Lección Travesía Bíblica

Lección 360: El Árbol Genealógico de Jesús

Pasaje Bíblico: Mateo 1:1-17; Lucas 3:23-38
La genealogía de Jesús es importante para establecer que está calificado para ser el Mesías de Israel. También es un recordatorio importante de que Dios, en Su gracia, obra en las vidas de pecadores como nosotros para redimirnos y hacernos parte de Su familia eterna.

Introducción

El Evangelio de Juan nos presentó lo que llamamos la vida pre-encarnada de Cristo. Eso es, su vida divina y eterna antes de nacer como un bebé. Él era Dios el Hijo mucho antes de que se hubiera encarnado y se hizo Dios el hombre, Jesús el hombre.

Ahora vamos a pasar a Mateo y Lucas que nos dan su genealogía. Este el árbol genealógico de Jesús.

Mateo dice el capítulo 1, versículo 1: ” Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”. Ya que Mateo escribe principalmente a una audiencia judía, va a demostrar que Jesús desciende de David y Abraham; y eso será crítico para probar que Jesús califica para ser el Mesías Rey de Israel.

Ahora, en el evangelio de Lucas, capítulo 3, él escribe principalmente a una audiencia griega, por lo que enfatiza la humanidad de Jesús, rastreando su árbol familiar hasta su raíz, Adán, el primer hombre. 

Las Mujeres en la Genealogía de Jesús

Lo que quiero hacer es enfocarme en la inusual genealogía que Mateo escribió. En los días de Jesús, la mujer tenía muy pocos derechos. Es más, no podían dar testimonio en un tribunal, y normalmente no heredaban bienes. Eran básicamente propiedad de sus maridos.

Las mujeres vivían vidas muy difíciles. Será el evangelio que elevará a las mujeres y les dará gran dignidad. Hasta el día de hoy, en países donde se rechaza el evangelio de Cristo, las mujeres siguen viviendo vidas difíciles, a menudo sin dignidad, respeto u honor. El cristianismo eleva los derechos y el rol de la mujer.

Como si fuera poco, en los días de Cristo, el típico judío ortodoxo, cuando se levantaba, hacía una oración que incluía las palabras: “Dios, te agradezco porque no me creaste gentil, esclavo o mujer”.

Bueno, con eso en mente, quiero señalar cómo Mateo, inspirado por el Espíritu Santo, registra esta genealogía inusual. Él incluye los nombres de cuatro mujeres en el árbol familiar de Jesús. Y le digo desde ya que esto era inusual, pero señalaba la verdad de que mujeres y hombres, niños y niñas, son todos igualmente valiosos a los ojos de Dios.

Tamar

La primera mujer que quiero destacar mencionada en Mateo 1:3, es Tamar. Si hay una mujer que querría dejar fuera del linaje de Jesús, esa sería Tamar. Leemos en Génesis 38, que ella se casó con un hijo de Judá. Su esposo trágicamente murió, y buscó de todas formas continuar el linaje familiar. Terminó vistiéndose como una prostituta pagana. Fue hasta donde su suegro, Judá (uno de los doce hijos de Jacob) esquilaba sus ovejas y no reconoce a Tamar. Se acuesta con ella, y concibe y da a luz gemelos.

Imagine la gracia de Dios escogiendo continuar el linaje del Mesías con Tamar y Judá. Si fuera Dios, probablemente habría cambiado el linaje real a Leví o Benjamín, pero el linaje mesiánico del que descendió Jesús continuó a través del hijo mayor de Tamar y Judá.

Rahab

Ahora, la segunda mujer en la genealogía de Mateo, en el versículo 5, es Rahab. Rahab era un poco como Tamar, pero a diferencia de ella, la prostitución era el trabajo de Rahab. Ella tenía un burdel en su hogar construida en la muralla de Jericó. Pero renunció a su idolatría. Se convierte en seguidora del Dios de Israel. Cuando las murallas de Jericó se derrumbaron, la rescataron. Luego se casó con un hombre hebreo, quien resulta ser parte del linaje real, la genealogía de Jesús.

Rut

La otra mujer en el versículo 5 es Rut. Rut era pagana, moabita. Como verá, la historia de los moabitas se va a entrelazar con la genealogía del Mesías.

Los moabitas fueron el resultado del incesto entre Lot y su hija soltera. De hecho, las dos hijas de Lot querían tener un hijo, pero no estaban casadas; y después de que Dios juzgó a Sodoma y Gomorra, donde habían crecido, creyeron que nunca se casarían. Entonces, la Biblia nos dice que emborracharon a su padre hasta el punto de que tuvo relaciones con ellas, sin saberlo. Concibieron. La hija mayor tuvo un hijo que llamó Moab. Del hijo de la otra salieron los amonitas.

Y recuerde que los moabitas y los amonitas se convirtieron en grandes enemigos de los israelitas. De hecho, Deuteronomio 23:3 nos dice que ningún amonita o moabita debía entrar en la asamblea del Señor. Bueno, eso va a ser un problema para Rut, ¿verdad? No. Tal vez sepa que Rut dejó a su nación idólatra. Siguió al Dios de Israel, fiel a Noemí. Terminó casándose con el israelita llamado Booz; entonces, una antigua idólatra y pagana moabita se une a este linaje real. Aún, ella se convierte en la abuela del rey David. Rut entra al linaje del hijo de David, el Mesías, Jesucristo.

Betsabé

En el versículo 6 se menciona a la cuarta mujer, Betsabé.

Leemos aquí: “Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.” Betsabé fue la mujer de Urías. Este es uno de los acontecimientos más tristes en las Escrituras. Hubo adulterio, asesinato y engaño. Y ¿Para qué mencionarlo? Sería mejor ocultarlo. Esto no se ve muy bien en la genealogía de Jesús. Si quieres mostrar cómo él califica como el Mesías, deberías dejar esto fuera de la historia familiar.

Me recuerda a una mujer muy adinerada que contrató a un autor para que escribiera un libro sobre la genealogía de su familia. Él aceptó y recopiló datos sobre la familia de la mujer. En el proceso, descubrió que uno de sus antepasados fue un asesino y fue ejecutado en la silla eléctrica en una conocida prisión. Él le contó sobre todo esto y le dijo: “Soy un autor honesto y voy a incluir esto en tu historia familiar, tu genealogía”.

Ella le rogó que no lo hiciera. Pero él insistió en hacerlo. Finalmente, dijo: “Si debe incluirlo, escríbalo de tal manera que la verdad de que lo ejecutaron en la silla eléctrica quede algo encubierta”. Sea discreto.

Él aceptó y terminó escribiéndolo así: “Un pariente ocupó la silla de electricidad aplicada en una de las instituciones más conocidas de Estados Unidos. Estuvo muy apegado a su posición y murió en su asiento”.

Bueno, esa historia es sin duda ficción. Pero sí representa la forma en que pensamos, ¿no es así? Queremos mantener ciertas cosas de nuestra historia familiar ocultas.

Pero en el versículo 6, el Señor, de hecho, lo pone en el centro de atención. David fue el padre de Salomón con Betsabé, quien era la esposa de Urías.

El Señor lo saca a la luz. ¿Por qué? ¿Es porque a Dios no le importa mucho el pecado? No, es porque a Dios sí le importa el pecado. Él ve cada pecado y a cada pecador. Nada está oculto a Su vista.

Mire, un ángel aparecerá más adelante en este capítulo y le dirá a José: “[María] dará a luz un hijo, y llamarás nombre Jesús – ¿por qué? – porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). Aquí en las primeras palabras del Nuevo Testamento, Dios está diciendo: “El mundo está lleno de pecadores, y a ésos Jesús vino a salvar”.

Y ese es el principio de más buenas noticias: si Jesús no se avergüenza de sus antepasados, no se avergonzará de sus descendientes espirituales, como yo y usted. Esta genealogía es un anuncio de la gracia de Dios.

No importa quién sea o lo que haya hecho; si ha creído en Jesucristo, su nombre está incluido en el Libro de la Vida, el linaje del Señor, y está incluido, un descendiente espiritual y miembro de la familia de Dios, por la fe en Su Hijo, su Salvador, el Señor Jesucristo.