Lección 11: El Tesoro de los Ancianos

Lección 11: El Tesoro de los Ancianos

Pasaje Bíblico: Tito 2:1-2
Quizás usted no sea un líder en la iglesia, pero si tiene 50 a más años, usted tiene una gran responsabilidad en la iglesia… Descubra cual es esta responsabilidad al estudiar juntos los siguientes versículos de la carta de Pablo a Tito.

Introducción

Hace un tiempo leí la historia acerca de tres hermanas que vivieron juntas por muchos años; ellas tenían 92, 94 y 97 años de edad. Una noche, la de 97 años, iba a tomar un baño de tina. Ella estaba entrando a la tina, con un pie adentro y el otro afuera, cuando de repente se detuvo y gritó preguntando: ¿Me estaba por meter o por salir?

La hermana de 94 años que estaba abajo en la cocina, le grito, “Dame un minuto que subo y te ayudo.” Así que dejo lo que estaba haciendo en la cocina, comenzó a subir las escaleras, y a mitad de camino se detuvo y gritó: ¿Estaba subiendo o bajando?

La mas joven de las hermanas, de 92 años de edad, estaba sentada en la cocina tomando té, y escuchando a sus hermanas, una en el baño y la otra en las escaleras. Ella meneó la cabeza y con una sonrisa en el rostro dijo: “Estas hermanas mías… espero no tener la mala memoria que ellas tienen,” mientras golpeaba la mesa de madera distraída.

Volviendo en si, unos segundos mas tarde gritó: “Denme un minuto que voy a ayudarlas, primero déjenme ver quien acaba de llamar a la puerta.”[i]

Bueno, la verdad que todos vamos para allá – es lo que nos depara el futuro.

Y hay muchas cosas en cuanto a la vejez que a nadie le gusta.

De hecho, si usted se ha vuelto loco buscando sus lentes, solo para después mirar al espejo y descubrir que los tenía puestos, sabe a que me refiero.

La verdad es que vivimos en una sociedad que hace lo que sea para no envejecer. La gente paga fortunas para mantenerse lo mas joven que puede.

Uno tiene que verse joven, mantenerse joven, vestirse como si fuera joven, y hasta hablar como si fuera joven.

Así que la industria anti-vejez con sus productos que supuestamente retardan el proceso de la vejez, recauda unos 100 mil millones de dólares al año.

Y tal como escribió un experto en salud, la gente compra todas estas cosas simplemente para tratar de calmar su conciencia.

La idea es que, cuando se llegue a viejo, no lo parezca, no hable como una persona mayor… de hecho, ni siquiera actúe como una persona mayor.

Sin embargo, según la Biblia, el llegar a una edad avanzada es un privilegio y una oportunidad de poder entregar sabiduría, discernimiento y conocimiento ganado con la experiencia a las nuevas generaciones.

Y ya que vivimos en una cultura que esta aterrorizada de envejecer, debemos reconsiderar no solo las oportunidades sino las obligaciones personales, las responsabilidades que vienen con los años.

La Biblia no nos pide que evitemos la vejez o que la resistamos –sino que nos invita a darle la bienvenida y luego nos manda a sacarle provecho.

La Biblia habla del honor de tener cabello blanco –nos muestra la conexión entre una edad avanzada y la sabiduría; Salomón escribió que la vejez es una corona de honra, que se halla en el camino de justicia –Proverbios 16:31

Y a la vez, la Biblia desafía a los ancianos a incrementar la sabiduría, la inteligencia y la fe para la gloria de Dios y el beneficio de la iglesia.

En una cultura que se rehúsa a comportarse como le corresponde a su edad, vamos a descubrir que la Biblia nos manda a actuar según nuestra edad.

Me parece fascinante que la solución de Pablo a la falsa enseñanza y a los falsos maestros de la isla de Creta no fue solamente enviar a Tito a buscar pastores calificados para cada congregación, sino que también ordenarle al resto la iglesia a cumplir una misión importante.

Y esa misión especial tiene una relación directa con la edad de cada uno.

El Contexto

Si usted ya esta familiarizado con las epístolas del Nuevo Testamento, notará que, generalmente, los autores toman un tiempo para escribirles a ciertos grupos en particular.

A veces encontramos instrucciones dirigidas directamente a los padres, o madres; hombres, mujeres o hijos.

Esto es lo que podríamos llamar, una charla familiar.

Y aquí, el apóstol Pablo esta por decirle a Tito que él mismo debe pararse en frente de la congregación y darles una charla familiar.

Y prontamente descubrimos que Tito tiene que desafiar, en primer lugar, a los hombres mayores.

Le invito a abrir su Biblia conmigo en la carta de Pablo a Tito, capítulo 2.

Ahora, cuando Pablo escribió esta carta, no se tomo el tiempo de dividirla en capítulos y versículos – esas divisiones se agregaron en el siglo 16 para ayudarnos a encontrar los pasajes mas eficientemente.

Y la mayoría de los casos son de mucha ayuda – aunque en algunas ocasiones, estas divisiones interrumpen el flujo de lectura, como en esta ocasión.

Así que, para comprender bien lo que Pablo esta diciendo en Tito 2:1, necesitamos ir primero al último versículo del capitulo 1. En Tito 1:16 leemos que los falsos maestros:

“Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra. Pero tú [capítulo 2] habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.”

En otras palabras – esto es lo que los falsos maestros están enseñando y así es como los falsos maestros están viviendo…pero tu, (y Pablo pone énfasis en la palabra “tu”)[ii] Pero tu Tito – tu necesitas hablar lo que esta de acuerdo con la sana doctrina.

Y allí encontramos esa palabra nuevamente – hugaino – traducida como sana, limpia, saludable, pura – y nos da la palabra higiene. Entrega sana doctrina.[iii]

Y el verbo “hablar” o “enseñar” (la sana doctrina)  esta en tiempo presente lo que nos indica que esta es una responsabilidad continua y constante.

En otras palabras, el pastor tiene que estar continuamente instruyendo y enseñándole a la congregación la sana doctrina.[iv]

Lo que me llama la atención es que, uno esperaría que Pablo ahora se pusiera a enseñar acerca de que es la sana doctrina. Sin embargo, eso no es lo que encontramos aquí. Note el mandato En Tito 2:1: Tito- “…tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.”

Es decir, “llama a todos a una reunión familiar y explícales cual es el tipo de vida que está de acuerdo con la sana doctrina – una vida que refleja la sana doctrina – cuales son las actitudes que corresponden con lo que la Biblia dice.

Entonces, el capitulo 2 de Tito no tanto acerca de sus creencias, como de su comportamiento.

Tito no va a darles un examen para ver cuanto saben de la Biblia. Lo que él tiene que hacer es enseñarles acerca del carácter y el estilo de vida que un creyente debe tener.

Pablo ya ha expuesto el carácter y el estilo de vida de los Cretenses; así que ahora, él ahora va a describir el carácter y el estilo de vida del cristiano.

Y Pablo va a ser tan directo con los creyentes como lo fue con los Cretenses.

En esta charla familiar, él va a lidiar con temas como la ira, la inmoralidad, la inmadurez, la murmuración, la pereza, las prioridades, la deshonestidad, la desobediencia, las insinuaciones y el robo.[v]

Y el punto es el siguiente – si usted quiere que lo reconozcan por ser un creyente autentico, entonces debe de actuar de una manera que esté a la altura de un cristianismo puro y genuino.

Así que Pablo comienza esta charla familiar dirigiéndose a los hombres mayores.

Tal vez usted se esté preguntando, quienes son considerados como hombres mayores. O sea, ¿cuantos años o que requisitos tiene que tener uno para calificar? Vamos a encontrar la respuesta en un momento.

Características de un Anciano Piadoso

Por ahora, Pablo quiere darnos 4 características de lo que significa ser un anciano piadoso.

  1. Moderado

En primer lugar, el hombre mayor debe ser moderado. Note el versículo 2: que los ancianos sean sobrios.

Y antes de hablar de lo que esto significa, no pase por alto la primera parte del versículo que dice que los ancianos deben ser de esa manera. Es decir, es posible llegar a viejo y no tener estas cualidades.

Un creyente mayor no se convierte automáticamente un creyente piadoso y maduro por razón de su edad.

La vejez no lo hace más fiel, mas satisfecho, más piadoso o mas efectivo en el servicio a Dios.[vi]

Uno pensaría que Pablo no tiene nada que decirle a los creyentes mayores. Sin embargo, el hecho que Pablo no solo se dirige a ellos, sino que también los menciona primero, nos da a entender que ellos pueden seguir madurando en estas áreas.

Y la primer área que encontramos aquí se traduce con la palabra sobrio, moderado, o templado dependiendo de su versión de la Biblia.

Esta palabra originalmente significaba “no mezclado con vino.” Pero, luego, paso a describir a una persona discreta; que tiene sus palabras, acciones y pasiones bajo control.[vii]

En los tiempos de Pablo, esta palabra se usaba para describir a alguien que se resistía a ser indulgente, o descuidado – alguien que no se entregaba a sus pasiones y emociones.

Un comentarista agrega que esta palabra también podía describir a un hombre libre de excesos –libre de adicciones.[viii]

Pablo ya ha descrito a los Cretenses como personas con mentes pervertidas –el dijo que “…hasta su mente y su conciencia están corrompidas.” (1:15). Y Pablo ahora dice, “ustedes solían ser Cretenses también… pero ahora, que estamos en Cristo, debemos demostrar lo que significa ser limpios y puros.

Vamos a demostrarle a este mundo como luce un anciano piadoso.

Ahora bien ¿Quién es viejo para Pablo? ¿Quién es avanzado de edad o anciano? ¿A quienes se está dirigiendo al decir esto?

Sabemos a partir de la literatura Griega que durante la época de Pablo y Tito, la palabra para “anciano” que encontramos en el versículo 2 se usaba para describir a las personas que habían llegado a los 50 años.

Así que si usted tiene 50 o mas, es un anciano. Ahora, no se enoje conmigo. No se lo digo yo. Pablo se lo esta diciendo.

Además, una vez que uno llega a los 50, no hay para que negarlo… uno ya sabe que se esta poniendo viejo.

La semana pasada leí que uno sabe que se esta poniendo viejo cuando ve que la ropa que usaba cuando era joven, ya se ha puesto de moda más de una vez.

Entonces, en la mente de Pablo, quien escribió esta epístola, si usted tiene 50 años o más, lo que va a decir es para usted.

  1. Serio

Ahora fíjese en cual es la segunda característica que nos da. Versículo 2: “Que los ancianos sean… serios…”

La palabra traducida serios significa ser digno de respeto. Da la idea de alguien que piensa en cosas serias, que sabe hablar en serio.

No piense que esto se refiere a un tipo aburrido que nunca se ríe… que no se divierte con nada o que nunca contaría un chiste. No, no es eso.

Pero si se refiere a un hombre que jamás se reiría de algo incorrecto – o que contaría un chiste vulgar o se reiría del sufrimiento de otra persona.

Simplemente significa que no es una persona superficial. Esta es una persona integra, que habla con altura y entretiene pensamientos profundos.

La palabra serio puede referirse simplemente a un hombre maduro – con dignidad.

Los Cretenses eran como niños (sin animo de ofender)… ¿Cómo es un niño? Él niño piensa en si mismo – en jugar, comer – en satisfacer sus propios deseos.

Los Cretenses no querían trabajar ¿recuerda? Ellos querían vivir de fiesta. Querían una vida de lujos e independencia, pero sin responsabilidades. Y si no obtenían lo que querían, iban a patalear y armar un berrinche.

De hecho, los hombres de la isla de Creta preferían mentir antes que trabajar. Huían de las responsabilidades y todo lo que demandara un sacrificio personal. Si no era cómodo iban a poner mil y un pretextos para no hacerlo… En otras palabras, querían seguir siendo niños.

Lo que versículo 2 nos quiere decir entonces, es que es posible que una persona mayor siga actuando como un niñito.

Pablo le esta diciendo al creyente –muéstrele a su cultura lo que significa actuar según su edad.

La persona inmadura y superficial solo esta interesada si misma. Miren mi ropa, mis músculos, mi dinero, mi novia, mi auto, mi casa, mi empleo… miren todas las cosas que tengo.

Es decir, “Respétenme por lo que tengo.” Pablo dice, “No, necesitamos hombres mayores dignos de respeto por quienes son, y no por lo que tienen.”

A propósito, nuestra sociedad esta enfrentando un desafío increíble en esta época.

Hace poco leí un libro titulado, “La muerte de la madurez.”

Es uno de los pocos libros seculares que le recomiendo a todo pastor y padre – a todo maestro o líder de jóvenes.

Una encuesta, mencionada en el libro, reveló que en la actualidad, un 46% de las parejas adultas en el Reino Unido consideran la casa de sus padres como su hogar. En Italia,, uno de cada tres jóvenes de treinta años jamás ha dejado la casa de sus padres. De hecho, me llamo la atención un joven italiano que logro ganar una juicio que le hizo a su padre, donde demandaba que le brindara ayuda financiera por el hecho de que estaba desempleado – él aún no había logrado encontrar un trabajo que cumplía con sus expectativas, metas y ambiciones. Él tenía su propio apartamento. No vivía con sus padres, y tenía más de 30 años.

Escuche esto. En los Estados Unidos la mayoría de los adultos –de edades entre 18 y 49, miran más dibujos animados que los canales de noticias.

En el año 1990, la edad promedio de los jugadores de video juegos era 18 años; en la actualidad, es de 30.

La academia nacional de ciencias, por el año 2002, redefinió los límites de la adolescencia. El periodo que va desde la pubertad hasta la adultez, ahora, oficialmente va desde los 12 hasta los 30 años.

De hecho, la fundación MacArthur ha ido mas lejos aseverando que, según investigaciones, la transición a la adultez no termina sino hasta los 34 años de edad.

Y esto ha traído muchísimas consecuencias.

Lo que todo esto significa es que hemos desarrollado una generación entera de hombres y mujeres inmaduros. Y la generación que viene, seguramente va a llevar eso a otro nivel, arrastrando la adolescencia a hasta los 40 años o quien sabe qué.

Un periodista secular lo puso de la siguiente forma: Si uno mira alrededor se dará cuenta que estamos rodeados de personas mayores que no han dejado nunca la niñez. Un productor de películas escribió en un artículo que ya es imposible discernir entre las películas para los padres y para los hijos. Los hombres en particular, ya se visten como sus hijos adolescentes.

Y he visto como esto ha impactado el ministerio en los últimos 10 años –los pastores ya no quieren pararse frente a la congregación vestidos como adultos – porque ser adulto significa ser viejo, y lo viejo no es relevante – entonces muchos terminan vistiéndose como si fueran adolescentes.

Un autor escribió lo siguiente: “Nuestra civilización tiene una devoción casi religiosa por la adolescencia perpetua.”[ix]

Lo último que uno quiere ser es –una persona mayor, un hombre mayor.

Y no existe una solución rápida para esto.

De hecho, Pablo sabía que la solución era desafiar a los más mayores a trabajar en estas características y luego discipular a los más jóvenes.          

Querido oyente, la iglesia tiene que ser el lugar en donde los niños y jóvenes puedan encontrar referentes mayores – hombres maduros – y quizás, la primera figura paterna digna de imitar en sus vidas.

Los ancianos deben ser, serios – dignos de respeto, no por lo que poseen, sino por quienes son.

  1. Prudente

Ahora note que Pablo agrega una tercera característica a la lista –los ancianos deben ser prudentes/sensatos. Esta es una de las palabras favoritas de Pablo para la describir la interacción familiar.

Es el único término que usa para todos – no solo para los hombres mayores, sino también para las mujeres jóvenes, los hombres jóvenes y luego, en el versículo 12, Pablo exhorta a la familia entera a vivir sensatamente.

La palabra se refiere a una mente sana que luego se demuestra en un estilo de vida disciplinado y prudente.[x]

En otras palabras, uno hace lo correcto, no porque alguien le dice que lo haga, sino porque es parte de su pasión diaria.

Usted se levanta en la mañana y ora: “Señor, quiero hacer las cosas bien… quiero pensar bíblicamente. Dame sabiduría para tomar decisiones correctas.”

Como verá, las personas mayores han vivido lo suficiente como para haberlo visto todo. Tienen la experiencia suficiente como para saber que el pecado promete mucho mas de lo que puede dar; han lidiado con el dinero lo suficiente para saber que este no le trae felicidad; han tenido tantas cosas en la vida que saben cuan rápido uno puede aburrirse de lo que compró y volver a estar descontento. Ellos han experimentado suficiente sufrimiento y enfermedad para saber muy bien que la vida es frágil e impredecible.

Ellos han crecido en discernimiento y prudencia.

Pablo escribe, “los ancianos deben de ser prudentes”

  1. Sano

Finalmente, Pablo agrega, la última característica al final del versículo 2. Los ancianos deben de ser “…sanos en la fe, en el amor y en la paciencia.”

Allí esta esa palabra nuevamente – sano. Ellos deben tener una fe, un amor, y una paciencia sana, sin contaminación.

Sanos en la fe describe su relación personal con Jesucristo – y su continua confianza en El.

Sanos en amor describe su relación personal con los demás – la opción diaria de escoger el amor ágape y ponerlo en practica – un amor sin egoísmo, un afecto práctico para con los demás.

Sanos en paciencia o mejor dicho perseverancia, describe a los ancianos como hombres comprometidos sin importar lo que suceda – ellos van a hacer lo correcto a pesar de las dificultades.[xi]

Ahora, ¿A qué hombre creyente no le gustaría tener un sano caminar con Dios y una relación sana con los demás? Pero otra cosa mucho mas difícil es ser perseverante en todo esto – mantener su pureza, fe y amor a toda costa.

Es por eso que muchos se ven tentados a rendirse y darse por vencidos.

Algunos piensan que el Espíritu Santo se encargaría de todo eso ni bien se comprometió a hacer las dos primeras cosas.

Pero no. La pureza, nuestra relación con Dios y nuestra relación con los demás demanda trabajo diario.

Piense en esto querido oyente, la muestra más grande de poder y amor en la historia fue cuando Jesucristo decidió soportar la cruz – él no se dio por vencido. Él perseveró.

¿Por qué? Para poder así regresar y tener comunión con el Padre, cuya ira había sido satisfecha, para poder así tener una relación de amor con todos los que en El creen.

El perseveró. Si bien él es Dios, también es hombre, y fue un ejemplo perfecto para nosotros de lo que un hombre anciano debe ser.

Un anciano debe ser sano en la fe, en amor y en perseverancia. Lo que implica que debe saber escoger en que cosas ser perseverante y en que no. ¿no es así? El anciano debe amar, creer, y luchar por las cosas correctas.

La iglesia necesita hombres mayores que tengan una fe sana, un amor sano, y una perseverancia sana – demostrando así discernimiento y prudencia.

 

Conclusión

Concluyo con esta historia. Roberto Fulgham, en uno de sus libros, cuenta que su hija cuando era pequeña, le dio una bolsa de papel para que el llevara al trabajo. Cuando él le pregunto que había adentro, ella respondió: ‘Algunas cosas. Llévalas contigo.’

Al día siguiente, mientras almorzaba en el trabajo, Roberto abrió la bolsa de papel y encontró: dos moños, tres piedras, un dinosaurio de plástico, un pequeño lápiz, un lápiz labial usado, y 13 centavos. Él sonrió, termino su almuerzo y arrojo todo eso a la basura.

Al llegar a casa esa noche, su hija le preguntó adonde estaba la bolsa que le dio. El le respondió: “La deje en la oficina, ¿Por qué?”

“Bueno,” respondió la niña, “Esas son mis cosas, papa, cosas que realmente me gustan. Pensé que te gustaría jugar con ellas, pero ahora las quiero devuelta.”

Cuando ella vio que su padre no respondió de inmediato dijo, triste: ¿No las habrás perdido, o si papi?

El le dijo que no, y que mañana traería la bolsa. Una vez que la niña se fue a dormir, el salió corriendo a la oficina.

Luego él escribe:

“Mi hija me había prestado sus tesoros, y yo los había tirado a la basura. Cuando llegué a la oficina, vacié el tacho de basura sobre mi escritorio. El hombre encargado de la limpieza me vio y me pregunto: ¿Se le perdió algo?

-Si, la cabeza, le respondí.

Cuando Roberto encontró la bolsa de papel, la abrió y puso todos los objetos de su hija adentro: los dos moños, las tres piedras, el dinosaurio de plástico, el lápiz, el lápiz labial usado, y los 13 centavos.

Luego volvió casa, le entregó la bolsa a su hija y le pidió que le contara la historia detrás de cada objeto.[xii]

Pablo le dice a Tito que lo que la iglesia necesita, primero que nada, son hombres mayores que sepan que cosas tirar y que cosas guardar.

  • Que cosas ignorar y en que cosas perseverar.
  • Que cosas denunciar y que cosas enseñar.

Hombres maduros… que hayan dejado la adolescencia atrás, que han crecido y actúan según su edad.

Este es un llamado para todos nosotros, y especialmente para los hombres mayores.

Busque estas cualidades: Sea moderado, sea serio – alguien digno, que no es superficial. Sea prudente. Y sea sano en su fe, amor, y en su compromiso a perseverar en todo aquello.

Y a todos los creyentes mayores que buscan estas cualidades y saben discernir y distinguir los verdaderos tesoros – déjeme decirle que usted es un verdadero tesoro para la familia de Dios y para todos los que tienen el privilegio de conocerle y seguir su ejemplo.

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey

© Copyright 2012 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

 

[i] Citation: Christianity Today/PreachingToday.com, 2012, Three Sisters Age Humorously  

[ii] John A. Kitchen, The Pastoral Epistles for Pastors (Kress Christian Publications), p. 513 

[iii] Fritz Rienecker/Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 653 

[iv] John MacArthur, Titus (Moody, 1996), p. 70 

[v] Adapted from R. Kent Hughes & Bryan Chapell, 1 & 2 Timothy and Titus (Crossway Books, 2000), p. 325 

[vi] MacArthur, p. 73 

[vii] D. Edmond Hiebert, Titus and Philemon (Moody, 1957), p. 48 

[viii] Charles R. Swindoll, New Testament Insights on 1 & 2 Timothy, Titus (Zondervan, 2010), p. 291 

[ix] Above quotes taken from Diana West, The Death of the Grown-Up (St. Martin’s Press, 2007), pp. 1-3 

[x] Kitchen, p. 515 

[xi] Hughes & Chapell, p. 328 

[xii] Bill White, Paramount, California; source: Robert Fulgham, It Was On Fire When I Laid Down On It (Villard, 1990), 19-22