Lección 22: El Comportamiento de un Sabio

Lección 22: El Comportamiento de un Sabio

Pasaje Bíblico: Eclesiastés 7:15-8:1.
El primer paso para obtener sabiduría es querer obtener la sabiduría de Dios. Es una cuestión de vida o muerte. Apartados de la sabiduría de Dios, perseguiremos el perfeccionismo. Quedaremos paralizados por la crítica. Nos sentiremos orgullosos de nuestro conocimiento y creencias. Desperdiciaremos nuestra vida en el espejismo del hedonismo. Es un camino destructivo. Sin embargo, la sabiduría lo llevará al Creador de la sabiduría, al dador de la sabiduría y a la sabia palabra de Dios que apunta al evangelio que da vida.

Introducción

Johann Sebastián Bach compuso música maravillosa para la iglesia – y para todo el mundo también. Compuso más de 200 cantatas, obras corales sobre la vida, muerte, y resurrección de Jesús, además de varias canciones que enseñaban verdades bíblicas para sus veinte hijos.

Bach vivió desde el 1685 hasta el 1750, y, a pesar de su antigüedad, se han logrado conservar muchos de sus manuscritos originales, la mayoría de ellos composiciones musicales.

Pero hay un manuscrito que ha sobrevivido y que Bach nunca tuvo la intención de publicar. Son las anotaciones que hizo en su Biblia.

Bach tenía una Biblia alemana de 3 volúmenes – publicada en 1681. Hoy la llamaríamos una Biblia de Estudio, porque incluía comentarios y sermones de Martín Lutero quien había comenzado la Reforma protestante 100 años atrás.

Bach era de hecho luterano, partidario de la reforma y un comprometido creyente en Jesucristo.

Las páginas de la Biblia de Bach como ha llegado a conocerse están llenas de anotaciones de su puño y letra, repleta comentarios personales mientras estudiaba las Escrituras, ayudado por las notas y sermones de Martin Lutero. Muchos de los versículos del volumen tres están subrayados.

Algo que me pareció interesante en un artículo que leí sobre esto, es que el Libro del Eclesiastés es el más anotado en la Biblia de Bach. Y es en Eclesiastés capítulo 7 donde nos encontramos hoy, que Bach subrayo más versículos que en cualquier otro capítulo de su Biblia.

Un historiador resumió que esto se debía al hecho de que Bach quería tener una reputación piadosa que le diera gloria a Dios.

Y el capítulo 7, versículo 1, comienza con la declaración de que un buen nombre, una buena fama, una buena reputación es mejor y más valioso que un perfume muy caro.

Al terminar una pieza musical, Bach a menudo anotaba las palabras en latín: “Soli Deo Gloria”, que significa: sólo a Dios sea la gloria”.

Luego, los versos 2 y 3 del capítulo 7, continúan con la afirmación de que el dolor es un mejor maestro que la risa – que el final de la vida es mejor que el principio – y hasta el versículo 13, leemos de que sólo Dios sabe por qué la vida tiene altibajos y giros inesperados; pero Dios tiene el control.

Bach evidentemente se sintió profundamente consolado por estas verdades, habiendo tenido que enterrar a 10 de sus 20 hijos antes de que alcanzaran la adultez.

La sabiduría consiste en confiar en que Dios está en control, en caminar y confiar en el Señor.

En momentos cuando Bach tenía dificultades componiendo una pieza musical, encontramos escrito en el margen, “Jesús, ayúdame”.

Estas son palabras importantes en el vocabulario de un creyente: Jesús ayúdame. Sólo a Dios sea la gloria.

Durante muchos años, Salomón vivió para su propia gloria, y nunca pensó realmente que necesitaba la ayuda de Dios.

Pero ahora aquí en el capítulo 7, él hace una transición para traer a Dios claramente a la escena.

Estamos en el versículo 15 y una vez más, él va a decir algo que ya ha dicho por undécima vez.

Salomón dice:

“Todo esto he visto en los días de mi vanidad” Eclesiastés 7:15a

Hoy diríamos: “Ya lo he visto todo”.

Y así, comienza a dar una serie de observaciones y proverbios, que nos llevan hasta el capítulo 8 versículo 1.

 

El Valor de un Comportamiento Sabio

Y el tema que las une, son las referencias a la sabiduría. Y vaya si necesitamos sabiduría en la vida. Sobre todo, cuando la vida no parece tener sentido.

Continuemos leyendo el versículo 15:

“Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días” Eclesiastés 7:15b

¡No lo entiendo! La gente buena muere joven y los malos viven mucho tiempo.

No parece que debería ser. Pensé que Dios había prometido en el Antiguo Testamento que si su pueblo lo obedecia, vivirían mucho tiempo.

Incluso, en el Nuevo Testamento, Pablo citar ese pasaje en Efesios 6, y dice: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres… para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra” (Efesios 6:1-3).

Ese versículo solía aterrorizarme. O sea, si ese versículo se hubiera cumplido, nunca habría terminado la secundaria.

Es importante notar que este es un principio general que enseña que evitar una vida de pecado y rebelión puede salvarlo de una muerte temprana.

Recuerdo haber llenado hace años, una solicitud para un seguro de vida. Me hicieron toda clase de preguntas: ¿Usted bebe, fuma, se droga, etc. etc.? ¿Por qué? Porque como regla general, si usted no hace estas cosas, va a tener una larga vida y esta es una buena noticia para las empresas de seguros de vida.

Es una regla general. Pero a veces, la vida no parece seguir esta regla.

Hay gente que come mucha fibra, toma un litro de agua al día, toma sus suplementos vitamínicos y va al médico para ese examen físico anual. Hacen todo eso, nunca faltan a la iglesia, ni a la escuela dominical y hacen absolutamente todo lo que deben y luego mueren jóvenes.

Por otro lado, observa Salomón, hay personas que efectivamente destruyen sus cuerpos, niegan a Dios, viven tan malvadamente como se les antoja y parecen vivir para siempre.

Salomón está diciendo básicamente, que la vida no siempre parece seguir las reglas. Y sin una comprensión sobre la soberanía de Dios, como señaló anteriormente en el versículo 14, usted podría terminar con una conclusión equivocada.

Ahora Salomón pasa a mencionar dos formas extremas de abordar la vida, y este es quizá uno de los pasajes más malinterpretados de Eclesiastés. Fíjese en el versículo 16:

“No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte? No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?  Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo” Eclesiastés 7:16-18

A primera vista parece que Salomón le está diciendo, que no trate de vivir una vida santa ni una vida malvada, sino que camine por el medio. Que tenga un pie de un lado y un pie en el otro.

Ya sabe usted, no trate de ser demasiado bueno o demasiado malo; demasiada religión o demasiadas fiestas van a terminar destruyéndote.

A propósito, este es el plan de salvación según muchas personas con las que he hablado a lo largo de los años. No soy perfecto, pero tampoco soy tan malo. Estoy caminado por el medio del camino y estoy seguro de que Dios estará bien conmigo.

Ese plan de salvación no tiene nada que ver con Jesús; tiene todo que ver usted – y tampoco tiene nada que ver con la verdad de la Biblia.

Ahora, Dios no está sugiriendo aquí a través de Salomón, que no intentemos ser muy buenos ni evitemos ser demasiado malos.

En el texto hebreo del verso 16, vemos la idea de una acción reflexiva. Salomón se refiere aquí a dos extremos egocéntricos. Uno es la maldad total y el otro la justicia propia.

El versículo 16 puede entenderse como: No creas que eres (o puedes ser) perfecto pero tampoco te des por vencido y vivas como um impío.”

Salomón tampoco nos está diciendo en el versículo 16, que seamos sólo ligeramente espirituales. No, él está diciendo que no nos frustremos creyendo que podemos alcanzar la perfección aquí en la tierra o tratando de aparentar que ya lo hemos logrado.

¿Notó el peligro al final del versículo 16? Ser así no va a ayudarle en nada – sólo va a destruirlo a usted y desanimar a los que le rodean.

Pero, al ver que ser piadoso no siempre paga bien en esta vida y el impío prospera y vive más que el justo, podría tener la tentación de tirar todo por la borda.

Por eso, Salomón también nos dice que irse al otro extremo es peligroso también. No sea malvado y no sea necio dice en el versículo 17, ese también es un camino destructivo.

Así que camine con Dios y vivir sabiamente le protegerá de ambos extremos: la arrogancia y la ansiedad del perfeccionismo o la maldad.

Salomón dice, lo he visto todo y déjeme mostrarle el valor de la sabiduría.

Fíjese en el versículo 19:

La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en una ciudad” Eclesiastés 7:19

En otras palabras, una persona sabia en la ciudad vale más que diez gobernantes o líderes políticos que no lo son.

La Descripción de un Comportamiento Sabio

Ahora lo que hace Salomón, es darnos una serie proverbios y principios breves que hablan sobre el comportamiento del sabio.

  • La sabiduría rechaza la búsqueda del perfeccionismo

Fíjese en el versículo 20:

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque” Eclesiastés 7:20

Salomón no está siendo cínico aquí. El verbo traducido “hacer el bien”, da la idea que siempre hace el bien, continuamente – sin interrupción y nunca peca.

Salomón entiende que usted podría llegar a la conclusión equivocada, de que, si sigue sus consejos, puede llegar a la perfección sin pecado.

Así que, deja claro que no hay nadie – incluso entre aquellos que temen Dios – que alcanzará la perfección moral en esta vida.

Por eso el Evangelio es una buena noticia. Jesucristo el justo, el Hijo de Dios quien nunca pecó, murió por sus pecados y los míos.

Si pudiéramos llegar a ese estado de perfección, entonces Jesús no hubiera necesitado morir.

Sabiduría es cuando usted entiende su pecaminosidad a la luz del perdón de Cristo. Sabemos que no vamos a alcanzar la perfección moral en santidad en esta vida, pero nuestro gran anhelo es ser como Cristo.

Queremos llegar un día a estar libres de la presencia del pecado – esa es nuestra meta vacilante y llena de tropiezos – pero recuerde que, gracias a Jesús, la perfección, la santidad completa, la absoluta ausencia de pecado en nuestras vidas es nuestra gloria futura cuando seamos perfeccionados en santidad en la presencia de Cristo.

  • La sabiduría se niega a paralizarse por la crítica dolorosa

Leamos el versículo 21:

Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces” Eclesiastés 7:21-22

La frase: “dice mal de ti” se refiere a deshonrar, menospreciar o ridiculizar.

Si lo ponemos en nuestro contexto, un empleado, o compañero o vecino hace un comentario en cuanto a usted, y luego le llega el rumor, o justo lo alcanza a escuchar y le duele. Sus palabras eran crítica, condescendientes o groseras o incluso crueles.

No hay nadie en este mundo que no haya sentido ese tipo de dolor causado por palabras hirientes.

Y para los que son más conocidos, las posibilidades son mayores, sólo porque hay más gente que tendrá una opinión y algunas palabras sobre lo que piensan de usted.

Si usted tiene hijos, seguramente van a calificarlo seguido.

Si es un jefe, sus empleados dirán cosas sobre usted.

Tal vez ya ha descubierto que una de las reglas del liderazgo es que todo es culpa suya.

El problema de ser líder es que nunca estará seguro de si lo siguen o lo persiguen. A veces pueden ser ambas cosas.

Me encanta lo que escribió un autor cuando dijo que la clave para ser un buen líder es mantener alejadas a las personas que no lo quieren de las que aún están indecisas.

Ahora bien, lo interesante aquí es que Salomón no dice: “Si oyes que alguien te desprecia o critica, no te preocupes porque probablemente no es verdad”.

No, puede ser cierto – observe el versículo 21 otra vez:

Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan Eclesiastés 7:22

En otras palabras, “Algo de esto podría ser verdad”. Puede ser un llamado de Dios a arrepentirse – a cambiar. A veces cuando escuchamos críticas, necesitamos ir a Dios y preguntarle: “Es verdad?” Y, luego, pedirle que le ayude a vivir de tal manera que demuestre lo contrario.

A propósito, este sabio consejo funciona en ambas direcciones. No crea tampoco todas las cosas buenas que la gente dice de usted.

Los cumplidos pueden ser tan peligrosos como las críticas.

Mi papá solía decirme cuando era niño que un cumplido es como un perfume; puedes olerlo; pero no te lo tragues”.

El profesor Howard Hendricks nos dijo en el seminario más de una vez: “Muchachos, nunca se pongan a la puerta de salida después del servicio, haciendo que todos tengan que pasar a su lado, le den la mano y digan cosas bonitas sobre su sermón que probablemente no quieren decir. ¿Saben que es eso? Esa es la ceremonia de glorificación de un gusano”.

Es por eso que, hasta el día de hoy, me quedo cerca del púlpito después del servicio.

Salomón básicamente dice aquí: “Tome la crítica con mucha cautela”.

No deje que la crítica lo lleva al desconsuelo. Siga adelante. Cambie si es necesario, aprenda de ello, viva para que no sea cierto y crezca a partir de ello.

Pero observe que Salomón continúa y agrega una frase con mucho realismo.

Mire de nuevo el versículo 22:

…porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces” Eclesiastés 7:22

O sea, usted sabe muy bien quién es usted. Usted ha hecho lo mismo muchas veces.

Tome sus críticas con discreción y recuerde sus propios defectos.

Un hombre escribió: “Nunca me preocupo de las cosas malas que la gente dice de mí, porque yo sé muchas cosas más cosas sobre mí que ellos y soy peor de lo que creen”.

Vivir sabiamente significa considerar la crítica y trabajar en su carácter en lugar de simplemente ofenderse o deprimirse y llorar “pobre de mi”.

Sabiduría es ser realista – Buscar hacer lo mejor con fidelidad, pero reconocer que no es perfecto.

Entonces, la sabiduría rechaza el perfeccionismo.

Se niega a paralizarse por una crítica dolorosa.

  • La sabiduría reconoce las limitaciones del intelectualismo

Fíjese en el versículo 23:

Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Seré sabio; pero la sabiduría se alejó de mí. Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará?” Eclesiastés 7:23-24

Según la Biblia, la sabiduría es un don de Dios – que fluye de una relación con Dios (Santiago 1:5).

La sabiduría no se fabrica.

Continuemos en el versículo 25:

 “Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error” Eclesiastés 7:25

En otras palabras: dedique mi corazón y mi mente para comprender a la raza humana, quiénes somos y por qué hacemos las cosas que hacemos. ¡Y no llegué muy lejos!

La vida es misteriosa y realmente no podemos entendernos, mucho menos saber cómo funciona el mundo que nos rodea. Simplemente estamos bajo la limitación de nuestra pecadora capacidad intelectual.

Incluso los más brillantes admiten sus limitaciones.

A veces pienso en Isaac Newton, el brillante físico del siglo XVII. A los 24 años, ya había calculado las leyes del movimiento y la gravedad. Descubrió la manera de calcular las mareas y fue el primero en descubrir que la luz está compuesta por todos los colores del espectro.

Durante 200 años, sus fórmulas, ecuaciones y teorías dominaron el pensamiento científico; fue el primer científico en ser nombrado “caballero” por la realeza.

Newton era creacionista y un creyente comprometido. En sus últimos años escribió: Yo sólo he descubierto los bordes de la creación de Dios. Hay un gran mar de conocimiento, y yo sólo he estado remando en aguas poco profundas”.

Sólo he tocado la superficie de todo lo que hay que saber y que sólo es conocido por nuestro Dios Creador.

La sabiduría reconoce las limitaciones del intelectualismo.

  • La sabiduría resiste las invitaciones del hedonismo.

El hedonismo es una visión del mundo – una forma de vida – que dice: “La búsqueda del placer es lo más importante en la vida”. Vivimos en un mundo totalmente convencido de que el hedonismo es la forma de vivir, y lo invitará a experimentar todo tipo de cosas.

Ahora fíjese en el versículo 26:

Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso. He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón; lo que aún busca mi alma, y no lo encuentra: un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas estas nunca hallé. He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones” Eclesiastés 7:26-29

Ahora bien, este no es el versículo que va a poner en la invitación para un matrimonio.

No malinterprete a Salomón. Él no dice que las mujeres no son tan dignas de confianza como hombres. Él solo está diciendo que no pudo encontrar una mujer digna de confianza entre mil, pero encontró a un hombre que le cuidaba la espalda.

En otros pasajes, Salomón habla muy bien de las mujeres, sobre todo en Proverbios. Incluso personifica la sabiduría como una mujer en los capítulos 1, 8 y 9.

En realidad, Salomón describe aquí a una prostituta – una mujer que es una trampa sexual. Está describiendo a la misma mujer del capítulo 7 de Proverbios, que atrapa al hombre ingenuo.

Lo que Salomón está diciendo esencialmente, es que fue en busca de amor, de apoyo, de compañía. Y encontró un amigo entre los hombres, pero ninguno entre las mujeres.

Me parece interesante que Salomón uso el número 1.000. Salomón tuvo en su harén un total de 1.000 mujeres.

Él buscó el amor y el placer duradero en vida entre mil mujeres y no encontró ninguna satisfactoria.

Cómo verá, este hombre de unos 70 años ya, llega a la conclusión de que no hay una sola mujer en todo su palacio que no hiciera otra cosa que apartar su corazón de Dios (1 Reyes 11:1-8).

Ellas no lo satisfacían. Perseguir el placer le robó el verdadero placer, en una relación y compañía de la mujer que luego describirá en Proverbios 31 diciendo de ella: El corazón de su marido está en ella confiado (Proverbios 31:11).

La verdad es que Salomón buscó en los lugares equivocados y en los caminos menos indicados.

El hedonismo siempre será un callejón sin salida.

 

Los Beneficios de un Comportamiento Sabio

Salomón concluye sus comentarios, y nos da tres beneficios de comportarse sabiamente.

El capítulo 8 versículo 1 concluye este tema diciendo:

 “Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará”

Eclesiastés 8:1

  1. La sabiduría le ayudará a vivir de manera única.

¿Quién como el sabio? Eclesiastés 8:1a

Es como si preguntara: “¿Dónde están?”. Son tan pocos y especiales. Escuche, querido oyente, usted no tiene idea de lo único y especial que es en este mundo cuando vive sabiamente; lo valioso que será para otros que están buscando esta cualidad tan escasa en las personas.

  1. La sabiduría le ayudará a tomar decisiones correctamente.

 “…¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas?…” Eclesiastés 8:1b

Esta palabra traducida “declaración”, puede traducirse como “solución, razón o explicación”. ¿Quién tiene una solución, una explicación, o algo de discernimiento?

La vida está llena de interrogantes, y una persona sabia buscará a Dios, pensará bíblicamente y va a orar cuidadosamente para encontrar la respuesta.

  1. La sabiduría le ayudará a vivir con gracia.

 “La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará” Eclesiastés 8:1c

Imagínelo. La sabiduría se va a reflejar en su rostro, mejorará su temperamento, se va a demostrar en sus relaciones y mejorará su comportamiento.

Se manifiesta en su actitud y semblante.

No es de extrañar que Salomón trate este tema como si fuera de vida o muerte en Proverbios cuando escribe: la sabiduría es mejor que el oro (Proverbios 16:16).

Adquiere sabiduría, no la abandones y ella te guardará; ámala y ella te guardará. Sabiduría, ante todo. Adquiere sabiduría(Proverbios 4:5-7).

En otras palabras, el primer paso para ser sabio es buscar la sabiduría de Dios. Es una cuestión de vida o muerte.

  • Apartados de Dios, vamos a perseguir el perfeccionismo: intentaré ser perfecto.
  • Apartados de Dios, vamos a estar paralizados por la crítica.
  • Nos volvemos orgullosos de nuestro conocimiento e intelectualidad – lo que creemos.
  • Apartados de Dios desperdiciamos nuestra vida en el espejismo del hedonismo – siempre buscando satisfacción en el placer y nunca encontrándolo.

La sabiduría lo llevará hacia el Creador de la sabiduría, al dador de la sabiduría y su sabia palabra que apunta al Evangelio que nos dice que:

  • Sólo Jesús es perfecto;
  • Jesús tomó toda la deshonra del mundo sobre sí mismo;
  • Jesús es omnisciente;
  • Jesús perdonará sus pecados cuando ponga su fe en Él y le aceptará en Su familia para siempre.

 

 

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