Lección 8: Anticristos en la Asamblea

Lección 8: Anticristos en la Asamblea

Pasaje Bíblico: 1 Juan 2:18-25.

Aunque muchos se dedican a investigar la posible identidad del Anticristo; en este pasaje, el apóstol Juan nos exhorta a estar alertas y cuidarnos de los anticristos que merodean el día de hoy… ¡Incluso aún en la misma iglesia!

Introducción

Desde que la iglesia empezó en Pentecostés, unos 2000 años atrás, las profecías acerca de la venida del anticristo han cautivado a la mayoría de las personas.

La Biblia nos enseña de un tiempo futuro llamado el período de la Tribulación, cuando la ira de Dios será derramada sobre la tierra durante 7 años. Ese periodo tiene como propósito no solamente juzgar al mundo, y preparar a Israel como nación para la venida de Cristo, sino también permitirle a Satanás desarrollar sus planes malignos en y a través de la persona del Anticristo.

Hay veces en que personas que están metidas en lo oculto son poseídas por demonios, pero en el caso de esta persona – el anticristo – él va a ser poseído por el mismo Diablo.

El anticristo va a revivir el antiguo Imperio Romano, reconstruir Babilonia en toda su antigua gloria y esplendor, y engañar a las naciones y literalmente millones de personas para que crean que él es la encarnación de Dios sobre la tierra. Él va a tratar de eliminar Israel, para así anular la posibilidad de que se cumplan las promesas bíblicas de que Cristo vendrá a reinar sobre la tierra y se sentará sobre el trono de David.

El anticristo va a fracasar y Cristo va a vencer en caso de que no haya leído el final de la historia.

Se nos dan unos pocos datos acerca de este futuro dictador mundial. Sabemos que él va a sobrevivir una herida mortal en su cabeza, él va a llegar a tener un enorme poder político, las religiones del mundo van a aceptarlo, incluyendo ambos musulmanes y judíos – lo que es casi un milagro. Incluso se nos dice que él tendrá una marca la cual la Biblia identifica con el número 666.

Se han propuesto a muchas personas como el Anticristo. Algunos han argumentado que fue Adolfo Hitler, Nerón, el emperador Calígula, Napoleón, Lenin, Bill Clinton y Gorbachov.

Algunos alertaron a los demás que el expresidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan era el anticristo porque dudaban de su carisma y encontraron que era mucha coincidencia que hay 6 letras en cada uno de sus tres nombres – Ronald Wilson Reagan – y de alguna forma eso es lo que representa el 666.

Recordará también que Reagan sobrevivió un intento de asesinato – aunque la herida no fue en su cabeza, sino en su costado, pero no podemos ser muy quisquillosos con la ubicación de la herida o sí.

Oh, y el factor decisivo era el hecho de que, cuando se jubiló, su domicilio era justo en la calle Cloud número 666. ¿Sospechoso?

John F. Kennedy también fue considerado por muchos otros como el anticristo. Él fue el primer presidente de los Estados Unidos en ser católico romano, y se creía que estaba confabulado con el Papa, en el vaticano, para restaurar secretamente el Imperio Romano. En la convención demócrata en 1956 él recibió 666 votos. Y cuando Kennedy recibió ese disparo en el atentado en Dallas, muchos esperaban que su herida mortal se sanara y revelara así definitivamente que él era el anticristo. Cosa que no ocurrió.

Barak Obama también ha generado bastante interés. Escuche esta evidencia de porque es el anticristo. El día después de haber sido electo como presidente, el numero ganador de la lotería en su estado natal, Illinois, fue 6-6-6. ¿Qué más claro que eso?

Luego, otro autor que leí señalaba que el nombre Bill Gates III también tiene un valor numérico igual a 666 lo mismo que la frase, Windows 95. ¡Sabía que mi computadora estaba poseída!

Datos sobre el Anticristo

El apóstol Juan, quien inventó este título, anticristo, realmente tiene algunas cosas interesantes que decir acerca de este tema.

Continuemos nuestro estudio a través de su primera carta en el capítulo 2, versículo 18. En 1 Juan 2:18, Juan comienza a dar al creyente ambas advertencias y ánimo.

Él nos va a enseñar un par de datos acerca de este tema del anticristo.

  1. Dato número 1: El término “anticristo” es usado de forma específica para el hijo de perdición.

Lo cual es como Pablo denomina al Anticristo en 2 Tesalonicenses 2:3 – perdición significando completa anarquía. Como cualquier otro dictador o líder de una secta, él creará leyes, pero no las va a seguir personalmente.[i]

Note, versículo 18, Hijitos, ya es el último tiempo – literalmente, estos son los últimos días.

A todo esto, el último tiempo – o los últimos días empezaron con la primera venida de Cristo y van a concluir cuando él regrese.[ii]

En estos postreros días Dios nos ha hablado por el Hijo (Hebreos 1:2)

Cristo fue manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros (1 Pedro 1:20)

Tanto 1 Juan, como Hebreos y 1 Pedro, nos recuerdan como la iglesia está viviendo en el último tiempo.

Un erudito del Nuevo Testamento tradujo esta frase de la carta de Juan, “hijitos, esta es la última era del mundo.”[iii]

Ahora, obviamente el apóstol Juan, Pablo y Pedro no tenían idea de cuan largos iban a ser los últimos días… pero, si ellos creían que estaban en últimos días, cuanto más cerca debemos estar nosotros del fin.

Ahora note lo que Juan dice después – y según vosotros oísteis que el anticristo viene – a todo esto, anticristo debería llevar una A mayúscula – Juan usa un sustantivo singular aquí, un nombre personal.[iv]

Él está refiriéndose a un individuo – la venida del Anticristo.[v]

Y pensaríamos que Juan querría parar aquí por un momento y darnos más datos de la venida de este Anticristo.

Sin embargo, el continúa para advertirle a la iglesia que tiene, de hecho, un desafío bastante grande en sus manos ahora mismo.

Y aquí está el segundo dato. El término anticristo no solo se usa de forma específica para la venida del hijo de perdición, en segundo lugar,

  1. El término anticristo se usa de forma general para todo aquel que niega al Hijo de Dios.

Note el versículo 18 nuevamente – y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.

La palabra anticristo es una palabra compuesta por – anti – en contra; en vez de – y Cristo – una referencia a Jesucristo.

Así que aquellos que son anticristos son literalmente aquellos que se oponen a Cristo, que están en contra de Cristo, y de las cosas de Cristo – del evangelio de Cristo y la iglesia de Cristo.

O también pueden ser líderes de sectas y falsos maestros que se presentan a sí mismos como sustitutos de Cristo – esto es, ellos buscan reemplazar a Cristo.

Características de los anticristos

Juan de hecho nos da cuatro características de estos individuos que tienen este espíritu y actitud del anticristo.

Primero, ellos han estado desde los comienzos de la iglesia.

Notó en el versículo 18 que dice– así ahora han surgido muchos anticristos.

Aquellos que se oponen a Cristo y su verdad aparecieron tan pronto como nació la iglesia.

  • Así que Pablo le advirtió a la iglesia de Galacia, de los falsos maestros que ya habían empezado a predicar un evangelio distorsionado a la congregación (Gálatas 1:9)
  • Pablo les advirtió a los creyentes en la iglesia de Filipos que estaban en peligro de imitar hombres que eran realmente enemigos de la cruz, caminando y ministrando para sus propios placeres y su gloria personal (Filipenses 3:17-19)
  • También le advirtió a la iglesia en Colosas de las herejías internas que tenían que ver con el legalismo y el ceremonialismo que ellos necesitaban repudiar (Colosenses 2:8, 16)
  • Pablo le advirtió a Timoteo
    • Acerca de aquellos que se alejarían de la fe (1 Timoteo 4:1)
    • Acerca de aquellos que solo tendrían apariencia externa de piedad, pero no tendrían el poder o el deseo interno de caminar con Dios (2 Timoteo 3:5)

En otras palabras, este espíritu del anticristo no es solo un fenómeno del siglo 21.

Los anticristos han estado merodeando por el mundo desde los mismos comienzos de la iglesia.

En segundo lugar, no solo ellos han estado desde los comienzos de la iglesia, Juan agrega que:

Ellos aun han llegado a ser miembros de la iglesia.

Note el versículo 19.

Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros.

Es un hecho histórico que la mayoría de las sectas y los falsos sistemas religiosos en el mundo, fueron fundados por personas que empezaron siendo parte de una iglesia local.[vi]

Y también es un hecho de la historia de la iglesia que estos líderes religiosos no niegan abiertamente la Biblia, sino que simplemente agregan más cosas a la Biblia.

Estas no eran personas con cuernos y colas – ellos eran miembros de la iglesia – y ellos no tenían escrito en la frente, “soy uno de los anticristos y estoy aquí para engañarlos.”

No, ellos profesaron ser cristianos por un tiempo – ellos cantaron los himnos y escucharon la predicación de la Palabra, y pusieron un poco de dinero para la ofrenda y tomaron la cena del Señor también probablemente.[vii]

Ellos participaron con el pueblo de Dios por un tiempo, pero no pertenecían al pueblo de Dios.[viii]

Y ese es el punto que Juan quiere hacer aquí.

Estos no eran cristianos que perdieron su salvación cuando se alejaron de la iglesia – Juan deja en claro que nunca fueron cristianos para comenzar.

Ahora, eso no significa que si falta a la iglesia por un par de domingos está en problemas.

No, Juan no está hablando de alejarse de Dios temporalmente – enfriarse en la fe y necesitar un avivamiento; Juan está hablando acerca de la apostasía.

Los anticristos son aquellos que abandonan la iglesia y dicen, “nunca creí ninguna de esas cosas después de todo.”

Sin embargo, en este comentario, Juan, de hecho, da a conocer que la marca de un verdadero creyente es que desea congregarse, ¿se dio cuanta?

Y es posible que ese amor y deseo se enfríe – es por eso que el escritor de Hebreos exhorta a los creyentes a no dejar de congregarse (Hebreos 10:25)

Siempre que me encuentro con una persona que dice ser cristiana, le pregunto la misma cosa, “a que iglesia pertenece;” y si me dice, “bueno, realmente no voy a la iglesia y nunca me ha importado mucho, la verdad es que no necesito ir,” la verdad es que me da mucho que pensar.

Es como decir, “pertenezco a una familia – tengo una esposa e hijos – pero nunca estoy cerca de ellos y rara vez los veo y la verdad es que no me preocupa – de hecho, no necesito verlos ni estar con ellos.”

Eso revelaría mi corazón, ¿no es así?

Juan efectivamente describe a aquellos que son anticristos – aquellos que están en contra del evangelio de Cristo y la iglesia de Cristo.

Pero estos anticristos no siempre fueron falsos maestros.

Juan nos dice que ellos fueron miembros de una iglesia en un punto u otro en sus vidas.

Pero ahora en tercer lugar, Juan nos dice que:

Todo anticristo eventualmente abandona la comunión de la iglesia

Note como el versículo 19 continua –

salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros.

No llegue a la conclusión equivocada de que Juan está queriendo decir que mientras alguien permanece en la iglesia es salvo.

No – la membresía en la iglesia no es sinónimo de ser cristiano.[ix]

Lo que Juan está diciendo es simplemente que aquellos que están en contra de Cristo – los anticristos – quizás empezaron mostrando interés en la iglesia, pero que finalmente no van a poder quedarse en la iglesia por mucho tiempo y eventualmente la van a abandonar.

En otras palabras, si una iglesia glorifica a Cristo, si la iglesia enseña la palabra de Cristo, si la iglesia está dedicada a adorar a Cristo – alguien que viene a la iglesia y realmente no quiere glorificar o estudiar o adorar a Cristo eventualmente va a irse.

Esto es, lo que un autor denominó, una mentalidad de turista.

Uno viaja a un país, le estampan el pasaporte, cambia su dinero por el de ese país, visita un museo o dos, prueba la comida autóctona, saluda a los lugareños, compra un par de cosas de recuerdo, y luego se va. En su corazón no hubo ningún cambio significativo gracias a su pequeña visita – tampoco estaba interesado en que hubiera uno – usted era un simple turista.

Usted solo estaba visitando; no estaba planeando en cambiar su ciudadanía o algo así.

De la misma manera pasa en la iglesia –siguió escribiendo este autor – todos los fines de semana, turistas pueden ser encontrados en las iglesias. Aparecen por una hora o dos – disfrutan el evento, cantan un par de canciones, ven a los lugareños que hablan, prueban el café local, y luego se van. Sus corazones no tuvieron ningún cambio significativo gracias a su pequeña visita – pero, nuevamente, esa no era la idea – son simples turistas.

Y allí van el próximo domingo quizás a otra iglesia – más accesible, más interesante, con cosas más atractivas y menos demandas para sus vidas. Van a visitar ese lugar por un tiempo, hasta que otra cosa llame su atención – y allí van a salir corriendo nuevamente.[x]

¿Cuál es su estatus cuando va a la iglesia? ¿es un turista o un residente?

El apóstol Juan agrega algunas palabras de aliento para esta iglesia que ha perdido algunos de sus miembros – porque la verdad es que a nosotros nos duele también, ¿o no? Cuando alguien deja la iglesia nos duele – y no solo aquellos que se van por cuestiones doctrinales – sino que también los que se van por cualquier otra razón.

Así que, en el caso de estos apostatas, Juan anima a los creyentes y escribe en el versículo 19 – en la última parte:

pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

En otras palabras, Dios en su gracia remueve estas personas de la asamblea – sin necesidad de que la iglesia tenga que sacarlos.

Ellos se van solos – y su salida, escribe Juan aquí, es una manifestación de su incredulidad.

Y esta es la razón por la que esto es bueno: ellos podrían haber permanecido en la iglesia por mucho más tiempo y eventualmente haber traído problemas e incluso haber dañado a la iglesia con su influencia negativa sobre las vidas de aquellos que aman a Cristo.[xi]

Un pastor denominó está perdida en la membresía como una, “resta bendecida.”[xii]

Ahora, ¿es todo aquel que se va de la iglesia un apóstata? ¿Alguien que nunca fue salvo?

No. De otra manera el escritor de Hebreos no habría necesitado animar a los creyentes para que permanecieran fervientes en su compromiso con la iglesia.

Me encanta lo que hizo F. B. Meyer – un pastor británico de finales de 1800s – quien una vez visitó a uno de sus miembros que había dejado de asistir regularmente a la iglesia ya hacia un buen tiempo. Meyer estaba preocupado por él y fue a visitarlo una fría noche de invierno. Ambos se sentaron cerca de la chimenea para mantenerse calientes y hablaron por un buen rato acerca de la vida.

Meyer había orado para que pudiera comunicarle su preocupación a esta oveja descarriada de la mejor manera – y luego se le ocurrió algo. Él simplemente agarró las tenazas y sacó una de las brasas del montón en la chimenea – la dejó a un lado separada del fuego de las otras brasas, y luego, sin decir una sola palabra, se volvió a sentar.

Por varios minutos, él y este hombre se sentaron ahí… simplemente mirando las brasas en la chimenea que seguían ardiendo brillantes, rojas y calientes, mientras que la brasa solitaria rápidamente se enfriaba y se oscurecía.

Este hombre finalmente rompió el silencio, entendiendo la analogía – miró a su pastor y simplemente le dijo, “nos vemos el domingo.”

Este hermano apartado había vuelto a la comunión.

Aquí está la distinción crítica a tener en mente: si fuera a entrar en el corazón del hermano apartado, encontraría a Cristo – esta persona se siente miserable mientras se encuentra en su pecaminosa rebelión en contra de Dios; pero si entra en el corazón del apóstata, nunca va a encontrar a Cristo – esta persona va a sentirse liberada, realmente feliz de haber abandonado al Señor y la iglesia.[xiii]

Es importante saber que Juan aquí está hablando acerca de los apóstatas – no los hermanos apartados – sino de aquellos que nunca creyeron realmente.

Note estas marcas distintivas de los apostatas – su progresión en su abandono de Cristo y la iglesia;

  • Primero, han estado desde el principio de la iglesia.
  • Segundo, han sido miembros de la iglesia.
  • Tercero, ellos eventualmente abandonaron la comunión de la iglesia.

Y ahora, en cuarto lugar

Ellos rechazan las doctrinas fundamentales de la iglesia.

Veamos el versículo 22,

¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo?

Estos anticristos niegan que Jesús es el Cristo.

El término Cristo en griego es el equivalente a la palabra hebrea para Mesías. Ambas palabras significan, “el ungido”

En el Antiguo Testamento, los profetas eran ungidos por Dios para hablar de parte de Dios. Los sacerdotes eran ungidos para ofrecer sacrificios por los pecados de las personas. Los reyes eran ungidos para liderar sobre el pueblo de Dios. Jesús es el Cristo – ¿que significa esto? significa que él es el último profeta que habla de parte de Dios; él es el último sacerdote que ofreció el sacrificio por los pecados del mundo; y el será el último rey – el rey de reyes que reinará sobre todo el mundo.[xiv]

Los anticristos no solo niegan que Jesús es el Cristo – sino que note en el versículo 22 – Éste es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.

En otras palabras, ellos no solo niegan la deidad de Cristo como el Mesías, sino que también niegan que Dios el Hijo es igualmente divino a Dios el Padre.

Ellos rechazan esta doctrina fundamental – de que Jesús es igualmente Dios, tal como el Padre y el Espíritu Santo.

¿Y Juan lo deja bien en claro, lo notó? Uno no puede tener a Dios el Padre si niega a Dios el hijo. Note el versículo 23. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.

Quizás haya notado que hay un montón de personas en el mundo que quieren a Dios pero que no quieren a Jesús.

Creen que adoran al mismo Dios que nosotros, pero dicen, “la única diferencia que tenemos es en lo que creemos acerca de Jesús.”[xv]

Juan dice aquí, si rechaza a Jesús como Dios y Mesías, entonces no puede tener a Dios el Padre tampoco.

Querido oyente, uno no puede tener a Dios sin aceptar a Jesús.

 

Aplicación

Antes de que dejemos este párrafo permítame hacer dos aplicaciones para el creyente.

  1. Primero, viva con un sentido de discernimiento espiritual.

En otras palabras: esté atento a los anticristos. Este atento a las mentiras que niegan la gloria de Cristo.

Juan nos instruye a depender de dos cosas para discernir quienes son aquellos que quieren desviarnos.

  • En primer lugar, tenemos como protector y resguardo al Espíritu Santo

El versículo 20. 

Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis

En otras palabras, cuando se trata de la verdad de Jesucristo como el Mesías y el Hijo de Dios, Juan dice, “ustedes han recibido una unción – un carisma es la palabra en griego – literalmente un bálsamo – una referencia figurativa a la morada del Espíritu Santo – y a través de la morada del Espíritu Santo, conocemos la verdad acerca de Jesucristo.[xvi]

Juan escribe, y todos vosotros lo sabéis.

Cada creyente tiene al Espíritu dentro de suyo que confirma en su interior si un mensaje es genuino y verdadero – y la prueba decisiva para comprobarlo es lo que dice acerca de la persona de Cristo.

El primer protector es el Espíritu Santo.

  • El segundo protector son las Santas Escrituras.

Juan continúa escribiendo en el versículo 21.

No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.

Saltémonos al versículo 24.

Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. Y ésta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

En otras palabras, Juan dice: si la palabra que yo les he escrito es bien recibida por ustedes, entonces ustedes también serán bien recibidos por Dios el Padre y Dios el hijo.

La primera aplicación que quise dejarle es que debemos vivir con un sentido de discernimiento espiritual – sea precavido, esté atento a los anticristos.

  1. La segunda aplicación es vivir con un sentido de anticipación espiritual.

En otras palabras, ¡esté listo para Jesucristo! La mejor forma de estar listos para la venida de Jesucristo es vivir para Él… estar cerca de Él… es hablar con Él diariamente.

Conclusión

Robins fue un piloto de la fuerza aérea durante la primera guerra de Irak.

Después de su misión número 300, inesperadamente, le dieron permiso para sacar a su gente de Irak y volar de vuelta a los Estados Unidos antes que todos los demás.

Volaron sobre el océano hasta Massachusetts y luego manejaron hasta Pennsylvania. Manejaron toda la noche, y cuando sus amigos lo dejaron al frente de su casa justo después del amanecer, vio que colgado al frente del garaje había gran cartel que decía, “Bienvenido a Casa Papá”

¿Como sabían? Nadie los había llamado para avisarles. Ni el mismo escuadrón había esperado volver tan pronto a casa.

Robins dijo en una entrevista “cuando entré a la casa, los niños, que estaban a medio vestir para el colegio, gritaron “papi” y Susan, mi esposa, vino corriendo por el pasillo. Le pregunté, “¿como supieron?”

Entre lágrimas de gozo, ella respondió “no sabíamos… pero una vez que escuchamos que la guerra había terminado sabíamos que volverías unos de estos días. Sabíamos que tratarías de sorprendernos, así que todos los días estábamos listos para tu regreso.”[xvii]

Que el Señor nos encuentre listos, fieles, alertas en nuestro discernimiento y anticipación de su pronta venida – Esperamos a aquel a quien hemos estado adorando nuevamente en este día – a nuestro gran profeta, nuestro sumo sacerdote, nuestro gran rey de reyes, Jesucristo.

 

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el día 21/04/2013

© Copyright 2013 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

[i] Fritz Rienecker/Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 608

[ii] John MacArthur, 1-3 John (Moody Publishers, 2007), p. 96


[iii] Herschel H. Hobbs, The Epistles of John (Thomas Nelson, 1983), p. 62


[iv] D. Edmond Hiebert, The Epistles of John (BJU Press, 1991), p. 109

[v] Hobbs, p. 63


[vi] Warren W. Wiersbe, Be Real: 1 John (David C. Cook, 1972), p. 91


[vii] Sam Gordon, Living in the Light: 1-3 John (Ambassador, 2001), p. 90


[viii] Joel Beeke, The Epistles of John (Evangelical Press, 2006), p. 98


[ix] Beeke, p. 99


[x] Adapted from Elyse Fitzpatrick, Because He Loves Me (Crossway Books, 2010), p. 173

[xi] MacArthur, p. 99


[xii] Gordon, p. 91


[xiii] Adapted from John Phillips, Exploring the Epistles of John (Kregel, 2003), p. 73

[xiv] Beeke, p. 99


[xv] James Montgomery Boice, The Epistles of John (Baker, 1979), p. 72


[xvi] MacArthur, p. 102


[xvii] Lee Eclov, in the sermon “Heaven,” PreachingToday.com