El Contexto

Vivimos en un mundo extraño y confundido, donde las creencias religiosas son mas descabelladas que creíbles. Si ha habido un tiempo en que se necesita desesperadamente el evangelio, tanto para liberar como para redimir a nuestra cultura de una decadencia absoluta- ese tiempo es ahora.

Y, para ser sincero, siempre ha sido “ese tiempo” ya que, desde que el pecado entró al mundo, la sociedad siempre ha estado confundida y creyendo cosas absurdas.

Si nos remontamos en la historia unos 2 mil años atrás, para cuando la cultura griega florecía en la isla de Creta, encontramos que la adoración de Dionisio era prevalente.

Supuestamente, Dionisio era el hijo de Zeus, el dios más importante de los Griegos; y su nacimiento fue de todo menos normal. La leyenda cuenta que, mientras su madre estaba embarazada de él, Zeus decidió matarla. Él sacó a Dionisio del vientre de su madre antes de incinerarla con su poder, y luego coció el cuerpo del niño en su muslo, donde permaneció hasta el tiempo de su nacimiento. El infante divino cocido al muslo de Zeus estaba destinado a ser un líder mundial.

Ahora, si eso no es lo suficientemente extraño, la leyenda continua diciendo que, ni bien Dionisio nació, unos Titanes, que no querían ser gobernados por este dios, lo raptaron, lo cocinaron, y se lo comieron. Sin embargo, Zeus rescató el corazón de Dionisio justo a tiempo y luego reconstruyo su cuerpo. Zeus destruyo con un rayo a los Titanes y, de sus cenizas, evolucionó la raza humanidad. A todo esto, por siglos, esa fue la teoría griega de los orígenes de la humanidad.

Dionisio creció y formó una religión enfocada en el éxtasis y el emocionalismo, saturada con borracheras e inmoralidad sexual. De hecho, el vino era parte tan crítica de esta religión, que a Dionisio lo llegaron a conocer como el dios del vino.

Los Romanos tomaron esta religión y renombraron a Dionisio como “Baco.” Baco era el dios Romano del vino. Los que practicaban su religión adoraban a su dios con fiestas desenfrenadas donde buscaban entrar a un estado de éxtasis mientras bebían vino y participaban de orgías de todo tipo.

Ellos creían que la religión era una experiencia trascendental y que el exceso de alcohol le permitía a uno tener comunión con los dioses al perder todo tipo de inhibiciones.

Ahora, hasta el día de hoy muchísimas personas creen que tener un estado de éxtasis es lo mismo que tener una experiencia religiosa o espiritual. Algunos buscan estas experiencias con drogas o repitiendo cantos una y otra vez.

En el caso de los seguidores de Baco, su droga era el alcohol, y el desenfreno era su forma de adoración.

Al excavar un templo de aquella época, los arqueólogos encontraron en la sección principal los restos de un gran pozo adornado con mosaicos. Ese pozo, decorado con figuras de uvas y personas desnudas, estaba colocado allí para que los adoradores pudieran vomitar lo que habían comido y bebido, y luego continuaran bebiendo, comiendo y participando en todo tipo de excesos.[i]

Ellos creían que su vomito era una ofrenda a su dios.

Unos 30 años antes de que el mensaje del evangelio llegara a la isla de Creta, donde todas estas asquerosidades estaban tomando lugar, varios judíos viajaron a Jerusalén para celebrar la fiesta de Pentecostés.

Y en ese día, ellos escucharon un mensaje, de parte de un ex-pescador llamado Pedro, y creyeron el mensaje;  ellos nacieron de nuevo por la fe en Jesucristo, el Mesías.

Ellos regresaron a la isla de Creta y continuaron esparciendo el mensaje liberador de Cristo.

Treinta años más tarde, el Apóstol Pablo visito la isla junto a un joven llamado Tito.

Probablemente, Pablo visitó Creta después de ser liberado de su primer encarcelamiento en Roma. Pablo seria encarcelado nuevamente después de unos 3 años y finalmente ejecutado en Roma por órdenes de Nerón.[ii]

No sabemos por cuanto tiempo se quedó Pablo en Creta, pero si podemos imaginarnos un poco lo difícil que fue este campo misionero.

La industria vinícola de Creta era muy famosa. La borrachera era una epidemia allí.[iii]

Los cretenses no solo tenían la reputación de ser borrachos sino también mentirosos. Su religión centrada en la inmoralidad sexual ciertamente captaría la atención de más personas que el mensaje del evangelio que nos llama al arrepentimiento, el autocontrol y una vida santa.

¡Pero el evangelio había echado raíces! El espíritu de Dios había transformado las vidas de personas que habían experimentado lo suficiente con Dionisio como para saber que la paz y la satisfacción no se encuentran en el alcohol y el desenfreno; que la adoración a Dionisio era destructiva… que una orgía tras otra solo los dejaba mas vacíos que antes.

Así que varias iglesias comenzaron a formarse… asambleas devotas a esta nueva enseñanza traída por los Apóstoles.

Pero estas congregaciones estaban en serio peligro… su salud espiritual pendía de un hilo. Falsos maestros habían comenzado a engañarlos… y las congregaciones con falta de liderazgo eran una presa fácil.

Lo que las iglesias en la isla de Creta necesitaban, era liderazgo espiritual.

Así que Pablo le dice a Tito, en el capitulo 1, versículo 5, “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;”

Querido oyente. La iglesia en Creta necesitaba lo mismo que necesita la iglesia actual –hombres guiados por el espíritu de Dios, comprometidos con la escritura, firmes en el evangelio; sin miedo en su doctrina; íntegros en su vivir y puros en sus relaciones personales.

Lo que la iglesia necesitaba en aquel entonces y ahora, es lo mismo. La iglesia necesita pastores… hombres que lleven el manto de liderazgo – hombres que comprenden la seriedad de su labor y aceptan aquella responsabilidad – hombres que alimenten a las ovejas y que las protejan – hombres que fortalezcan a la grey de Dios.

Así que Pablo va a pedirle a Tito que identifique hombres que estén realmente dispuestos y calificados para “ponerse los pantalones’ por así decirlo, y liderar la asamblea sobre la cual Dios les ha dado autoridad.

Este claramente es un mensaje políticamente incorrecto el día de hoy.

De hecho, si uno habla en la actualidad acerca de que el hombre debe liderar, no solo en el hogar, sino que también en la iglesia, tanto el mundo como gran parte de la iglesia se escandaliza.

Pero si Pablo le pudo decir a Tito que creara este tipo de cultura dentro de la iglesia en Creta, la cual estaba rodeada de confusión sexual y perversión religiosa, él ciertamente esperaría que nosotros hagamos lo mismo el día de hoy, gracias al poder redentor del Espíritu Santo.

Así que prepárese para escuchar varios mensajes políticamente incorrectos.

Ahora, probablemente habrá notado que no todo estaba yendo bien entre los creyentes en Creta. En el versículo 5, leemos que Pablo le pide a Tito que ‘corrija lo deficiente’.

La palabra traducida ‘corregir’ viene de la palabra griega orzοo (ορθοω) que se usaba a veces para hablar del tratamiento para curar huesos rotos o rectificar un hombro dislocado.[iv]

De esa misma palabra sale la palabra castellana “ortodoncia.”

Cuando era niño, mis padres pagaron una fortuna para que me enderezaran los dientes. Lo que pasa es que yo tenia una mordida terrible, y mis dos dientes del frente sobresalían tanto que apenas podía juntar los labios. En el colegio, mis amigos obviamente me encontraron todos los sobrenombres habidos y por haber. Esos eran mis amigos. Ahora estoy bien… después de 10 años de consejería pero estoy bien.

Y en aquellos días no tenían los metales flexibles, los escáner 3D, los plásticos invisibles, y todas las cosas que hay ahora. Tenía que usar unos aparatos de metal que dolían por semanas. Cualquiera que ha usado aparatos en los dientes sabrá el dolor, la incomodidad… ¡Oh! Y lo molesto que es mantener todo limpio.

Pero valió la pena.

Esa es la palabra que Pablo usa aquí. Y es la única vez que la encontramos en el Nuevo Testamento.[v]

“Tito,” dice Pablo, “quiero que corrijas esas cosas que están torcidas y fuera de lugar en las iglesias de Creta.”

Hay cosas que debes poner en su lugar.

De hecho, notará que Pablo escribe que estas cosas aun están desordenadas. En otras palabras, Pablo no pudo terminar la labor de organizar la iglesia. Aun había deficiencias en cuanto a la estructura de liderazgo y las congregaciones.

Había cosas rotas que se debían enmendar, cosas torcidas que se debían enderezar. Y esto seria doloroso…requeriría mucha atención…seria costoso en el aspecto emocional… y los problemas no se solucionarían de un día para el otro.

Pero valdría la pena.

Ahora, imagínese a Tito, con esta gran tarea por delante.

Él va a llegar a una congregación ya establecida y ellos van a decirle: ¿Qué piensas que estas haciendo?

Pretendo enderezarlos- y eso va a doler.

¿Y como se supone que vas a hacerlo?

Bueno, primero que nada, voy a designar ancianos, lideres en cada iglesia en la isla.

¿Y quien te dijo que tienes el derecho de hacer eso?

Bueno, aquí tengo una carta que el Apóstol mismo me envió. Mire, fíjese en el versículo 5, “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé.”

Así que, les guste o no, a mi me mandaron a seleccionar, entrenar, y poner a trabajar hombres que sirvan en la iglesia.[vi]

Términos del Liderazgo de la Iglesia

Y la palabra que Pablo usa aquí para referirse a esos hombres, es la palabra “ancianos.”

Ese término, ancianos, provenía de la sinagoga. Allí, al líder se le llamaba comúnmente anciano; y como las primeras iglesias estaban compuestas principalmente por judíos, ese término se comenzó a usar mucho en la iglesia.

En el libro de los Hechos, en el capitulo 14, Lucas escribe que se habían designado ancianos para cada iglesia.

• Estos eran hombres que iban a determinar las normas y reglas de su iglesia (Hechos 15);
• Estos hombres iban a supervisar los asuntos de su iglesia (Hechos 20);
• Iban a liderar, enseñar y predicar (I Timoteo 5);
• Iban a exhortar y refutar falsas enseñanzas (Tito 1:9);
• Actuarían como Pastores, dejando un ejemplo para la grey (I Pedro 5).[vii]

Ahora, hay tres términos que aparecen en el Nuevo Testamento para este cargo.

Primero, tenemos el término griego ‘presbutero.” Esta es una palabra que se traduce como anciano. Desde los comienzos de la iglesia, un grupo de lideres espirituales tenía la responsabilidad del desarrollar y dirigir la congregación.

Los pasajes que usan el termino ‘presbuteros’ parecen enfocarse en el carácter de la persona mas que en cualquier otra cosa.

Otro termino para este cargo es “episkopos” que generalmente se traduce al castellano como “obispo”. Episkopos era para los griegos lo que presbíteros era para los judíos.

Los creyentes gentiles entenderían inmediatamente lo que el termino obispo significaba, ya que el obispo era la persona responsable delante del emperador de liderar ciudades o provincias bajo su autoridad. El obispo era el responsable, no la gente, y el emperador le delegaba el poder para gobernar.[viii]

En 1 Pedro 2:25, el Señor Jesucristo es llamado el “Obispo de nuestras almas.” O sea, el es quien tiene el derecho de gobernar nuestras vidas que han sido conquistadas por Él. Él es el guardián de nuestra alma.

Entonces, presbíteros y episkopos son dos términos que surgieron prontamente después del nacimiento de la iglesia para describir a los hombres que cuidaban y guiaban a la iglesia – hombres con autoridad delegada de parte del Pastor de los pastores- Jesucristo.

El tercer término que define claramente el rol del anciano/obispo aparece en menos oportunidades y se traduce como pastor. Se trata del termino griego ‘Poimen’.

Pedro describe a Cristo con este termino en 1 Pedro 2:25. Cristo es el pastor de nuestras almas. Él vuelve a usar este término en 1 Pedro 5:4, cuando dice que Jesucristo es el Príncipe de los pastores.

Todos los demás son simples pastores, bajo la autoridad del Príncipe de los pastores. El pastor, a final de cuentas, no está allí para rendirle cuentas al rebaño, sino a Dios.

El término ‘poimen’ se refiere, mas que nada, a alimentar al rebaño; y cada pastor rendirá cuentas ante Jesucristo por cuan bien alimentó espiritualmente a su rebaño.

I Pedro 5:2 dice: “Apacentad (o alimentad) la grey de Dios que está entre vosotros…”

Juan 21 dice: “¿Pedro, ¿me amas? …apacienta mis ovejas,” alimenta mis ovejas.

El pastor debe guiar a las ovejas a pastos verdes. Debe alimentarlas y cuidarlas bien.

Es por eso que la predicación de la palabra no es una tarea opcional. El pastor debe enseñar y exponer la palabra, exhortar a la congregación a obedecerla y aplicarla… Eso significa, en parte, alimentar al rebaño.

La escritura es como un campo fértil para las almas del rebaño. Y la comisión de cada anciano/pastor es predicar y enseñar la palabra y guiar a la grey a los campos fértiles de la palabra de Dios.

Entonces, para hacer un breve resumen de estos términos que vimos:

• El termino anciano hace referencial carácter del cargo;
• El termino obispo hace referencia a la autoridad del cargo;
• El termino pastor, hace referencia a la pasión del cargo.

Y estos tres términos hablan acerca de un rol de liderazgo.

Características del Liderazgo de la Iglesia

Ahora, permítame darle brevemente, cuatro características de este rol.

Primero, los ancianos tienen un liderazgo plural

Hay bastante debate en cuanto a este tema en particular y no quiero traer ese debate al pulpito.

Pero si quiero decir es interesante notar que, en el Nuevo Testamento, no se hace referencia a un solo pastor o anciano en una congregación.

De hecho, cada vez que se usa el termino “anciano” es en plural, excepto cuando Juan y Pedro usan la palabra para referirse a si mismos.

Ahora, eso no significa que no habían congregaciones lideradas por un solo pastor o anciano, pero ninguna es mencionada.

Los que proponen que la iglesia debe ser liderada por una sola persona dicen que habían ancianos (plural) en cada ciudad, pero que los creyentes de cada ciudad se reunían en varias casas, y cada congregación era liderada por una sola persona. Como, periódicamente, todas las congregaciones de la ciudad se juntaban, de allí proviene la idea de que la iglesia tenia mas de un pastor. Sin embargo, si ese es el caso, el hecho continúa siendo que en el Nuevo Testamento se considera a las iglesias en una ciudad como una sola, y las decisiones se tomaban en conjunto con otros ancianos. Así que aún así, no podemos escapar el hecho que había una pluralidad de lideres tomando decisiones.[ix]

Otros se apoyan en Apocalipsis capítulos 2 y 3, y afirman que, como las cartas a las iglesias fueron entregadas a un ángel de la iglesia, esa referencia a un  solo ángel o mensajero indica que solo debe haber un pastor o anciano por iglesia.

El problema con ese punto de vista es que es solo una conjetura. De hecho, si el ángel se refiere a un pastor allí en Apocalipsis 2 y 3, podríamos fácilmente afirmar lo contrario también. Podríamos decir que este era un líder entre lideres, ya que no sabemos si este anciano representaba a un grupo de ancianos o no.[x]

De hecho, sabemos que una de las iglesias que recibió la carta tenía mas de un anciano –la iglesia de Éfeso.

El principio de que, en la iglesia, puede haber un líder principal entre otros líderes lo vemos ilustrado en la iglesia de Jerusalén. Allí, Jacobo, el pastor enseñador, era el líder entre líderes, y vemos claramente como él guio a la iglesia tomar una gran decisión en Hechos 15.

También leemos, más específicamente, que algunos ancianos merecen mayor honor. Pablo escribió en 1Timoteo 5:17-18 diciendo que aquellos ancianos que trabajaban arduamente predicando y enseñando eran dignos de doble honor – una palabra que se refiere a su remuneración.

Y esto también nos dice que no todos los ancianos de una congregación predicaban o enseñaban, y se puede deducir que algunos ancianos tenían mas autoridad que otros.

Lo que es importante que entendamos aquí, es que no hay ningún pasaje que diga, de forma explicita, que un anciano tiene toda la autoridad en una iglesia- de hecho, esa es la característica de una secta, no de la iglesia.[xi]

Al leer la Biblia de forma simple, vemos que se designaron ancianos –en plural- en cada iglesia –singular- y el compartir responsabilidades y autoridad era un señal de que la congregación era fuerte y saludable.

Segundo, los ancianos tienen la labor de proveer

Se que ya he tocado el tema de enseñar y alimentar al rebaño, pero permítame elaborar este tema un poco mas.

Hay ancianos en muchas iglesias que se entusiasman con la idea de gobernar, liderar… tener autoridad, poder y prominencia. Pero el pastorear y alimentar, lo tienen mucho mas abajo en su lista de prioridades.

Me encanta la historia acerca de un pastor nuevo, que no parecía estar haciendo una buena labor en el púlpito. Se confundía con frecuencia, le costaba expresarse bien y para la congregación, era evidente que el no estaba estudiando lo suficiente. Así que los ancianos le preguntaron, en una reunión privada, ¿Cuándo prepara usted los sermones? El respondió, “Como ustedes saben, vivo a tan solo una cuadra de la iglesia, así que preparo los mensajes mientras vengo a la iglesia. Los ancianos le consiguieron una casa a dos kilómetros de distancia.

Walter Kaiser comentó acerca del estado anémico de la iglesia y dijo que la responsabilidad recae en los hombros de pastores y ancianos que están haciendo de todo excepto predicar la palabra de Dios.

El escribió lo siguiente: “No es ningún secreto que la iglesia de Cristo no tiene una buena salud. Esta muy débil porque ha sido alimentada con comida chatarra y todo tipo de sustitutos y preservantes artificiales. Como resultado, la iglesia ha quedado teológicamente y bíblicamente mal nutrida.

Personalmente, me gustaría agregar que, desde mi punto de vista, la mayoría de los predicadores actuales han pasado a ser expertos en analizar la vida…las experiencias humanas, y no la palabra de Dios.

Los pastores generalmente leen y citan más a los autores cristianos que la misma Biblia. Ahora, no hay nada de malo en leer libros cristianos y sacar citas relevantes, pero el pastor solo puede darle a la congregación lo que él ha aprendido de la Biblia de primera mano.

La Biblia no puede estar mas abajo en su lista de lectura que ningún otro libro.

En una ocasión estaba hablando con mi padre acerca de cómo los pastores son influenciados por lo que leen semana tras semana –las cosas que permiten que entren a su mente- los autores que ellos permiten que los influencien…y en que medida esto puede afectar sus predicaciones, su filosofía de ministerio, y hasta su estilo de liderazgo.

Mi padre me dijo algo que jamás me voy a olvidar. Fue un verdad muy sencilla y a la vez, muy profunda. Él me dijo: “Cuando era niño y vivía en el campo, siempre sabía cuando nuestra vaca había comido cebollas… podíamos sentir la diferencia en la leche.”

Uno alimenta a los demás con lo que ha estado alimentándose.

Tenemos que regresar a las Escrituras – a la verdad pura y sin diluir de la Palabra de Dios.

Esa es la tarea del anciano- asegurarse que el rebaño sea alimentado con la leche y la carne de la palabra, cuidar la grey y guiarla bíblicamente.

Y el mayor gozo de un anciano es el oír que [sus] hijos [espirituales] andan en la verdad, tal como dijo el apóstol Juan.

Ese es el mayor gozo de un líder.

Los ancianos tienen un liderazgo plural; su labor es ser proveedores.

Tercero, los ancianos tienen la responsabilidad de proteger.

Vamos a meternos mas de lleno en este tema cuando lleguemos al final del capitulo 1 de Tito. Allí vamos a encontrar los roles del anciano- y uno de ellos es refutar a los contradicen la verdad de la escritura.

La labor del pastor es la de advertir y proteger al rebaño.

De la misma manera que los padres de familia le advierten a sus hijos sobre los distintos peligros que existen. De la misma manera que los padres le advierten a sus hijas mujeres de ciertos varones ¿no es así?

Y Pablo le dice a los ancianos en Éfeso, en Hechos 20, “jamás dejo de advertirles… mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

²⁹ Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.

³⁰ Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.

³¹ Por tanto, velad…”

Los lobos rapaces vienen.

Philip Keller, quien fue pastor de ovejas por muchos años, escribió lo siguiente: “Esta advertencia me recuerda al comportamiento de las ovejas cuando son atacadas por perros, lobos y osos. Por lo general, las ovejas, en su temor, se quedan quietas, viendo como las demás son despedazadas. El depredador golpea y lastima a una oveja, mientras que las demás se quedan mirando sin reaccionar, como si no escucharan o vieran lo que sucede a su alrededor. Es como si no se dieran cuenta del peligro al que están expuestas.”[xii]

Charles Jefferson, quien fue pastor a fines del siglo 19, escribió: “El viaje desde la cuna al sepulcro es peligroso…si cada hombre esta rodeado de peligros; si el universo esta lleno de fuerzas hostiles para con el alma, entonces el estar alerta pasa a ser una de las responsabilidades mas criticas para los pastores.” Los ancianos deben ser protectores, defensores y guardianes del pueblo de Dios.[xiii]

Tal vez sea por esto que un reconocido líder cristiano dijo que la cualidad mas importante de un líder es: “Valor.”

Esto es así, especialmente en los tiempos que nos toca vivir.

Valor para:

• Disciplinar el pecado en la iglesia;
• Confrontar las divisiones en la iglesia;
• Llamar al pecado por su nombre en una cultura mundana y adversa;
• Estar firmes ante el error doctrinal;
• Refutar falsas enseñanzas y falsos maestros.
• Entregar la vida por el rebaño.

Los ancianos tienen un liderazgo plural; la labor de proveer; la responsabilidad de proteger y, en cuarto lugar…

Los ancianos tienen autoridad en su liderazgo.

En otras palabras, ellos lideran al rebaño y el rebaño debe obedecerlos.

La iglesia, querido oyente, no es una democracia. Ni siquiera es una república.

Los ancianos nos son oficiales elegidos para representar a distintos grupos dentro de la iglesia.

Los ancianos no son representantes de la gente para traer opiniones al congreso. De hecho, no le deben de rendir cuentas a la gente, sino a Dios.

El apóstol Pedro le dijo lo siguiente a los ancianos en 1 Pedro 5:2,

“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;”

Los ancianos no hablan por la gente –le hablan a la gente de parte de Cristo, el Gran Pastor.

Pedro continua advirtiendo al anciano y a la vez, lo anima diciendo:

“Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.”

En otras palabras, los ancianos tendrán que rendir cuentas ante el que los premiara según su labor.

Y el escritor de Hebreos aporta a este tema con algunas palabras bastante directas, diciendo, en Hebreos 13:17,

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.”

Querido oyente, que con nuestra actitud podamos nosotros traerle gozo a nuestros pastores – que puedan realizar su labor con alegría al ver nuestra cooperación, respeto, y deseo de ser alimentados por la Palabra de Dios. Y más importante aún, que podamos, todos nosotros, traerle gozo al Príncipe de los pastores- nuestro Señor Jesucristo- que no le traigamos tristeza, sino gozo con nuestra vida de obediencia a su Palabra que nos ha entregado para nuestro bien.

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey

© Copyright 2012 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

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[i] Adapted from John Macarthur sermon manuscript: www.gty.org/resources/sermons/80-380

[ii] Grant Osborne, General Editor; Life Application Bible, 1 & 2 Timothy/Titus (Tyndale House Publishers, 1993), p. 246

[iii] D Edmond Hiebert, Titus and Philemon (Moody Bible Institute, 1957), p. 28

[iv] Hiebert, p. 30

[v] John Kitchen, The Pastoral Epistles for Pastors (Kress Christian Publications, 2009), p. 487

[vi] Kitchen, p. 488

[vii] MacArthur, p. 13

[viii] Ibid, p. 9

[ix] MacArthur, p. 27

[x] Alexander Strauch, Biblical Eldership (Lewis and Roth Publishers, 1995), p. 47

[xi] MacArthur, p. 27

[xii] Strauch, p. 18

[xiii] Ibid