sobria – que lucha en contra de las tentaciones y malos hábitos, una mujer seria, que le toma el peso a la importancia de entrenar a las jóvenes a vivir vidas según la sabiduría de Dios y no la del mundo.

Una mujer que de el ejemplo con sus labios y su vida – aunque piensa humildemente que no hay nada en ella digno de imitación – por lo que finalmente testifica de la suficiencia de la gracia de Dios en su vida – porque esta se perfecciona en su debilidad.

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey

© Copyright 2012 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

 

[i] John MacArthur, Titus (Moody Press, 1996), p. 77 

[ii] John A. Kitchen, The Pastoral Epistles for Pastors (Kress Christian Publications, 2009), p. 517 

[iii] John Benton, Straightening Out the Self-Centered Church (Evangelical Press, 1997), p. 93 

[iv] John Phillips, Exploring the Pastoral Epistles (Kregel, 2004), p. 269 

[v] Charles Ray, First & Second Timothy, Titus and Philemon (AMG Publishers, 2007), p.165 

[vi] Tony Evans, “Woman to Woman, Part 1” Thursday, May 10, 2012;OnePlace.com 

[vii] Knute Larson, Holman New Testament Commentary: I & II Thessalonians; I & II Timothy, Titus, Philemon (Holman, 2000), p. 360 

[viii] Gene Getz, The Measure of a Christian: Studies in Titus (Regal Books, 1978), p. 111 

[ix] Kitchen, p. 517 

[x] MacArthur, p. 78 

[xi] David Campbell, Opening Up Titus (Day One Publications, 2007), p. 58 

[xii] Adapted from Elisa Morgan, Christian Parenting Today (May/June 1999), p. 64