Lección 20: Que el Registro Hable Por Si Mismo

Lección 20: Que el Registro Hable Por Si Mismo

Pasaje Bíblico: 1 Juan 5:9-11.
 En estos versículos, el apóstol Juan quiere que sepamos sin duda alguna que Dios mismo se ha puesto como testigo y nos ha dejado un testimonio escrito, declarando que Jesucristo es el Redentor.

Introducción

Varios años atrás, un comité estatal aprobó una nueva serie libros escolares para que se usaran en los colegios públicos. No pasó mucho tiempo hasta que un grupo de padres, al leer la información que aparecía en esos libros se alarmaran por los errores que habían, así que decidieron revisar y evaluar el material.

Al terminar su revisión, habían encontrado más de 200 errores solamente en el libro de historia – errores tan grandes como que Napoleón había ganado la batalla de Waterloo en vez de perderla. También este libro decía que el presidente Harry Truman detonó la bomba atómica – no en una ciudad en Japón, sino en una ciudad en Corea.

Los padres demandaron que se hiciera algo al respecto, el comité de educación condujo su propia revisión y encontraron aún más errores. Y luego, los padres encontraron más. Cuando todo hubo terminado, entre todos habían encontrado más de 5000 errores.

Los padres luego se contactaron con la editorial y exigieron que los libros fueran retirados y reemplazados; pero la editorial se rehusó. Es más, el vocero de la editorial argumentó que “a no ser por los errores, estos eran los mejores libros que habían publicado hasta la fecha.”

A decir verdad, la mayoría de nosotros aceptaríamos sin cuestionamientos prácticamente todo lo que leemos en un libro de texto escolar.

Cuando estaba en el colegio, si mi libro de historia hubiera dicho que Napoleón ganó la batalla de Waterloo, o que la bomba atómica fue detonada en Corea, habría memorizado todos esos hechos para los exámenes y asumiría que eran correctos.

Por eso, los padres tienen un rol tan importante como guías. Los padres que están alertas y se preocupan por las mentes y corazones de sus hijos tienen la tendencia a evaluar los temas y las modas, los profesores e incluso los libros que leen sus hijos.

Me llamó mucho la atención mientras estudiaba este pasaje que el apóstol Juan se ve a sí mismo como un padre. En su tercera carta el escribe que su mayor gozo es oír que sus hijos – los creyentes – están caminando en la verdad. Como un padre preocupado por sus hijos, este apóstol quiere asegurarse – y encuentra su mayor gozo – en escuchar que sus hijos están realmente aprendiendo la verdad.

Porque realmente importa.

El saber que Napoleón ganó o perdió la batalla de Waterloo no va a determinar nuestro futuro eterno, pero la verdad que el apóstol Juan nos va a enseñar, si.

Y Juan quiere que tengamos confianza en la verdad que está presentando. Él no quiere que tengamos ninguna duda de que él nos está diciendo la verdad de parte de Dios. Esta es la razón por la que él va a tales extremos para fundamentar su carta con evidencias divinas. De hecho, 7 veces a través de los siguientes 2 versículos, Juan va a usar la misma palabra una y otra vez.

Comenzando con el capítulo 5, versículo 9 – que es donde concluimos nuestro último estudio – hasta el versículo 11, Juan va a usar la palabra griega martureo siete veces. En español, eso significa testimonio, testigo, o registro.[i]

“Es como si Juan dijera, “dejemos que el registro hable por sí solo.”

Ahora, Juan está escribiendo en su mayoría a una audiencia judía.           Los judíos habían sido enseñados a evaluar el testimonio de las personas – ellos habrían sido el tipo de padres que evalúan los libros de texto que llegan a la casa – y una cosa que realmente consideraban esencial era la necesidad de sustanciar los hechos con evidencias. De hecho, la ley judía requería la presencia de al menos 3 testigos en un tribunal.

Deuteronomio 19:15 registra la ley de Dios dada a través de Moisés, y esta dice que Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.

Y a todo esto, las cortes judías no permitían a cualquier persona como testigo. Sabemos gracias a los registros históricos que ellos no permitían testificar a una persona que tuviera algún registro criminal. El falso testimonio era condenado con la pena de muerte. Ellos tampoco permitían testificar a nadie que fuera aún sospechoso de cometer fraude o algún tipo de deshonestidad financiera – esto incluía a los cobradores de impuestos. Además de todo esto, en el Talmud – el libro judío de costumbres y leyes del primer siglo – encontramos que no se permitía a una persona común y corriente testificar en la corte.[ii]

O sea, uno realmente necesitaba tener conexiones – ser alguien confiable para poder dar testimonio, proveer algún registro escrito, o presentar cualquier tipo de prueba en el tribunal.

Y eso es exactamente lo que Juan está tratando de demostrar aquí.

El Testimonio Inmortal

Note el versículo 9. Si recibimos el testimonio de los hombres – y aquí Juan implica “y lo hacemos” – mayor es el testimonio (o registro) de Dios; porque éste es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.

Lo que el apóstol Juan está diciendo aquí es, si creemos en la palabra de testigos fiables – confiamos en sus registros en una corte o un tribunal de justicia –cuanto más deberíamos creer el gran testimonio del mismo Dios.

O sea, ¿qué puede ser más confiable que eso? ¿que testigo puede encontrar que sea más confiable que Dios quien no puede mentir?

Note la siguiente frase en el versículo 9. Dios ha testificado acerca de su Hijo.

Dios ha testificado– tiempo perfecto. En otras palabras, Dios el Padre se ha colocado a sí mismo para siempre en el registro como un testigo de la autenticidad de Jesucristo como su Hijo.[iii]

Si usted nos acompañó en nuestro último estudio, recordará que vimos los tres testigos que validaban a Jesucristo como el Mesías verdadero. La evidencia del agua, la sangre y el Espíritu (versículo 8).

Ahora, lo que Juan hace en el versículo 9 es informarnos que estos tres testigos de agua, sangre y Espíritu son realmente parte del Testimonio de Dios acerca de Jesús.

En otras palabras, Dios mismo presentó a estos tres testigos para sustanciar su propia declaración de que Jesús es el Cristo.

Así que Dios está cumpliendo su propia ley, sustanciando esta declaración con tres testigos.

Juan está diciendo, “miren, si creemos el testimonio de hombres mortales, ¿como podemos resistir creer el testimonio de Dios?

El Testimonio Interno

Ahora Juan continúa contándonos en el versículo 10 – note la primera mitad – El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo.

¿A qué se refiere esto?

Juan no solo está señalando el registro inmortal del testimonio de Dios, sino tambien el registro interno del testimonio de Dios a través del Espíritu Santo.

El testimonio de Dios también está dentro del creyente.

El apóstol Pablo escribió que no podemos creer este testimonio a menos que el Espíritu Santo abra nuestros ojos. Pero el hombre natural – el no creyente – no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Corintios 2:14).

Una de las evidencias maravillosas de una salvación genuina es el testimonio interno del Espíritu Santo, el cual debería remover toda duda de nuestra mente.

Para el creyente, el mensaje del evangelio no es solo una verdad externa, sino que también es una verdad experimental.[iv]

Nosotros hemos internalizado esta verdad en nuestro espíritu y nuestro corazón, en nuestra voluntad, nuestras emociones y nuestros pensamientos; una verdad que solo podemos aplicar a nuestra vida gracias a la iluminación del Espíritu Santo, el cual reside en nosotros.

Quizás esté pensando, ¿pero como se si el Espíritu Santo realmente mora en mí? O sea, ¿es algo que tengo que sentir? ¿Que si tengo dudas? ¿que si me siento débil en la fe algunas veces y otras veces me siento fuerte?

Bueno, para comenzar, Juan no está guiándonos aquí a evaluar cómo nos sentimos.

Él quiere que evaluemos nuestra respuesta al testimonio de Dios acerca de Jesucristo – el registro que tiene en sus manos – el que escucha predicado domingo tras domingo, y programa tras programa; Juan está preguntándole simplemente, “¿cree usted en el registro de Dios?”

Él hace una pregunta de selección múltiple – y hay solo dos respuestas posibles.

Note la última parte del versículo 10. El que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

Así que, ¿cuál es usted?

¿Es usted uno de aquellos que cree en el registro de Dios acerca de Jesús – o está usted negándolo?

¿Se encuentra sentado pensando que el testimonio de Dios acerca de Jesús no es verdadero?

“Ah, No creo que él realmente sea el único camino al cielo – la verdad y la vida. Realmente no creo que él sea Dios el Hijo.”

Bueno, si ese es usted, según el apóstol Juan, “usted está llamando a Dios mentiroso.”

Usted está efectivamente caminando hacia el estrado y apuntando su dedo en el rostro de Dios el Padre y diciendo, “Tu no estás diciendo la verdad.” Juan no se anda con rodeos, y dice aquí, “en realidad, lo que está haciendo es decirle a Dios que es un mentiroso.”

¿Cree usted en el registro de Dios acerca de Jesús? ¿Cree en el registro de Dios acerca de usted? ¿De dónde viene y hacia dónde va?

¿Sabía que, en el año 1808, se habían catalogado no menos que 80 teorías del origen del universo? Por si no lo sabía, teorías del origen del mundo y la humanidad han surgido desde que el pecado entró al mundo.

En 1808 habían al menos 80 teorías; una decía que venimos de las algas marinas, otra decía que somos hijos de algunos dioses y diosas, otra que dice que descendemos de otros animales, e incluso, la teoría que cada día es más popular – aunque impensada e irrisoria cuando era niño – de que la vida sobre el planeta surgió gracias a que unos alienígenas depositaron cierto material que luego evolucionó hasta convertirse en lo que somos hoy.

La gran pregunta es ¿porque cree lo que cree?

¿Cuál es la fuente fundamental de sus creencias? ¿Como es que sabe quién es usted, de donde viene y hacia dónde va?

La gran pasión del apóstol Juan es que sepamos todo eso y no tengamos ninguna duda al respecto.

¿Porque es que la gran mayoría de los estudiantes universitarios abandonan la fe de sus padres durante el primer año?

La respuesta es simple – era la fe de sus padres

¿Cuál es su fe? ¿Es la fe de sus padres? – ¿es la fe de su pasado? ¿O es una personal?

En Romanos 14:5, Pablo desafío a todos los creyentes a estar plenamente convencidos en su propia mente.

En otras palabras, piénselo y luego manténgase alerta, porque usted vive en un mundo que va a criticar el registro del testimonio de Dios y rara vez va a cuestionar sus propias creencias.

Este es el tiempo de evaluar los libros que pasan a través de su escritorio, o las conclusiones que dan en los documentales, o las evaluaciones que dan los reporteros acerca de ciertas noticias, o los valores y principios que se aplican en las salas de conferencias o la moda que impone en el vecindario.

Manténgase alerta – como nunca.

Leí hace un tiempo atrás una historia acerca de dos amigas ya ancianas que iban en un auto, conduciendo. Estaban llegando a una intersección, el semáforo estaba claramente en rojo, pero pasaron de largo sin hacer ningún esfuerzo de frenar o nada. Asustada, la amiga que estaba el asiento del pasajero pensó, debo estar volviéndome loca, habría jurado que vi que el semáforo estaba en rojo. Llegaron a otra intersección y nuevamente el semáforo estaba en rojo, pero su amiga, nuevamente, atravesó la calle sin siquiera desacelerar o mirar a los lados. Ahora se estaba poniendo nerviosa, pero asumió que no estaba viendo bien, o que la vejez le estaba haciendo una mala pasada, así que se mantuvo en silencio. Igualmente, estaba algo asustada. Luego, llegaron a una tercera intersección, y ocurrió lo mismo. Pasaron con el semáforo en rojo sin siquiera cambiar de velocidad. Sin poder permanecer callada esta vez, miró a su amiga y le dijo, “¿te diste cuenta de que acabamos de cruzar tres calles con el semáforo en rojo? Vas a hacer que nos maten. Su amiga que estaba manejando dijo, “¡hay no! ¿Estaba condiciendo?”

La moraleja de esta historia es, “usted está manejando a través de la vida… usted está detrás del volante… y es importante que se mantenga alerta”

Evalúe lo que escucha en el mundo mientras usted estudia y se afirma en el registro del testimonio de Dios.

¿Y cuál es el registro de Dios?

El Testimonio Inspirado

Versículo 11. Y éste es el testimonio – en otras palabras, aquí está, fuerte y claro – que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

Esta es la promesa de Dios – Él nos ha dado vida eterna a través de su Hijo Jesucristo.

¡Qué gran promesa!

Tuve el privilegio de presidir una boda ayer. Una de las cosas que hizo esta pareja fue escribir sus votos de fidelidad y compromiso. ¡Que preciosas promesas!

Y no pude sino pensar en cómo los tiempos han cambiado. Hoy en día, muchos cambian los votos a cómo eran originalmente y quitan o modifican la parte acerca del compromiso de por vida. Leí de una pareja que evidentemente habían cambiado sus votos para que en vez de decir, “estaré contigo hasta que la muerte nos separe.” Lo cambiaron a “estaré contigo mientras dure nuestro amor.”

No hay duda entonces de porque hoy uno puede rentar los anillos de matrimonio.

Pero Dios nos ha dado una promesa eterna, la cual está registrada en la Biblia. Ese es su testimonio fiel, que Él nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo.

El apóstol Juan sabe que es importantísimo que sepamos sin duda alguna que Dios mismo se ha puesto como testigo y ha dejado un testimonio escrito – un registro en donde constantemente declara que su Hijo es el Redentor y Salvador de todos los que en Él creen.

Así que tomé un tiempo esta semana para ir a cada uno de los libros de este registro divino y ver las promesas e ilustraciones que hablan de Cristo.

Permita que el Registro del Antiguo Testamento Hable por si Solo

Escuche lo que dice el registro del testimonio de Dios en el Antiguo Testamento – deje que hable por sí solo.

  • En Génesis, Jesucristo es la voz creadora de Dios según la confirmación del apóstol Pablo en Colosenses 1. Todo fue creado por medio de Él, Jesucristo, y para él. Más adelante, en Génesis, se profetiza que de la simiente de la mujer vendría un salvador aplastaría la cabeza de la serpiente. Ese Salvador es Jesucristo
  • En Éxodo, Jesucristo es el cordero pascual cuya sangre protege a su pueblo de la ira de Dios; él es el maná del cielo y el agua de la Peña.
  • En Levítico, Él es el tabernáculo de Dios entre los hombres.
    • Él es el altar de bronce – lo que señala su muerte, que nos proporciona acceso al Padre.
    • Él es la fuente de bronce – prometiendo lavarnos de todo pecado.
    • Él es el pan – el verdadero alimento que satisface.
    • Él es el candelabro de oro – la luz del mundo que nunca se apagará.
    • Él es el altar de incienso – ascendiendo e intercediendo perpetuamente por nosotros.
    • Él es el velo – a través de quien tenemos acceso a la santa presencia de Dios
    • Y él es el lugar santísimo – porque a través de él, Dios el Padre tiene comunión con su pueblo y su pueblo con él.
  • En el Libro de Números, él es el sumo sacerdote que nunca falla.
  • En Deuteronomio, él es la ciudad de refugio hacia donde los criminales pueden correr para obtener protección.
  • En Josué, Él es quien nos da la victoria sobre cada obstáculo; la fortaleza para enfrentar a todo enemigo que se interpone en el camino de su pueblo,
  • En Jueces, Jesucristo es el ángel del Señor que da fuerza al débil y busca a los perdidos.
  • En Rut, él es quien redime a su novia de la extrema pobreza y la coloca en su propia familia, la familia real, y le da todos sus derechos y privilegios.
  • En Primero y Segundo Samuel, Él es el Nombre del Señor, en cuyo poder el pueblo por fe se atreve a conquistar a sus enemigos y derrotar gigantes;
  • En Reyes y Crónicas, Cristo es el rey soberano detrás y sobre todos los reinos de la tierra, ambos los paganos y los temerosos de Dios.
  • En Esdras, él es quien mantiene las promesas divinas a Israel y la mano que libra a su pueblo de la esclavitud.
  • En Nehemías, él es el que reconstruye vidas rotas, corazones rotos, y sueños rotos; él es quien restaura nuestra relación con Dios:
  • En Ester, él está detrás de escenas, frustrando los planes del Maligno; fielmente protegiendo su pueblo, susurrando en el oído de una joven reina que ella había llegado a esa posición por su providencia.
  • En Job, él es quien cabalga sobre el viento y ordena al trueno, al rayo y la tormenta; el Señor de misterios que no explica los misterios de nuestra vida, sino que revela que es soberano sobre nuestra vida.
  • En los Salmos, él es la roca, nuestro refugio y fortaleza, el pastor de las ovejas.
  • En Proverbios, él es la sabiduría, el consejo divino para aquellos que aceptan su invitación a escucharle.
  • En Eclesiastés, él es la satisfacción eterna sobre todo deseo terrenal; él es quien debe ser recordado en los días de nuestra juventud.
  • En Cantares, él es el novio quien va detrás de su novia, haciendo todo lo necesario para que esté protegida en sus brazos.
  • En Isaías, él es el salvador sufriente que sería molido por nuestras iniquidades; él es el príncipe de paz quien cargará el principado del mundo sobre sus fuertes hombros.
  • En Jeremías, él es el renuevo de justicia entregando juicio y equidad; él es el prometido quien escribirá un nuevo pacto en el corazón de su pueblo.
  • En Lamentaciones, él es el padre quien disciplina aquellos que ama.
  • En Ezequiel, él es el poder de la resurrección, dando vida a los huesos secos, dando vida a lo que está muerto.
  • En Daniel, Jesucristo es la piedra angular, rechazada por los reinos de la tierra; él es quien destruirá los reinos de la tierra y reinara sobre el mundo en gloria.
  • En Oseas, él es el marido fiel de su esposa rebelde e infiel.
  • En Joel, él es la esperanza de su pueblo.
  • En Amos, él es la ira de Dios en contra de los opresores, la promesa de las viñas y jardines donde sus hijos un día descansaran.
  • En Abdías, el sube sobre el Monte Sion para juzgar a los reinos de este mundo e inaugurar su reino eterno.
  • En Jonás, él es el cumplimiento de la señal… que después de 3 días y 3 noches, el hijo del Hombre resucitaría vindicando la justicia de Dios y su poder de resurrección.
  • En Miqueas, Él es el que no retiene su ira por siempre, sino que se deleita en amar. Él es quien sepultará nuestras iniquidades, y echará todos nuestros pecados en lo profundo del mar.
  • En Nahúm, él es tardo para la ira y grande en misericordia; en su presencia tiemblan montañas y montes se sacuden; a la misma ves, él es seguridad para todos los que se refugian en Él.
  • En Habacuc, Cristo es el resplandor de luz, cuyo poder hace nuestros pies como pies de ciervos y nos hace andar en las alturas.
  • En Sofonías, él es el que reunirá a los oprimidos, los enfermos y rechazados; él es el que cambiará su vergüenza en eternos cantos de gozo.
  • En Hageo, Cristo es el Señor de los Ejércitos, quien victorioso, sacudirá los cielos y la tierra mientras destrona a los reinos de la tierra
  • En Zacarías, el Señor afirmará sus pies sobre el Monte de los Olivos para establecer su reino.
  • Y en Malaquías, Jesucristo es quien se sienta sobre el crisol de este universo, afinando, limpiando y purificando a su pueblo como plata y oro; él es aquel que no cambia; el que un día se levantara con salvación en sus alas.

¡Amen!

Deje que el registro del Antiguo Testamento hable por sí mismo. Pero eso no es todo…

Permita que el Registro del Nuevo Testamento Hable por sí Solo.

  • En el evangelio de Mateo, él es el rey de los judíos
  • En el evangelio de Marcos, Jesús es el humilde siervo de Dios el Padre.
  • En el evangelio de Lucas, él es el Hijo del hombre, anunciado por Gabriel como el salvador del mundo.
  • En el evangelio de Juan, él es el Gran Yo Soy, la luz del mundo y el eterno hijo de Dios.
  • En Hechos, él es quien comisiona a la iglesia a hacer discípulos de todas las naciones.
  • En Romanos, él es quien nos escoge, nos justifica, nos santifica y promete glorificarnos.
  • En 1 Corintios, él es quien autentifica nuestra fe.
  • En 2 Corintios, Jesucristo es nuestra libertad, transformándonos de gloria en gloria.
  • En Gálatas, Jesús es nuestro libertador… quien nos transforma de esclavos a hijos. Gracias a él podemos llamar a Dios Abba padre.
  • En Efesios, él es la cabeza y el esposo de la iglesia.
  • En Filipenses, Jesús es el Dios encarnado, obediente hasta la muerte de cruz, quien es y será exaltado un día cuando toda rodilla se doble delante de él.
  • En Colosenses, él es superior e incomparable a todo lo demás – el creador de todo lo que está en el cielo y en la tierra.
  • En 1 Tesalonicenses, él es el que viene en las nubes para arrebatar a su iglesia.
  • En 2 Tesalonicenses, el regresa a la tierra en poder y venganza con ángeles para derrotar al enemigo.
  • En 1 Timoteo, Jesús es el pago para redimir a su iglesia – el único mediador entre Dios y los hombres.
  • En 2 Timoteo, él es la palabra predicada por los fieles ancianos; el Rey venidero, Señor sobre los vivos y los muertos.
  • En Tito, él es la esperanza que anhelamos.
  • En Filemón, él es el emancipador de los esclavos, el que convierte a libres y esclavos en hermanos.
  • En Hebreos, él es el sacrificio final y el gran sumo sacerdote; 100% Dios y 100% hombre.
  • En Santiago, él es la sabiduría de lo alto y el que desarrolla nuestra fe a través de pruebas.
  • En 1 Pedro, él es la piedra angular de la casa que el mismo está construyendo; él es el príncipe de los pastores de su rebaño.
  • En 2 Pedro, él es el Salvador rechazado por el mundo, el cual va camino a su juicio.
  • En 1 Juan, Jesucristo es el purificador de nuestros pecados, y la fuente de nuestra eterna victoria.
  • En 2 Juan, él es el gran divisor entre aquellos que siguen al gran engañador y aquellos que siguen al gran libertador.
  • En 3 Juan, Él es el nombre que prospera el alma y marca el camino de la verdad.
  • En Judas, él es quien cuida de que no nos alejemos.
  • Y en Apocalipsis, él es el cordero y el león, él es la inspiración detrás de la música cantada por miles de millones de ángeles – a quienes todos los redimidos de todos los tiempos se unen para glorificar a al rey de reyes y señor de señores – el único digno de honor, la honra, la gloria y el poder por los siglos de los siglos, amen.

Y así sea… permita que el registro hable por sí mismo.  

El registro que ha permanecido fiel a través de los siglos, inspeccionado por cada generación – cuyas promesas siempre han sido cumplidas a tiempo.

Y Juan escribe, El que cree en este registro, el cual habla de Jesucristo, tiene vida – vida eterna” y esta vida está en, a través de, sostenida por, contenida en, entregada por, rodeada por y sustentada por nuestro eterno creador, el Dios todopoderoso.

Crea en este registro, escribe Juan, y usted vivirá en el cielo por siempre.

  

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el día 29/09/2013

© Copyright 2013 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

 

[i] Fritz Rienecker/Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 795

[ii] Adapted from James Montgomery Boice, The Epistles of John (Baker Books, 1979, p. 135


[iii] Adapted from D. Edmond Hiebert, The Epistles of John (BJU Press, 1991), p. 241

[iv] Hiebert, p. 244